Después de los nuevos cambios realizados en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador, han existido críticas por los perfiles asignados a importantes tareas, como el caso de Javier May, quien pasó de la Secretaría del Bienestar a ser el director general del Fondo Nacional de Fomento Turístico (Fonatur) y luego encargado principal del avance del Tren Maya.
Cuestionado sobre la experiencia de May en el sector ferroviario, la cual es nula, Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, defendió al funcionario y la designación realizada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se mantiene en aislamiento por haber dado positivo a Covid-19 el pasado lunes 10 de enero.
“Javier es un político experimentado, es un compañero honesto, un servidor público eficiente que ha venido colaborando desde muy joven con este movimiento, es un activo de este movimiento y es una gente que ha dado resultados, y ahora el presidente nos pide a todos que hagamos un esfuerzo para que los grandes proyectos nacionales puedan llegar a buen término”, comentó López Hernández en la conferencia de prensa matutina de este miércoles.
“Estamos varias dependencias coadyuvando con Fonatur, lo haremos seguramente con Javier. Está SEDATU, Medio Ambiente, el INAH, la Secretaría de Gobernación, Conagua, SCT, Defensa y Marina fortaleciendo los trabajos del Tren Maya. Y en esa lógica, Javier se encargará de coordinar los esfuerzos de todo el gobierno federal y mantener la interlocución con los inversionistas privados de las constructoras y desde luego en atender todo el asunto social que una inversión pública de esta magnitud conlleva en las regiones en las cuales se está construyendo el proyecto del Tren Maya”, añadió López Hernández.
El Secretario de Gobernación explicó que los demás movimientos en el gabinete del presidente (Bienestar, DIF, SICT y en el AICM) obedecen a una lógica de fortalecer el trabajo de equipo.
Cuestionado sobre la finalidad de que un político experimentado -y no alguien sin trayectoria en la construcción de obras- llegue a este puesto, López Hernández defendió que Javier May es experimentado, “no nada más en política, sino administrativamente”.
Tras recordar que Javier May ha sido dos veces presidente municipal, senador con licencia, y otros trabajos administrativos, López Hernández consideró: “Es un político experimentado, pero también es un administrador eficiente y honesto, y que el presidente le haya encargado —porque más que un cargo, es un encargo— el que coordine los trabajos del Tren Maya, pues es un orgullo en realidad para todos”.
Funcionarios y ex funcionarios todólogos de AMLO
- Alfonso Durazo. Primero sirvió como secretario particular de Luis Donaldo Colosio, en sus diferentes cargos, hasta la campaña presidencial. Posteriormente fue secretario particular de Vicente Fox en la presidencia, diputado federal (2012-2014) y senador por Sonora en 2018. En la presidencia de AMLO asumió la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, misma que dejó para ser candidato y posterior gobernador de Sonora.
- Olga Sánchez Cordero. Mientras era ministra en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, recibió la invitación de AMLO a sumarse a su Gobierno, siendo la primera mujer en encabezar la Secretaría de Gobernación. Sánchez Cordero pidió licencia a su cargo como senadora de la República, al que regresó en 2021 para convertirse en presidenta del Senado. También fue legisladora constituyente en la Ciudad de México.
- María Luisa Albores. La actual secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) es la única persona que ha encabezado dos secretarías en el Gobierno de AMLO. Previamente fue Secretaria del Bienestar.
3 preguntas con
Marcos Pérez Esquer, especialista de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle.
¿Qué lectura da de los actuales cambios en el Gobierno?
Mi lectura es que los cambios que se están dando intentan dos cosas: por un lado, corregir la pésima ruta que ha tomado la ejecución del proyecto del Tren Maya y por otro, robustecer el carácter clientelar y electorero en los programas sociales de la Secretaría de Bienestar.
El cambio de Jiménez Pons, que estaba en Fonatur y lo mandan de subsecretario de Transportes, deja a la vista la inconformidad del Presidente de la República para con el desempeño de Jiménez Pons en cuanto a la discusión del proyecto del Tren Maya. Y no es para menos, es evidente desde hace tiempo que se trata de un proyecto con serias carencias de planeación y plagado de improvisaciones. Se han realizado 23 cambios al proyecto de todo tipo.
Entonces, el relevo de Jiménez Pons era de esperarse, y lo sustituye Javier May, quien era el secretario de Bienestar. Si bien no tiene un perfil que nos hiciera pensar que es un buen ejecutor de una obra de este tipo, pues es un operador de toda la confianza del presidente. Sabemos que el presidente privilegia la lealtad sobre la capacidad.
Las críticas señalan que Javier May se suma a los funcionarios todólogos de la 4T, en los que no importa la trayectoria o la experiencia, sino la lealtad. ¿Qué resultado ha dado este modelo?
Esta idea de privilegiar la lealtad va a contrapelo de lo que debería ser la intención de cualquier administración pública seria en el mundo. Se han estado incrementando los llamados servicios civiles de carrera o servicios profesionales de carrera, precisamente en el ánimo de que sean las y los más capaces quienes se encarguen de la esfera pública.
La ineptitud cuesta muchísimo y puede llegar a costar incluso mucho más que la corrupción. Entonces no basta tener gente bien intencionada, suponiendo que lo fueren. Es indispensable también que la gente que se encarga de nuestros dineros -porque al final del día el erario es nuestro dinero- sean personas con la capacidad técnica suficiente para ejercer este recurso, con sensatez, con eficiencia, con honradez, con austeridad, cumpliendo los objetivos.
La política del presidente de privilegiar la lealtad ya nos está costando muchísimo a las y los mexicanos. El caso del Tren Maya es un ejemplo. Se dice rápido, pero variar un presupuesto de 140 mil millones de pesos a más de 200 mil millones de pesos es un escándalo. O por lo menos debería de serlo. Es un mundo dinero que se está tirando a la basura solamente por el hecho de que quienes se encargaron del proyecto no lo planearon bien y no lo ejecutan bien.
¿Considera que las divisiones o los desencuentros al interior del Gabinete importan más que los resultados que está dando el funcionario en cuestión?
Como decía, la ineptitud también es una forma de corrupción. Me parece un grave error no vigilar que los perfiles de las personas que asumen los cargos públicos, realmente cumplan con lo que ese rol exige. Yo estaría haciendo un llamado a que en el futuro se pudiera vigilar esto con mucho mayor puntualidad. Ojalá que, incluso, el Congreso de la Unión pudiera emprender alguna reforma legal para que estos nombramientos sean mucho más fiscalizados y no sean tan discrecionales y al final del día, tan arbitrarios.
Hemos visto en otras ocasiones que algunos funcionarios son removidos más por sus opiniones que por sus resultados. Se me viene a la mente el caso de Jaime Cárdenas, pero hay muchos más. En el caso concreto de Jiménez Pons me parece que su relevo deriva más bien de su ineficacia para ejecutar el proyecto del Tren Maya. Y se trata de una ineficacia que está costando mucho en términos de dinero, en términos de tiempo y en términos de imagen pública para el gobierno.