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Conversamos con Hannah Fraser, de 38 años de edad, la única mujer sirena del mundo. Ella descubrió su pasión desde niña era nadar junto a animales marinos y ahora dedica su vida completamente a esta actividad.
Esto le ha permitido estar muy de cerca con ballenas, tiburones o manta rayas. Además, intenta crear conciencia social acerca del cuidado de la vida marina. Su traje de sirena está diseñado de tela muy liviana para permitirle maniobrar bajo el agua.
“Antes de ser sirena fui modelo, diseñadora de vestuario y trabajé como fotógrafa. Estas diversas pasiones y ocupaciones, me dieron todas las habilidades que necesitaría para iniciar mi propio negocio”, afirma Fraser.
Todo inició cuando la invitaron a asistir a un casting para una sesión de modelaje bajo el agua. Ella sabía que estaba cómoda en el agua, pero cuando fue elegida para el trabajo que se dio cuenta que tenía un talento natural.
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“Cuando tenía 9 años me di cuenta de que mi sueño era tener una cola de sirena, de manera que me hice una junto con mi madre. Me gustó tanto que nadaba alrededor de mi piscina con la cola puesta, hasta que se rompió”.
Hannah ha practicado yoga y respiración profunda durante casi toda su vida, toma clases de ballet para mantener su forma física, además de comer una dieta vegetariana. Puede aguantar la respiración hasta dos minutos, pero la cantidad de tiempo depende de diferentes factores como el frío del agua y la actividad física.
“Nadar con ballenas ha sido impresionante, una se acercó a unos metros de mí y empezaron a comunicarse unas a otras con sus sonidos. Fue alucinante. Cuando regresamos al barco lloré, me ocurrió una liberación emocional tan poderosa, que supe en ese momento, que quería poner mi vida para proteger a estas criaturas”.
Hannah convivió con 14 tiburones blancos en la Isla de Guadalupe en México. Ella tenía tanto miedo que, en las semanas previas a hacerlo, le sudaban las manos y tenía pesadillas por las noches. “Este es el momento si quieres ser una sirena de verdad”, se dijo a sí misma para darse valor.
También nadó con manta rayas gigantes. “Es como tener un encuentro con seres de otro planeta. La mayoría de los animales, con la excepción de algunos tiburones, son más temerosos de nosotros que nosotros de ellos”, aseguró la sirena humana.
Hannah Fraser trabaja con la Blue Sphere Foundation, que es una organización para apoyar la preservación de los animales marinos, utilizando el arte para mostrar las formas en que podemos vivir en armonía con la naturaleza.
En la galería de imágenes encontrarán el trabajo de esta “sirena” humana.
