A diez días después de que la Cámara de Diputados aprobó cambios en la Ley Minera en cuanto al litio, hecho celebrado como “nacionalización” por el propio presidente, este miércoles Andrés Manuel López Obrador afirmó que se convocará a que países como Argentina, Chile o Bolivia “compartan sus experiencias” con el litio.
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“Se está convocando a una reunión de países con potencial y productores de litio. Hay comunicación con los gobiernos de Argentina, Chile, Bolivia y se está pensando hacer un trabajo conjunto”, comentó López Obrador.
El presidente consideró que “hay países en donde el litio ya ha sido nacionalizado, que es el caso de Bolivia y el caso de México”, añadió. “El caso de Chile y de Argentina no es así, pero sus gobiernos tienen interés de que haya esta unión”.
López Obrador comentó que todo esto va a ayudar mucho para definir las características de la empresa mexicana que va a manejar el litio, tanto los recursos como la investigación.
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“¿De dónde van a salir los recursos para la empresa de litio?”, se cuestionó el presidente, respondiendo “Pues de los ingresos de la hacienda pública”. El presidente concluyó con: “vamos ya también a definir cómo va a quedar esta nueva empresa, si va a ser del todo independiente o va a estar relacionada con Hacienda, con Economía, con la Comisión Federal de Electricidad, con Energía o con todo el gobierno, vamos a buscar el mejor modelo”.
3 PREGUNTAS CON
Bernardino Esparza Martínez, especialista de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle.
¿Cómo se inserta la narrativa de colaboración internacional después de que la semana pasada se presumió la nacionalización de litio?
Es una cuestión muy interesante. El litio es de la Nación y el Estado tiene la primera facultad por este tipo de explotación. Pero la gran pregunta es: “¿realmente el Estado tiene la capacidad para poder sostener todos los procesos en litio?”. Si van a tomar las experiencias, por ejemplo de Bolivia, hay que ver nada más la ideología de aquel país, que es completamente distinta a la de nosotros. Chile y Argentina también tienen ideologías completamente distintas. Se pueden tomar experiencias, o hacer comparaciones etcétera.
Pero, en realidad, lo primero es que no hay presupuesto. Está la Ley Minera pero, hasta donde tengo entendido, en el presupuesto de este año no veo ninguna claridad para poder hacer las inversiones necesarias para toda la producción de litio en nuestro país.
En septiembre de este año, inicia el siguiente periodo de sesiones. Ya que se empiece a presentar el presupuesto para 2023 tendrían que hacer el presupuesto para poder empezar -como Estado- una empresa, lo cual lo veo muy complejo.
¿El Estado mexicano se puede asesorar con empresas que ya estén trabajando en materia del litio?
Por supuesto, es parte de la cooperación. En muchas de las empresas privadas hay personas expertas que conocen del tema y ahí pueden establecer convenios de colaboración para que les asesoren.
El Estado, al verse incapacitado económicamente para poder hacer esta producción de litio, necesita -sin duda- aliarse con empresas a través de convenios y de contratos. Esto no quiere decir, por supuesto, que las empresas sean los únicos que van a tener los recursos de litio. Para eso son los contratos y los convenios, entonces eso es necesario para poder también fomentar la inversión en nuestro país y crear empleos, que eso siempre ha sido el tema de las empresas: inversión y creación de empleos.
En cuanto a la cooperación internacional, ¿Puede crearse una especie de empresa de todas las naciones con las que México busca colaborar? O una especie de acuerdo de cooperación, más allá de compartir experiencias.
Claro, México tiene acuerdos bilaterales y multilaterales con diversas empresas comerciales, inclusive con países, para poder hacer esa cooperación.
Puede ser una cooperación mutua para allegarse de información saber cómo trabajarlo y hacer una buena producción. Y no está peleado. Es parte de la globalización que siempre se ha hablado.
