El aborto es un tema que ha sido tabú y causa de polémicas políticas y sociales alrededor del mundo. Pero más allá de esto, no se debe desconocer que es una práctica que se ha dado desde hace muchos siglos, en diferentes sociedades y de diferentes modos. De igual modo, la anticoncepción muchas veces obedeció a políticas estatales y económicas.
Para explorar sobre el tema, se fundó en Viena, en 2007, el Museo de la Contracepcíón y del Aborto, creado por el médico abortista Christian Fiala. En su página oficial se ve cómo “la revisión que hacemos pone de manifiesto la desesperación y al mismo tiempo la imaginación con la que la gente ha tratado en todo momento de controlar su fertilidad”, afirma.
Fiala decidió convertirse en médico abortista luego de ver cómo sus compañeros no podían protegerse ante las enfermedades de transmisión sexual y también al presenciar las muertes de mujeres tailandesas por aborto inducido. Creó el museo para despejar creencias y prejuicios ante esta práctica y también sobre el control de natalidad.
El museo reúne objetos, instrumentos y gráficos sobre cómo fue esta práctica. Y no solo del aborto, también de la anticoncepción. Estos son algunos datos recopilados en su página web.
– Charles Goodyear inventó el primer condón en 1855. Pero antes de eso, se usaban otros materiales, como vejigas de pez, apéndices de oveja y tripas de animales. Obviamente, no eran confiables.
– También se creía, a nivel general, que las duchas naturales funcionaban como anticnceptivo. No funcionaban. Eran comunes para comienzos del siglo XX.
– También se hicieron espirales, que se introducían en el útero para prevenir el embarazo. Se hacían de hilo de seda y plata, pero luego fueron hechos de plástico. La inflamación era inmensa, y luego se conoció como el DIU. También, para comienzos de siglo XX, se usaban esponjas como diafragmas.
– Los test de embarazo eran desconcertantes. Se inyectaba orina en lombrices (sí, en lombrices), para ver si la mujer estaba embarazada. Desde 1945 hasta 1965 se hizo lo mismo en ranas. Si la rana desovaba, el resultado era positivo. Pero eso no es nada comparado con usar bebidas gaseosas, ya que se usaba la Coca Cola como ducha vaginal. No funcionaba, ya que el ácido carbonatado NO daña el esperma.
– Muchas mujeres han muerto por abortos autoinducidos, debidos a objetos poco comunes para interrumpir el embarazo. Igualmente, se usaron otros para la anticoncepción. Por ejemplo, en Japón se usaba un tapón de madera para la uretra, que muchos soldados usaron. Los utensilios vibratorios también se colocaban encima del vientre para provocar el aborto. También se introducían jabones en la vagina que causaban infecciones, entre muchas otras sustancias.
– Hasta 1900, la manera de controlar la natalidad era matar a los bebés luego del parto. Pero luego, durante unos 70 años, se interrumpía el embarazo entre el cuarto y quinto mes. A partir de 1970, en algunos países se introdujo la interrupción quirúrgica del embarazo hasta el noveno mes (de manera legal). Para los 90, existía el aborto medicinal hasta la sexta semana de embarazo. Hoy en día hay controles de natalidad mejores que el aborto.
– Antes de que se inventasen métodos de parto que facilitaran a las mujeres esta experiencia, la misma resultaba traumática y dolorosa. Recuerden que una mujer, por promedio, tenía 15 embarazos no deseados entre los 15 y 50 años. Hasta 1975 existía una sala de parto, importante, y en la sala séptica se atendían a las mujeres que se habían envenenado por querer abortar. Todo eso cambió con la píldora anticonceptiva en los años 60.
– Paradójicamente, cuanto más existen métodos químicos y hormonales para la anticoncepción, hoy las mujeres prefieren métodos ‘naturales’, se queja Fiala.