WhatsApp y Telegram se han destacado como las soluciones de mensajería instantánea más seguras gracias a la encriptación end-to-end o Perfect Forward Secrecy (PFS), pero aún no existe una herramienta ideal para empresas que garantice 100% de privacidad en las conversaciones.
Te interesa: WhatsApp falla a nivel mundial con problemas para abrir aplicación
«Las llamadas o mensajes enviados a este chat ahora están seguros con cifrado de extremo a extremo», es el mensaje que nos muestra Whatsapp cuando iniciamos una nueva conversación, sin embargo, el hecho de que no cuente con aplicación para computadoras de escritorio o laptops sin la necesidad de conectarse a un dispositivo iOS o Android la vuelve menos confiable.
Por su parte, Telegram sí tiene aplicaciones para computadoras de escritorio y tablet.
Los chats en la nube se almacenan fuertemente cifrados y las claves de cifrado, en cada caso, se almacenan en otros centros de datos en diferentes jurisdicciones. De esta forma, los ingenieros locales o los intrusos físicos no pueden acceder a los datos del usuario.
Estas claves de cifrado nunca son almacenadas junto a los datos que protegen y, como resultado, los datos no pueden ser descifrados.
Vale mencionar, además, que los chats privados sí pueden utilizarse en las versiones web y de escritorio. Son los chats secretos los que no están disponibles en esas versiones.
Al respecto, la empresa System Engineers de Fortinet, advierte que ninguna de las dos aplicaciones es ideal para compartir datos importantes, como estrategias de negocio o códigos fuente, pues, entre otras cosas, en ambos casos se tiene que vincular un número de teléfono.
LEE TAMBIÉN
Whatsapp puede cancelar tu cuenta
La ventaja de las videollamadas por Whatsapp
«Mientras no exista una plataforma 100% controlable, de tal forma que pueda determinarse al más bajo nivel, que el móvil es efectivamente de la empresa, es muy difícil eliminar el riesgo inherente de usar una plataforma que las empresas no pueden controlar», indica.
Además señala que en su mayoría, las personas no siempre tienen un teléfono celular exclusivo para su trabajo, lo que significa que terminan usando su propio dispositivo y su propia cuenta de mensajes instantáneos en el trabajo.
En conclusión, ambas aplicaciones resultan seguras en cuanto al uso personal, sin embargo, para empresas se vuelve un riesgo latente el resguardo de datos.