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Falta voluntad política para aprobar regulación de la cannabis en México

El Senado de la República tienen como plazo el 15 de diciembre; sin embargo, no es algo que se vea en el panorama

Cannabis En las afueras del Senado de la República existe un plantón exigiendo la aprobación de la leyes relacionadas con la marihuana. (Galo Cañas/Galo Cañas)

La regulación del uso de la cannabis en México atraviesa por un estancamiento que podría convertirse en un callejón sin salida; pues el Senado de la República tiene como plazo el 15 de diciembre para que apruebe el proyecto de dictamen del 22 de noviembre de 2021 por el que se expide la Ley Federal para la Regulación del Cannabis, y se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Salud y del Código Penal Federal.

“Más allá de los discursos en la Cámara de Senadores y, desde el mismo Palacio Nacional, a mí me parece que en el fondo la posición de la Presidencia, sobre todo de manera particular de Andrés Manuel López Obrador, es hacia la no despenalización del consumo de la marihuana”, explica a Publimetro Eduardo González, profesor de Relaciones Internacionales del Tec de Monterrey

“Yo tengo mis dudas de que antes del 15 de diciembre se va a destrabar. En el fondo me parece que lo que ocurre es una negativa de la Presidencia de la República, yo tengo mis reservas, no solo de que salga este año, sino de que en esta administración pudiera destrabarse”, añade el especialista.

Los principales avances en materia de regulación de la cannabis han ocurrido por iniciativa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Uno de los más recientes ocurrió el pasado 2 de diciembre, cuando la SCJN declaró inconstitucional la prohibición de la siembra, cultivo y cosecha del cáñamo “con fines distintos a los médicos y científicos”.

“La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación concedió un amparo a una empresa al declarar inconstitucional el sistema de prohibiciones para la siembra, cultivo y cosecha de cannabis, en su variante cáñamo, con fines distintos a los médicos y científicos, previsto en la Ley General de Salud y en el Código Penal Federal”, informó el organismo en un comunicado.

Después de que en junio se diese un histórico fallo del Supremo mexicano que levantó la prohibición del consumo lúdico de marihuana, el cannabis recreativo permanece en un confuso limbo legal, puesto que sigue penalizado en el Código Penal y el Gobierno todavía no ha otorgado permisos para el autoconsumo.

Los magistrados ordenaron el 28 de junio de 2021 a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que pertenece a la Secretaría de Salud, entregar permisos para consumir, cultivar y portar marihuana a los mayores de edad que lo soliciten, mientras que la comercialización de cannabis sigue prohibida. Pero varios meses después, el regulador sanitario no ha diseñado el mecanismo de autorizaciones, por lo que los consumidores siguen desprotegidos, ya que sin ese permiso y con el Código Penal en la mano todavía pueden ser arrestados y recibir penas de cárcel por llevar más de cinco gramos de cannabis.

Para Eduardo González, uno de los puntos positivos de la legalización o despenalización de las drogas blandas, como la marihuana, es la posibilidad de que habría una disminución considerable en la violencia relacionada con la producción, distribución, venta y consumo.

“Somos una sociedad que no establece una relación directa y lógica entre las prácticas y los discursos. Quizá en términos discursivos, una parte importante de la sociedad diga que no lo quiere y que no estamos preparados. Pero en términos de las prácticas, el consumo que hay en México cada vez es mayor. Me parece que ahí hay un punto de análisis que valdría la pena revisar”, comentó González.

Cannabis avanza... en el resto del mundo

Mientras esto ocurre en México, en el mundo continúa el avance de la despenalización y legalización de la marihuana, tanto lúdica como medicinal. Ejemplo de ello es Estados Unidos, donde en 2012, Washington y Colorado fueron los primeros estados en legalizar el uso recreativo de la cannabis. Actualmente 18 estados se encuentran en esa condición.

“Mientras en la Unión Americana cada vez hay más estados que aprueban el consumo legal de la marihuana, pues nosotros parecería que seguimos e insistiendo en mantenernos dentro de esta vorágine de la lucha contra la producción, la distribución y consumo de la marihuana, mientras uno de los principales mercados del mundo está cediendo a las presiones, las necesidades, los requerimientos de la sociedad para consumirla”, comenta Eduardo González.

“En caso de que no se logre destrabar para el 15 de diciembre, a mí me parece que sería uno de los asuntos que pasaría a experimentar “el sueño de los justos”, es decir, estarían en el cajón de lo pendiente e irrelevante por parte del Senado y que difícilmente se podría destrabar en lo que resta de esta administración. Es un debate que se tiene que seguir dando, pero que también es muy importante que se concluya, porque debatir por meses y meses no nos va a llevar a ningún lado”, concluye el especialista.

3 PREGUNTAS CON

Rafael Soler Suástegui, especialista de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle.

¿En qué se encuentra la discusión de la Ley de la Cannabis?

Hay tres momentos importantes en todo este proceso. Tuvimos la aprobación en la Cámara de Diputados de una ley de regulación de cannabis muy interesante, que hablaba de una cierta cantidad de posición. Pero esa ley está detenida en la Cámara de Senadores. Habría que entender, antes que nada, que la Suprema Corte había decidido que pertenece al libre desarrollo de la personalidad el consumo de marihuana. Entonces, esta ley de regulación de cannabis corresponde a esa resolución de la Corte.

Debido a que está detenida en el Senado, -y ya tiene bastante tiempo- la Corte emite una declaración general de inconstitucionalidad. ¿Cuál es el propósito de esta declaración general de inconstitucionalidad? De manera muy sencilla. La ley señala que únicamente para fines científicos o medicinales puede utilizarse la marihuana. Bueno, esta declaración lo que hace es quitar esa parte, esta restricción de que solamente para efectos medicinales y de que solamente para efectos científicos o de investigación científica.

La ley surge para corregir algo que la Corte ya decidió que es inconstitucional. Pero, como el Congreso no expide en definitiva la ley, lo que hace la Corte es una declaración general de inconstitucionalidad. Pero la solución correcta y adecuada es precisamente la ley federal.

¿Por qué no ha avanzado la aprobación? Se habla de que tiene que estar antes del 15 de diciembre

Yo creo que faltaría voluntad política. No veo ninguna otra razón para que no se apruebe en la Cámara de Senadores. Probablemente no se aprecia como una ley de las más importantes. Está ahí, pero es una obligación del Congreso de la Unión porque se ha considerado inconstitucional, porque es contrario al libre desarrollo de la personalidad.

Creo que ya ha tenido muchos meses la Cámara de Senadores como para analizarlo. La propuesta que sale de la Cámara de Diputados tiene sus bemoles, por supuesto; pero es un tema de voluntad política.

Yo esperaría que se hiciera, no por el tema mismo de la marihuana. Es importante desde el punto de vista del respeto al orden constitucional. Es decir, si la Corte ha decidido que tal situación es inconstitucional, pues hay que ejecutarlo, hay que cumplirlo.

¿De qué se pierde México mientras se alarga este debate?

Creo que lo que se está perdiendo México es algo muy importante: transformar un enfoque penal e impositivo, prohibicionista, del consumo de drogas a un enfoque de salud pública en donde entendamos que las personas que consumen ciertas sustancias realmente no están cometiendo un daño a la sociedad, sino que se están afectando a sí mismos.

Si nosotros le damos el enfoque de salud pública que debe de tener, creo que podemos evitar que las personas consuman sustancias que le hacen daño. En el fondo esa debería ser la intención, que las personas no tengan la necesidad de consumir cosas que les hagan daño.

Nos hemos dado cuenta que el enfoque prohibicionista no funciona. Nos estamos perdiendo de ese enfoque de salud pública.

Cuando se habla de la despenalización de ciertas drogas puede haber una confusión respecto de la intención. Por supuesto que no es la intención que la gente consuma sustancias. Nada más alejado de la realidad. Más bien, con la despenalización podemos dar otro enfoque y otro tratamiento. Podemos destinar quizá menores recursos presupuestales, pero mejor dirigidos y conseguir el propósito.

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