Pese a los esfuerzos para resolver el desabasto de medicamentos, este problema persiste en todo el país debido a que todos los eslabones en la cadena de distribución han sido afectados, señaló en entrevista con Publimetro el colectivo Cero Desabasto, que realiza un seguimiento y mapeo de la escasez registrada en las principales instituciones de salud pública del país.
Este martes, Jorge Alcocer Varela, secretario de Salud, afirmó que el Gobierno de México continúa con el compromiso de estar informando sobre los medicamentos adquiridos por el sector Salud para nuestro país.
“Entre febrero y marzo recibiremos 137 millones 205 mil 597 piezas derivadas de la extensión contractual de las compras del 2022, con lo que se garantizará el abasto del primer semestre. La compra del Insabi y de la Unops garantizarán un abasto mayor del 95% de las claves solicitadas para el primer semestre”, señaló como ejemplo Alcocer Varela, durante la conferencia de prensa matutina del 22 de febrero.
“El 95%, pero ¿con respecto a qué?”, cuestiona Cero Desabasto. “Si eso es similar a cómo se comportó en 2021, pues no estamos teniendo los resultados. No vemos cambios específicos en los resultados que nosotros monitoreamos. Sabemos que el alcance que pudiera tener esto es discutible. Nos hablan de millones de piezas, pero no tenemos claridad exactamente de si esas piezas están teniendo satisfacción a las necesidades de todas y todos. Además, la parte de la distribución también es un reto. Nos gustaría saber qué se está haciendo diferente, porque lo que se está haciendo estos últimos años, no está funcionando”, añade Andrés Castañeda, coordinador del colectivo.
Sin embargo, a pesar de los intentos para resolver el problema del desabasto durante 2021, los cuales incluso llevaron a solicitar el apoyo de las Fuerzas Armadas para la distribución de medicinas, los efectos de esta iniciativa aún no han resuelto el problema
Con más de tres mil 600 reportes registrados durante 2021, el año pasado fue crítico en cuanto al abasto de medicamentos, explica Andrés Castañeda. “Lo que buscamos las 81 organizaciones que integramos el colectivo Cero Desabasto -y todos los aliados que se sumaron a este esfuerzo- es dar un carpetazo y dejar de especular sobre si estamos mejor o peor, si hay o no hay desabasto. Con este informe dejamos muy claro que el problema del desabasto está peor que nunca. 2021 es el año con mayor registro desabasto en la historia moderna de nuestro país”, añade Castañeda.
“Esto no es una crítica, sino un llamado a la atención y una invitación a tomar un nuevo camino para llegar a nuevos resultados”, comentó el especialista. “Esa información la usamos para ayudar a las instituciones también. Para que sepan las autoridades estatales y federales cuando no están teniendo la medicina. Este informe es un procedimiento o un ejercicio de contraloría externa que nos puede ayudar muchísimo también a contribuir como sociedad a la solución de este problema”, dijo.
El desabasto de medicamentos es un problema grave en el país, y “no es tomando decisiones de manera unilateral, como se ha hecho en los últimos años desde el Gobierno Federal, como se va a resolver el problema. Si lo queremos resolver en serio, nos tenemos que sentar en la mesa y colaborar el gobierno, todas las instituciones que lo componen, pero también la industria, la sociedad civil, las y los profesionales de salud y sobre todo: los pacientes”, concluye Castañeda.
Este miércoles 2 de marzo, Cero Desabasto presenta el informe “Radiografía del desabasto: Informe de transparencia en salud 2017-2021″, en donde buscan que las autoridades reconozcan el tamaño del problema del desabasto de medicamentos, de todo tipo, en las instituciones públicas de México. Puede seguirse a las 10:00 horas (hora del centro de México) a través del sitio web CeroDesabasto.org. En la cuenta de Twitter @CeroDesabasto habrá un Space a las 18:00 horas, para dar seguimiento a la información. Más información en cerodesabasto.org.
3 preguntas con
Andrés Castañeda, coordinador del colectivo Cero Desabasto
¿Qué tanto se ha avanzado para resolver el problema de desabasto de medicamentos? Especialmente tras la iniciativa de que sean las Fuerzas Armadas quienes distribuyan las medicinas
Creo que el problema hay que dividirlo en varias partes. Si seguimos la cadena del acceso a los medicamentos, podríamos hacer un esquema sobre lo que tiene que suceder para garantizarlo.
Lo primero que necesitamos es la planeación, es decir, definir cuántos medicamentos vamos a necesitar, cuáles y cada cuánto. ¿Qué pasa en México? Que en esto tenemos problemas desde siempre. Por ejemplo, si bien es cierto que el IMSS no atiende a más del 75% de la población, sí es quien compra más del 65% de los insumos de salud. Desde ahí podemos ver que hay algún problema
Después viene la parte del financiamiento, que si queremos compararlo con años anteriores, pues se ha mantenido en algunas instituciones. Incluso ha aumentado, pero en términos, en bruto, se ha mantenido el presupuesto.
En cuanto a la adquisición es donde hemos tenido cambios muy importantes, de manera directa y también de manera indirecta. Primero, de manera directa, porque ya se cambiaron las reglas con las que se compraban las medicinas. El problema no es realmente que se hayan cambiado las reglas; sino que se cambiaron sin tener muy claro cómo funcionaba el sistema y eso ha generado mucha incertidumbre en el mercado, en los pacientes y en los profesionales de salud.
Eso desincentiva la producción y la planeación de producción, inclusive la apertura de nuevas competencias. Dicho sea de paso, se separó la parte de la distribución de la compra. Originalmente, cuando el IMSS hacía esta compra consolidada, también compraba la entrega de medicamentos. En ese sentido ese es un problema importante.
Por otro lado, en cuanto al almacenamiento, también tenemos problemas. La intención de hacer compras bianuales, como se había mencionado en su momento, no se concretó. No es nada más es comprar medicamentos, sino tener dónde guardarlo. Un almacén tiene que cumplir con características en cuanto a términos de seguridad, de gestión, de temperatura, humedad, luz, que tiene que estar en un ambiente regulado y avalado por la COFEPRIS.
Finalmente, en cuanto a la disponibilidad, también hemos tenido problemas en los últimos años. Algunas farmacias, por temas de Covid y por temas de personal, cerraron.
En resumen, vemos que han habido problemas en todos los frentes, en todos los eslabones de la cadena de acceso. Esta cadena también viene acompañada de procesos de regulación en los que también han habido retrasos; por ejemplo, en la entrada de algunos registros sanitarios. Por ejemplo, para traer un nuevo genérico de algún otro país, se tienen que tener permisos y en eso han habido retrasos porque ha cambiado personal en la COFEPRIS. Ha habido mucha inestabilidad en ese sentido.
Lo que más daño ha hecho es la inestabilidad e incertidumbre en los mercados. Y eso también ha conllevado a que se queden desiertas muchas claves. Veíamos ya con la Auditoría Superior de la Federación como se probó que realmente no se compraron los medicamentos que se necesitaban. En 2021 se repite esa situación y vemos con mucha preocupación que 2022 pareciera que las licitaciones que se que se hicieron a principios de año no salieron como se esperaba, por lo que están saliendo las instituciones a comprar por su cuenta con adjudicaciones directas, que eso se presta mucho más a temas de corrupción y de sobreprecio.
¿Cero Desabasto considera principalmente instituciones públicas para realizar el mapeo del desabasto de medicamentos en el país, pero han tenido algún comentario sobre instituciones privadas?
Sí ha habido desabasto en instituciones privadas. Hay que decirlo, es menor, el grueso de la problemática -estamos hablando de millones de personas sin medicinas, de ese tamaño lo que estamos hablando- se concentra sobre todo en instituciones públicas y esto es generalizado, en todos los Estados, en todas las instituciones, en varios grupos terapéuticos.
El desabasto en instituciones privadas es mucho más específico, especialmente en algunas claves, y es muy contextual. Hay que decirlo así. Por ejemplo, tenemos desabasto de algunos medicamentos porque se decide retrasar la importación y es una decisión de las empresas donde no tiene nada que ver el gobierno. Otras veces, hay problemas con algunas materias primas de algunos insumos específicos y hay veces que ha aumentado la demanda, por ejemplo, con la pandemia, lo que desestabilizó los inventarios.
¿Y qué experiencias les han contado la gente, especialmente en estos últimos meses?
Lo podemos resumir en una frase: “La incertidumbre de saber si este mes me van a dar mi medicamento o no”. Y lo vemos con preocupación. Yo creo que esto es algo que no deberíamos de aceptar como sociedad. Esto es meramente desestabilizante para una familia, para una sociedad. Porque además, cuando una persona no está en completo control de su salud, no solamente se ve afectada la familia, sino la empresa en donde esta persona trabaja, quien le cuida y quien no. Es un impacto importante para toda, para toda la sociedad.