El abandono en la presa de Valsequillo es el reflejo de la falta de voluntad política en el gobierno de Miguel Barbos Huerta y de muchas administraciones en Puebla en el tema ambiental, señaló la activista y periodista de Tierra Baldía, Pame Tajonar Méndez.
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En entrevista con Publimetro, señaló que a pesar de que los gobiernos de la 4T “se vendieron cercanos a la ciudadanía”, la realidad es que no han tomado enserio el cuidado del medio ambiente y prueba de ello es el saneamiento del río Atoyac, cuyas descargas desembocan en la presa Manuel Ávila Camacho.
“No hay interés ni conocimiento en materia ambiental, todo se hace a escondidas, tu preguntas por transparencia y no responden, es un desdén absoluto de las autoridades, una soberbia terrible y así están todos los temas”, señaló.
Apuntó que desde la designación de Beatriz Manrique Guevara al frente de la Secretaría del Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, una política nacida en Guanajuato que forma parte del Partido Verde Ecologista de México, muestra “el cero compromiso y que el tema ambiental no se iba a tomar enserio”.
Tajonar Méndez resaltó que la presa sigue siendo “una cloaca a cielo abierto, una coladera”, que recibe todos los contaminantes del rio Atoyac provenientes de fábricas, talleres mecánicos y drenajes de todas las colonias.
“Causa horror nada más ver lo que se está depositando vertiendo al río, sabemos que hay metales pesados, sustancias venenosas como mercurio, plomo se vierte todos los drenajes de Puebla y de las colonias, fábricas, industrias, talleres mecánicos”, dijo.
Apuntó que no se necesita ser experto para darse cuenta del peligro que representa habitar en una zona con tanta contaminación, recordó que hay varios estudios hechos por expertos, incluso la BUAP ha documentado como aumentaron los casos de cáncer de piel en la gente que vive a orillas de la cuenca.
En cuanto a la adquisición de barcos, la ambientalista apuntó que, si bien hay tecnología más eficiente, la que existe debería estar funcionando, aunado a que la Conagua debería estar verificando el funcionamiento de las 200 plantas tratadoras de aguas residuales que hay alrededor del afluente.
“Si la tecnología ya se compró debería estar funcionando, si hay recursos para traer camionetas de último modelo, si ya se hizo la adquisición, está peor que esté guardado, es el mismo cuento de las plantas de tratamiento, tienen que entregar cuentas a la ciudadanía porque es nuetro dinero”, dijo.
Reiteró que desde los gobiernos morenovallistas ha habido una «política de depredación» contra el medio ambiente, aunado a la falta de educación ambiental, pues la misma ciudadanía carece respecto a su entorno, por lo que se ha caído en un circulo vicioso.
«Mientras la gente no se queje nos hacemos de la vista gorda, mientras, la gente está muriendo por la contaminación que hay en toda la cuenca, cómo no son sus familaires, ahí no están las casas de los políticos, no hacen nada», criticó.