“Yo cuido a mis nietos, a los dos, porque –hace más de ocho años– un día su mamá desapareció y no volvimos a saber de ella, y con su papá no contamos”, así Edith N. tomó la tutela de sus dos nietos luego que su hija, Silvia N. se convirtió un una más de los miles y miles de desaparecidos en México.
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El problema de los desaparecidos prevalece como uno de los más graves del país, y cada día crecen los reclamos de familiares y colectivos para esclarecer los casos. Por lo pronto, en el Senado se aprobó una reforma orientada a la creación de un Centro Nacional de Identificación Humana (CNIH).
Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNL) elaborado por la Secretaría de Gobernación, entre 1964 y 2022 hay un registro total –oficial– de 243 mil 240 personas desaparecidas, no localizadas y localizadas.
De esta cantidad, hasta el día de hoy aún permanecen desaparecidas y no localizadas 99 mil 080 personas –Silvia es una de ellas–; mientras que más de 144 mil personas han sido localizadas, de los cuales nueve mil 827 fueron halladas sin vida.
Así, de la noche a la mañana todo cambia para familias enteras. La desaparición de Silvia luego de salir de trabajar en un negocio de comida en la colonia Tlatelolco, en la alcaldía Cuauhtémoc del entonces Distrito Federal –hoy Ciudad de México–, luego de ocho años, sigue sin respuesta.
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Sus dos hijos: Emilio y Camila (ahora de 15 y 13 años) quedaron huérfanos, pero sin la posibilidad de despedirse o cerrar círculos, pues oficialmente no ha sido declarada muerta, ellos solo la esperaban en casa y Silvia nunca regresó de trabajar.
Ninguna cámara de la zona dio visos de qué ocurrió, hacia dónde fue, si alguien se le acercó. Todo es silencio.
Por lo pronto, en el Senado se reformó la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas.
Entre otros aspectos, determina que “las investigaciones de la Fiscalía Especializada deberán realizarse en un término no mayor de 72 horas, salvo que por su naturaleza se requiera ampliar hasta por un máximo de 144 horas”.
Su objetivo, según resalta, será operar como un sistema forense multidisciplinario de identificación humana que analice “toda la información forense disponible y útil para la identificación”, se precisa en el documento aprobado por los senadores.
¿Cómo resolverá el CNIH el problema de los desaparecidos?
- Realizar acciones de búsqueda forense con fines de identificación humana.
- Recuperar, recolectar, resguardar, trasladar, transportar y analizar cuerpos, restos humanos y muestras óseas con fines de procesamiento genético.
- Solicitar a las instituciones de los tres niveles de gobierno información concerniente a la búsqueda de personas y resguardarla.
- Realizar campañas de tomas de muestras que permitan recabar información genética.
- Emitir los lineamientos que regulen el procesamiento de la información de las fiscalías. Inspeccionar centros de resguardo, cementerios, fosas comunes o restos humanos e indicios biológicos sin identificar.
De esta manera se espera dar respuesta a los familiares de desaparecidos, la mayoría sin esperanzas reales de encontrarlos, pero con la idea final de completar duelos, resolver dudas, tener paz.