Un total de 25 empleados de una empresa de plásticos de Baja Sajonia, en el noroeste de Alemania, fueron hospitalizados después de comer panecillos con raticida que un desconocido había dejado en una caja de cartón delante de la sede de la compañía, informó hoy la policía.
La vida de ninguno de los afectados corre peligro y tampoco presentan síntoma alguno, subrayó la policía, que señaló que por el momento se desconocen el autor y el motivo que se esconde detrás de este incidente, que se produjo este martes.
“Estamos poniendo todo nuestro empeño en esclarecer el asunto”, garantizo Andrik Hackmann, portavoz de las fuerzas de seguridad.
La caja con los panecillos, depositada por la mañana delante de la puerta de la empresa, situada en la localidad de Steinfeld, contenía una nota en la que se indicaba que se trataba de un regalo y se podía comer.
Sólo a lo largo del día, los empleados se percataron de que los panecillos presentaban en su superficie una extraña sustancia, por lo que algunos trabajadores optaron de forma preventiva por acudir al hospital.
Unos 150 voluntarios de los servicios de rescate acudieron a la empresa con la que trataron de determinar si otros empleados habían comido de los panecillos para poder hospitalizarlos también.
Los panecillos restantes fueron incautados por la policía y una muestra fue enviada en un helicóptero a Berlín para su análisis.
Sólo hoy se conoció la impactante noticia de que se trataba de raticida.
De momento se desconoce todavía el grado de intoxicación de la sustancia empleada, del que depende el peligro que pueda suponer para la salud de las personas.
Los afectados continuarán bajo observación en las unidades de cuidados intensivos, pues el veneno podría tener efectos prolongados, indicó la policía.
En tanto, continúa la búsqueda de más personas que podrían haber comido alguno de los panecillos envenenados.
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