El cierre de establecimientos de la vida nocturna en Puebla, como cabarets, discotecas, bares y antros, por un año y cuatro meses, ha provocado que casi el 60% de los inversionistas emigraran a otros estados, principalmente Tlaxcala, Quintana Roo y Ciudad de México.
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Así lo dio a conocer en rueda de prensa Guillermo Méndez Morales, representante legal de la Asociación de Empresarios de la Vida Nocturna, quien detalló que en el estado 100 mil empleos directos e indirectos siguen sin reactivarse.
Desde el inicio de la emergencia sanitaria por Coronavirus, tanto en Puebla capital como en corredores de Cholula, las cortinas de bares y centros nocturnos siguen sin poder levantarse, incluso algunos establecimientos cambiaron su giro a fin de no perder locales y proteger fuentes de empleo.
Precisó que a la fecha se tienen dos mil licencias para el funcionamiento de este tipo de establecimientos, pero a la fecha sólo mantienen sus negocios el 40% de los empresarios dedicados a este giro.
Los empresarios pidieron al Gobierno del Estado que reconsidere la posibilidad de que puedan abrir, pues, con el cambio de semáforo a amarillo y la apertura de otras actividades económicas, están preparados para adecuar los espacios y abrir con un 50% de aforo garantizando las medidas sanitarias y cuidando la salud de los asistentes.
De lo contrario, advirtieron que Puebla estaría en riesgo de “perder la vida nocturna”, además de que la restricción a estos lugares solo propicia la operación de espacios y fiestas clandestinas.
“Hay falta de control de los ayuntamientos porque ellos saben dónde están operando los lugares clandestinos, en lugar de que exista apoyo por parte de las autoridades para quienes pagan impuestos, existe un respaldo a la clandestinidad”, señaló Guillermo Méndez.