Una panadería en el poblado de Gröditz, en Alemania, fue prácticamente destruida por haber usado a un niño negro en la comercialización de pasteles de chocolate, publicó el portal de internet www.infobae.com.
La panadería Raddatz no vio problema en poner en dentro del anuncio de sus pastelillos de choco-vainilla, a un niño de tez morena. De acuerdo con el dueño del negocio, se dieron cuenta que eso provocó molestia entre los compradores, pero negó que sean racistas.
El producto llamado “Sueño de chocolate” en lugar de levantar la gula, generó que el rechazo de los compradores, quienes arrancaron los pósters alusivos, para después arremeter contra las vendedoras, quienes fueron insultadas.
También hubo llamadas y correos electrónicos quejándose de la publicidad, a la que calificaron de fascista. Tras la Segunda Guerra Mundial, los alemanes cuidan mucho la forma en la que se refieren al resto de las personas, pues la supremacía aria hizo mucho daño en el colectivo.
Según la explicación de la panadería, el cartelón con el menor formaba parte de un proyecto social de la compañía, que desde hace años lleva a cabo en África, donde tiene asentada una de sus sedes (Namibia).
Es de Namibia de donde proviene la imagen que desató la furia de los alemanes. Fueron los padres del menor quienes enviaron la fotografía para que apareciera en el cartel.