Gastar en un ejercicio como la revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador es innecesario, especialmente cuando el pueblo no exigió su activación, tal y como lo señala la Constitución, considera José Perdomo Galicia, especialista en Derecho Administrativo de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle en entrevista con Publimetro.
El tema del presupuesto del INE y el eventual gasto en la revocación de mandato ha tensado las relaciones entre el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, y el Gobierno Federal.
El pasado 25 de octubre, durante la sesión ordinaria y previo a la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, el árbitro electoral ratificó que espera que el costo de la consulta de revocación de mandato ronde los 3 mil 830 millones de pesos. Por este hecho, se aprobó liberar los primeros 196.2 millones de pesos, los cuales se destinarán a cubrir los pagos para consejeros distritales y locales, financiar las sesiones de los consejos, contratar personal eventual, viáticos y gastos de campos.
Actualmente, la revocación de mandato atraviesa la primera etapa, que es la recolección de firmas ciudadanas para exigir la activación del protocolo. De acuerdo con el Artículo 35 Constitucional, el proceso de revocación de mandato: “será convocado por el Instituto Nacional Electoral a petición de los ciudadanos y ciudadanas, en un número equivalente, al menos, al 3% de los inscritos en la lista nominal de electores, siempre y cuando en la solicitud correspondan a por lo menos 17 entidades federativas y que representen, como mínimo, el tres por ciento de la lista nominal de electores de cada una de ellas”.
De acuerdo con el INE, hasta el 19 de noviembre de 2021, 92 millones 465 mil 909 ciudadanos estaban registrados en la lista nominal. Por lo tanto, se requieren cerca de 2 millones 773 mil 977 firmas para activar el protocolo.
“El Instituto, dentro de los siguientes treinta días a que se reciba la solicitud, verificará el requisito establecido y emitirá inmediatamente la convocatoria al proceso para la revocación de mandato”, señala el Artículo 35 Constitucional.
Actualmente, el plazo para la recolección de firmas se extendió hasta el 25 de diciembre, por lo que el INE considera que -de realizarse- la fecha de la consulta de revocación de mandato sería el 10 de abril de 2022.
“Llevar a cabo una Revocación de Mandato es un ejercicio de tal magnitud y seriedad -cuyas consecuencias podrían ser muy serias en términos institucionales-, que requiere organizarse con absoluta legalidad y certeza. Es un proceso equiparable a la organización de una elección federal de principio a fin, y por ello los requerimientos presupuestales son altos”, afirmó Lorenzo Córdova el pasado 10 de noviembre.
Córdova también advirtió que “un recorte desmedido a la solicitud presupuestal hecha por el INE a la Cámara de Diputados pone en riesgo la organización de la Revocación de Mandato, un ejercicio inédito de participación ciudadana que el INE sólo podrá convocar y organizar si cuenta con los recursos necesarios”.
México aprenderá de la revocación de mandato sobre la marcha
Para José Perdomo, aunque la revocación de mandato se trata de un ejercicio “muy, muy caro”, el hecho de que sea la primera vez que se realice en México significa que se aprenderá sobre la marcha.
“Nunca lo hemos hecho y vamos a tener que aprender. Va a tener un conjunto de resultados buenos y malos. La experiencia nos dirá qué debemos cambiar. Yo creo que no es necesario. Más bien ha faltado que los representantes -nuestros diputados por ejemplo- realmente exijan buenas cuentas al Ejecutivo federal. Ni las cámaras, ni los partidos políticos lo han hecho”, explica Perdomo en entrevista con Publimetro.
“Ellos tienen la obligación de representarnos a nosotros y deben ser ellos los que le exijan al Ejecutivo federal que cumpla con sus actividades. Si las cumple, ¡qué bueno! Si no las cumple, que le llamen la atención y que lo convoquen a que cumpla con sus actividades. Claro está que eso debió de haber sido desde el principio. Ahora, a tres años de distancia no lo van a lograr. El Ejecutivo federal, el presidente López, tiene un control total y nuestros representantes populares están viendo solamente en la línea que dicta el Ejecutivo y no están viendo que nos representan”, añade el especialista.
Cambio de fechas
- La recolección de firmas será del 1 de noviembre al 25 de diciembre y ya no al 15 de diciembre.
- Personas mexicanas residentes en el extranjero podrán participar a más tardar en enero de 2022 y no hasta el 15 de diciembre.
- La convocatoria será emitida el 4 de febrero y no el 12 de enero.
- La consulta sería hecha el 10 de abril y no el 27 de marzo.
3 PREGUNTAS CON
¿Cuál es su lectura del momento en el que se encuentra el proceso de Revocación de Mandato?
El Gobierno federal, a través de una orden directa del presidente López hacia todos los integrantes de la Administración, se está volcando en este momento para la activación; con la finalidad de obtener el 3% de firmas de la Lista Nominal, tal y como lo marca nuestro sistema constitucional. No olvidemos que no es nada más en la Ciudad de México; sino que tiene que ser -cuando menos- en 17 estados.
Ahora tienen esa gran encomienda porque no quieren que vuelva a suceder lo que sucedió con aquello del juicio a los expresidentes, el cual fue un rotundo fracaso y en el cual el poder de convocatoria fue nulo. Es según mi percepción.
¿Existe la necesidad de realizar este proceso? ¿No era suficiente con dejarlo escrito en la ley y activarlo si fuera necesario?
Por un lado, en este sexenio estrenamos el ejercicio constitucional de consulta popular. Que exista no necesariamente significa que tenga que suceder. Más bien debería de ser algo salido del pueblo, por voluntad y convencimiento del pueblo. Aquí no es así, es desde las propias instancias del gobierno federal que se están esforzando para que salga la consulta.
No es un ejercicio en el cual el pueblo, de una manera versátil, consciente, sin presiones y autónoma, lo esté realizando. La Constitución habla de la revocación del mandato como un ejercicio ciudadano, no es un acto de gobierno.
Si seguimos con esa línea, entonces no hay necesidad. Por lo menos, hasta ahorita, el pueblo no ha mostrado esa necesidad. La pregunta es ¿con qué finalidad surge la revocación de mandato? Y la respuesta es muy clara: seguir conservando esa aparente popularidad, que por cierto ya no la tiene como la tuvo en 2018.
Nosotros elegimos, bajo un sistema republicano de renovación, que cada cierto tiempo (en este caso cada seis años) cambie la titularidad del Ejecutivo federal.
En redes sociales han existido quejas de que se promueve como “ratificación” en vez de “revocación”. ¿Este tipo de inconsistencias pueden anular la etapa actual y -por lo tanto- el proceso mismo?
Entre “ratificación” y “revocación” hay una gran distancia. Lo cierto es que no, porque una cosa es lo que aparece en el documento que están difundiendo los operadores de la consulta, y otra cosa es el llamado que están haciendo.
El documento no dice “ratificación”, dice “revocación” y por lo tanto el INE los va a dar por bueno. Pero es importante que si existe un vicio en el procedimiento, como cualquier aspecto en materia legal, debemos de acreditar lo que vemos y probarlo.
