Sacred Citadel es un juego tipo beat ‘em up para Xbox Live Arcade (también disponible para PSN y PC) que funciona como transición entre Sacred 2 y Sacred 3. La serie Sacred está compuesta de RPG’s de acción (tipo Diablo), sin embargo Citadel cambia de genero para generar su propia experiencia. La cual, no es muy buena si me lo preguntan.
El gran problema de Citadel es que busca ser todo y no logra ser nada al mismo tiempo.
Utiliza la mitología de los anteriores juegos de Sacred para tratar de crear atmósfera (las pantallas de carga tienen textos donde explican detalles sobre los grimmocks, serafines, lugares, etc.). Pero para fines prácticos la historia es completamente irrelevante: Los malos malosos quiere robar los artículos mágicos, blah blah, peleas, blah blah, malo malísimo malo es resucitado, blah blah, pelea, fin.
Por otro lado, busca ser gracioso e irreverente… Fallando miserablemente en ese rubro. El guión es malo como leche con cólera. A pesar de que los actores de voz se esfuerzan al máximo, ni siquiera logran que uno esboce una leve sonrisa.
Ahora hablemos del gameplay: tienes combos básicos de ataque, un ataque alternativo (martillos de guerra, magia, flechas, etc.), un ataque de poder que causa gran daño y un botón de defensa. Debo hacer hincapié que este último JAMÁS FUE USADO en todo mi tiempo con el juego. No fue necesario.
Hay 4 clases con las cuales jugar, repesentando los 4 arquetipos de la ficción fantástica: Guerrero (fuerte y lento), Explorador (Una especie de arquero ninja), Maga (Poderosos ataques mágicos) y Chamán (Rápida pero débil). Les recomiendo iniciar con el Explorador, ya que en mi opinión es el más balanceado. Pero no se preocupen si empiezan con otra clase… La inteligencia artificial de tus enemigos es completamente estúpida: Se quedan parados esperándote, se atoran con el escenario, etc. Y es aquí donde empiezan los problemas con el juego. A pesar de que te ofrece un arsenal de combos, armas, magia y armaduras del tamaño de Michoacán, esto influye muy poco en tu progreso. El juego es TAN fácil que cuando llegas a morir es más por un verdadero error tuyo que porque los enemigos te hayan matado. Puedes terminar el juego básicamente apretando X, X, Y ad nauseam.
Y es una lástima.
El arte es genial (A pesar de robar mucho de “otro” juego de fantasía que no mencionaré… **COFF TORCHLIGHT!!! COFF**). Hay misiones francamente geniales, como en la que te dejan montar un tanque y literalmente vuelves carne molida a tus enemigos. Pero no es suficiente para eliminar el tedio de cada nivel. Enemigos estúpidos que además se van repitiendo, misiones alargadas artificialmente y una historia que de verdad importa poco, te llevan a sentir que este juego es tan divertido como hacer planas en la escuela.
Jugar en multiplayer mejora la experiencia, pero marginalmente.
En resumen: Citadel es un juego que desearía amar, pero nada más no se deja. Cómpralo si tienes otros 2 amigos para entretenerse un rato. De lo contrario, no me hago responsable si caes en coma jugándolo solo.
Calificación: 6.0