Kaká llega este miércoles a los 38 años, con el sabor agridulce de una explosión futbolística que duró poco más de ocho años.
Con el Milán se vio a Ricardo Izecson dos Santos Leite, Kaká, en su mejor versión, volante desequilibrante y resolutivo.
Pero tras llegar al Real Madrid, entre las lesiones y la falta de mayores oportunidades, su estrella se fue apagando.
Recordamos algunos de los mejores goles del astro brasileño, que se retiró en 2017 en el Orlando SC de la Major League Soccer.
Su paso inconsistente por Brasil
Kaká surgió en el 2000 producto del Sao Paulo, donde llegó a ganar un torneo Río-Sao Paulo y el Supercampeonato paulista.
Con la selección brasileña debutó en 2002, tras su paso por la sub 21 de ese país.
Formó parte del combinado campeón en Corea-Japón 2002, donde disputó solo un partido, apenas 19 minutos, sin gol.
No formó parte de la selección campeona de la Copa América Perú 2004 ni la de 2007.
Estuvo presente en los mundiales de 2006 y 2010 con la Canarinha, marcando solo en Alemania.
Ganó las Copas Confederaciones de 2005 y 2009, con tres goles en diez compromisos.
En total anotó 31 goles en 95 cotejos.
Milan, a los pies de Kaká
En el AC Milan se vio la mejor imagen de Kaká, donde conquistó una Champions League, la de 2007, un Scudetto y una Supercoppa.
También alzó dos Supercopas de Europa y un Mundial de Clubes de la Fifa.
En total, con los rossoneri anotó 104 goles y repartió 74 asistencias en 307 compromisos.
Además ganó el Balón de Oro y el premio al Mejor jugador de la Fifa en 2007: fue el último antes del dominio absoluto de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.
El hundimiento con el Real Madrid
En 2009 fichó por el Real Madrid, y allí comenzó el declive de Kaká.
Costó 65 millones de euros, en su momento uno de los fichajes más caros de la historia del futbol.
Con el conjunto merengue anotó 29 goles en 120 partidos, con 33 asistencias.
Aunque tuvo un arranque prometedor, entre las lesiones y las decisiones técnicas de José Mourinho se fue diluyendo con el paso del tiempo.
En 2013 regresó al Milan, un paso efímero que solo sirvió de antesala a su fichaje por el Orlando de la MLS, club en el que se retiró en 2017.