En una calle pequeña y tranquila, en la cima del barrio multicultural de París, Montmartre, se localiza el Kube Hotel Paris, un hotel con un estilo calificado como “futurista retro” que desafía los clásicos clichés de la ciudad. Al entrar, destaca una atmósfera que parece estar inspirada en las películas de ciencia ficción de la década de los sesenta; más adelante, un brillante cubo de pexiglás funciona como el área de recepción. El corazón del hotel es un restaurante bar futurista, con luces tenues, techos altos y decoraciones de acero inoxidable; en este espacio se hace evidente que el cubo es la principal base del diseño. El estilo remata en las 29 habitaciones y 12 suites dispuestas alrededor de un patio abierto, a las que se puede llegar a través de elevadores de colores.
Además de su atrevido y ecléctico diseño, el hotel es famoso por alojar el primer ice bar de la ciudad, en forma de iglú y totalmente iluminado con luces neón de color azul.
Su histórica fachada esconde un universo de alta tecnología: 41 habitaciones equipadas con lo último en tecnología, un lounge, 2 salas de cine de últia generación, y un gimnasio. Espacios armoniosos estilo loft, se expanden a través del patio abierto del hotel, reflejando la fusión entre el estilo moderno y contemporáneo del inmueble. En las habitaciones, las camas son iluminadas desde abajo para crear la ilusión de levitación, lo que proporciona una atmósfera de claridad y calma, dos características del hotel.
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