Habitantes de diversas comunidades de Zacatecas, principalmente de Jerez, llegaron al Zócalo capitalino para exigirle al presidente Andrés Manuel López Obrador seguridad y la intervención de las fuerzas armadas, aunque sea, para poder regresar a sus localidades, cosechar sus árboles de durazno, y no dejar perder su siembra; lo último que les queda.
Mauro Talamantes, representante de la Confederación Nacional Campesina (CNC) Zacatecas, explicó que existe desazón con el Gobierno del Estado por su respuesta al tema de la violencia “por eso acudimos al derecho de réplica con el presidente López Obrador, porque él dijo que el asunto de los desplazados de Zacatecas no era un tema nacional, no era un tema importante”.
Sobre el apoyo de las fuerzas armadas para levantar las cosechas, Talamantes señaló que se trata de aproximadamente seis mil hectáreas de durazno en el Estado, los cuales necesitan podarse en esta quincena, o se van a perder. “Se necesita el apoyo para que puedan levantar cosechas desde el año pasado”, añadió.
“Zacatecas tiene 70 mil kilómetros cuadrados, 15 mil solamente en la franja que va de Nayarit a San Luis Potosí, donde hay una reserva mineral y que es la ruta en donde esta la violencia. Los pueblos están siendo desplazados, retirados de sus comunidades, por algún interés de grupos superiores. Si revisamos, ahí estaremos mirando quienes son los responsables de los más de dos mil desplazados”, comentó Talamantes.
Cuestionado sobre las acciones de seguridad para resolver la situación, el representante de la CNC señaló que éstas han sido omisas. “Por primera vez en la historia, los pueblos están siendo acompañados por las fuerzas de seguridad, pero no para defenderlos, si no para retirarlos de ahí. Ya son 5 (de 58) municipios y estamos hablando de 30 comunidades, desplazadas. Y todo lo que ello implica”.
Mauro Talamantes indica que éstas eran comunidades autosuficientes, pero que ahora necesitan el apoyo del Gobierno Federal. “Los productores fueron desplazados, mataron a sus animales, a sus mascotas, existe abigeato [robo de ganado] y ellos no hacen nada”; por lo que pidió que se instale una corporación militar en Jeréz, ya que la presencia de la Guardia Nacional es insuficiente, pues tienen dinámicas distintas que no obedecen la vida cotidiana de la comunididad.
Dejé toda mi vida ahí: desplazada
Al respecto, Juanita Ramírez, habitante de la comunidad de Sarabia, en Jerez, Zacatecas, señaló que desde hace ocho meses fue expulsada de su casa, la cual ya no existe pues fue destruida por grupos violentos.
“Salimos de nuestras casas por la violencia”, dijo en entrevista con Publimetro. “Del rancho donde estamos nosotros éramos como 150 habitantes. Al rancho no fueron los gobernantes, ni siquiera en la campaña, por lo mismo de la inseguridad”, expresó.
El día en que Ramírez regresó a su comunidad para ver su casa se encontró con la nada y con el trabajo de años totalmente derrumbado. “Se siente una impotencia con la que no se puede vivir. Yo dejé toda mi vida ahí, y el día que regresamos, la casa estaba toda balaceada. No me dejaron casa. Ahora vivimos en casas prestadas, rentadas”.
Imaginando que establecía un diálogo con el presidente López Obrador, Juanita Ramírez respondió: “Le pediría que nos ayude, que vea por nosotros. Queremos que pongan una Guardia Nacional para podernos regresar a nuestras casas. Nosotros ya no podemos porque no tenemos casa. Es empezar desde abajo y como está todo de caro, es más difícil. A lo mejor ya no se va a poder hacer la vida de antes. Eran unos ranchos muy pacíficos y muy unidos todos. Ojalá que la gente que pueda regresar, lo haga. Pero para nosotros es más difícil”.