La ex secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, continuará recluida en Santa Marta Acatitla, en donde lleva dos años presa acusada de ejercicio indebido del servicio público y por el que se realizó la conocida como Estafa Maestra, con la que se desviaron alrededor de cinco mil millones de pesos.
Fue a las 17:00 horas cuando la ex funcionaria federal en el gobierno de Enrique Peña Nieto, llegó a la zona de aduanas del Reclusorio Sur, en donde un juez resolvió que Robles Berlanga no abandonará la cárcel femenil ante el riesgo de fuga.
La defensa de Rosario Robles afirmó que la acusación en su contra está considerada un delito no grave, por lo que no requería la medida cautelar de prisión preventiva por lo que esa fue excesivo que se determinara su ingreso a prisión.
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En marzo pasado, Robles Berlanga ofreció a la Fiscalía General de la República (FGR) aportar pruebas en contra de Luis Videgaray, quien estuvo al frente de las secretarías de Hacienda y de Relaciones Exteriores.
Este ofrecimiento fue para convertirse en testigo colaborador y evitar ser llevada a juicio por delincuencia organizada y lavado de dinero, delitos por los que aún no se ha girado una orden de aprehensión en su contra.
Aunque Rosario Robles consideró declararse culpable por el delito de ejercicio indebido del servicio público, se desistió de ello porque la FGR exigía la reparación del daño multimillonario.
Fue el 13 de agosto de 2019 Rosario Robles ingresó a la prisión, alegó que eso fue una injusticia, ya que interrumpió un viaje que realizaba para acudir antes las autoridades y aclarar los hechos.
“A los que huyeron y les encontraron recursos millonarios están en sus casas. A mí que di la cara, que me presenté, que estoy acusada de un delito menor, me aplicaron la cárcel”, manifestó en una carta publicada el pasado 11 de agosto por su hija Mariana Moguel.
