Los logros alcanzados en la lucha contra la pandemia del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se retrasarán 10 años debido a otra pandemia, la del Covid-19. Esto dificultará la detección, el tratamiento y el acceso a información y medicamentos del VIH, considera Fernando Ariel García Terrón, investigador de la Fundación para el Cuidado de la Salud del Sida (AHF, por su sigla en inglés).
Todos los esfuerzos de los sistemas de salubridad mundiales se enfocaron en atender la enfermedad derivada del SARS-CoV-2, por lo cual los programas de vigilancia y tratamiento de otras afecciones con mucha prevalencia en la población se quedaron atrás. También sufrieron recortes en su recurso humano y financiero.
En México los diagnósticos nuevos de VIH se redujeron 44% entre 2019 y 2020 (primer año de la pandemia de Covid-19), pues pasaron de 17 mil 275 a nueve mil 674, de acuerdo con el último informe del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud. De enero a noviembre de 2021 se registraron 11 mil 869 casos.
“Cuando tú vuelves a evaluar y retomar tus programas ves que hay mucha carga de enfermedad que no habías diagnosticado, hay mucha gente que presenta complicaciones. Entonces, este continuo de trabajo que habías realizado por varios años se irrumpe de manera drástica, y casi casi hay que echar a andar la máquina nuevamente”, señala en entrevista García Terrón.
La principal problemática del retraso en la lucha contra el VIH es el incremento de la cadena de transmisión, agrega el investigador de la AHF, porque las personas que no conocen su diagnóstico siguen su vida y relaciones sexuales sin un tratamiento que controle el virus, lo cual permite la expansión de la pandemia.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en América Latina 2.1 millones de personas viven con virus de la inmunodeficiencia humana, donde el 65% cuenta con acceso a tratamiento antirretroviral (TAR, por su sigla en inglés).
Vulnerables ante el Covid-19
Las personas con alguna enfermedad crónico-degenerativa, como el VIH, la diabetes o la hipertensión, son vulnerables ante el Covid-19 porque las defensas de su organismo están debilitadas; en consecuencia, pueden tener peores desenlaces clínicos: complicaciones que dejen secuelas o la muerte.
No obstante, explica el también médico cirujano, si un paciente con VIH mantiene un buen control del virus a través del TAR su sistema inmunológico será capaz de hacer le frente a otro agente patógeno, como la afección derivada del SARS- CoV-2.
Estimaciones de la ONU arrojan que en 2020, a nivel mundial, el número de personas con acceso a TAR ascendió a 27.4 millones; además en ese mismo año se matricularon 1.5 millones de nuevas infecciones por VIH.
“El virus de la inmunodeficiencia humana requiere, así como el Covid, una respuesta muy importante, montada con evidencia, con política pública y con gente capacitada”, asevera Fernando Ariel García Terrón.
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