Un joven mexicano, de 17 años, acudió a un control oftalmológico por tener dolores y la visión de su ojo derecho disminuida. Solamente podía ver el movimiento de una mano que se agitara delante de él.
Por eso, fue sometido a una serie de exámenes, los cuales permitieron a los médicos descubrir un edema de córnea, sangre, perforaciones del iris y una inflamación de la membrana ocular, detalló ‘The New England Journal of Medicine’.
Entonces, lo que siguió fue tratar de determinar qué era lo que había causado tantas lesiones y, entonces, los profesionales se sorprendieron al comprobar que todo era producto de un gusano parasitario de tres milímetros de extensión, que se movía a través de los agujeros que había realizado en el iris.
En consecuencia, el joven tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica para extirparle el parásito, de tipo trematodo, que también había causado daños en la retina. Para ello, cortaron al gusano en tres partes y así lograron retirarlo.
Su presencia no había causado ninguna infección en el ojo del paciente, quien, sin embargo, no logró recuperar la visión normal.
Las siguientes imágenes pueden herir su sensibilidad:
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