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La aparición cada vez más frecuente de personajes de dibujos animados occidentales en el país asiático está planteando dudas sobre un posible cambio cultural tras la muerte el año pasado de Kim Jong-il, anterior mandatario de uno de los estados más aislados del mundo.
Los medios estatales aseguraron que su sucesor tiene planes para introducir un cambio que ellos califican de drástico en temas como literatura y artes.
En los últimos años, los niños norcoreanos se familiarizaron con los personajes de la cultura popular occidental gracias productos importados de China.
