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Gestiona tu reputación en línea

La información que publicas en Internet puede ser permanente e impactar en cómo te perciben los demás. En otras palabras, puede afectar tu reputación.

La web facilita la comunicación con amigos, familiares y personas que comparten tus intereses. Enviar mensajes, publicar fotos o participar en las redes sociales es tan común que en algunas ocasiones lo hacemos sin pensarlo dos veces.

Al igual que un libro que ha sido publicado y que cualquiera puede encontrar en una librería, la información que publicas en Internet puede ser permanente e impactar en cómo te perciben los demás. En otras palabras, puede afectar tu reputación en línea. Por eso es importante entender la diferencia entre información pública e información privada.

Establece tus propios límites

Las personas tienen diferentes ideas sobre qué información desean compartir. Tu privacidad en la web supone establecer tus propios límites en torno a qué información quieres publicar y qué no. Recuerda que la información que compartes deja una huella que es fácil de rastrear. Tu huella digital puede estar compuesta por fotos, videos, publicaciones y comentarios.

¿Qué pueden ver los demás acerca de ti en la web?

La manera más sencilla de comprobarlo es googlearte: escribe tu nombre en el buscador de Google y checa los resultados. Cada vez hay más información personal en la web, desde fotos hasta menciones en las redes sociales; aprender a administrar tu reputación en línea es la mejor manera de controlar lo que ven otras personas al buscar tu nombre.

A menudo sorprende saber que la mayoría de fotos tuyas que aparecen en los resultados de búsqueda han sido publicadas por… ¡uno mismo! La explicación es fácil: cualquier foto tuya que hayas compartido de manera pública en las redes sociales puede aparecer en los motores de búsqueda. Si este es el caso, puedes eliminarla desde tu cuenta en la red social o modificando el público con quien la compartiste.

Pero, ¿qué sucede si la información la publicó otro? Es posible que algunos amigos mencionen tu nombre en una red social o te etiqueten en fotos que no son de tu agrado, o que tu nombre aparezca en un blog. En este caso, la solución real está en atajar el problema desde la fuente que genera el contenido. Contacta con el propietario de la red social, sitio web o del contenido para pedirle que lo elimine por completo.

Piensa antes de compartir

El mundo de la tecnología puede parecer complicado, pero algunas situaciones incómodas pueden evitarse utilizando el sentido común. No publiques ni compartas información privada o fotos comprometedoras que podrían afectar tu reputación o la de los demás. Antes de publicar pregúntate a ti mismo, “¿no me importa que esto permanezca en la Web para siempre?” La mejor manera de cuidar de tu reputación online es pensar a largo plazo; lo que publiques hoy puede no tener consecuencias mañana, pero sí dentro de unos años.

Al compartir y publicar contenido en Internet, piensa en las repercusiones a largo plazo: una imagen, mensaje o publicación que hoy parece graciosa e inofensiva, podría ser vista por personas que no deseas, descargada, copiada o malinterpretada en el futuro.

Cómo gestionar tu reputación en 2 simples pasos

En las redes sociales, las configuraciones de privacidad son una herramienta importante para ayudarte a decidir cuánta información compartes, cuándo y con quién. Revisa la configuración de privacidad de las distintas redes sociales y servicios que utilizas para decidir con quién vas a compartir qué. También puedes crear una Alerta de Google. De este modo podrás recibir notificaciones por correo cada vez que Google encuentre contenido sobre ti en la web.

Por: Gabriela Hadid

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