Los aseguramientos derivados de las operaciones contra el narcotráfico realizadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) disminuyeron durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO); por el contrario, las denuncias por delitos asociados al narcomenudeo se dispararon.
Entre 2019 y 2021, el ejército mexicano decomisó 527 mil 624 kilogramos de droga (marihuana, semilla de amapola, semilla de marihuana, cocaína, heroína, goma de opio y metanfetaminas), 20 mil 636 vehículos (transporte terrestre, aeronaves y embarcaciones), 110 laboratorios y 98 pistas de aterrizaje clandestinas.
Estos registros de incautaciones fueron superiores en la segunda mitad de la administración de Enrique Peña Nieto (2016-2018): un millón 426 mil 256 kilogramos de droga (63.1% más), 30 mil siete vehículos (mayor en 31.3%), 268 laboratorios (59% más) y 576 pistas de aterrizaje clandestinas (mayor en 83%), de acuerdo con datos de la Sedena.
Sólo en el rubro de aseguramiento de armas no se observó un decremento, pues en los primeros tres años de la gestión del morenista se confiscaron 17 mil 990 (cortas, largas y granadas), en el cierre del gobierno priista 15 mil 230.
La reducción de los decomisos efectuados por el ejército mexicano se relaciona, directamente, con la política personal de AMLO sobre no perseguir a los grupos criminales, señaló en entrevista Alexei Chévez Silveti, consultor en temas de seguridad nacional.
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Es una “política personal del presidente de la República”, agregó el especialista, porque no hay una estrategia de Estado. Entonces, dijo, sino persigues al crimen organizado, no se tienen detenidos; y si no hay detenidos, no se aseguran autos, armas, etcétera.
“Quiero ser muy específico con esta parte del ‘presidente de la República’, pues es una estrategia personal avalada en absolutamente ningún dato o en algún ejemplo a nivel nacional o internacional que funcione. Los famosos ‘abrazos y no balazos’”, aseveró Chévez Silveti.
Delitos de narcomenudeo se desatan
De 2016 a 2018 se matricularon 136 mil 805 denuncias por delitos asociados al narcomenudeo, de las cuales 133 mil 794 correspondieron al fuero común y tres mil 11 al federal, según información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Con Andrés Manuel López Obrador las carpetas de investigación abiertas por el referido crimen subieron en 69.6%, debido a que en su primer trienio se enlistaron 232 mil 102 (229 mil 286 del fuero común y dos mil 816 del federal).
Respecto a los detenidos, en dicho periodo de Peña Nieto la Sedena capturó a 21 mil 353 personas en sus operaciones contra el narcotráfico; mientras, con AMLO hubo un ligero incremento: 21 mil 999 aprehendidos.
De mantenerse la actual estrategia de seguridad los grupos del crimen organizado fortalecerán su capacidad predatoria sobre la sociedad, porque conforme consolidan su asentamiento territorial también aumenta su control de relaciones políticas, sociales y económicas, explicó a Publimetro Armando Rodríguez Luna, director de proyectos de la División de Seguridad e Inteligencia de Strategic Affairs.
Uno de los problemas más importantes derivados del asentamiento del crimen organizado, abundó el experto, es la pérdida de la gobernabilidad a nivel municipal y estatal con la aparición de grupos armados, los cuales buscan defenderse o participar en el negocio.
“Este axioma de ‘abrazos, no balazos’ lo que ha implicado es que haya menos enfrentamientos y, por tanto, hay menos presencia de las fuerzas armadas en los lugares donde tienen que llevar a cabo tareas de erradicación de cultivos y de interdicción”, apuntó Rodríguez Luna.