El presidente Andrés Manuel López Obrador aceptó que en 2022 ha incrementado el robo de combustibles -conocido como huachicol-, a lo que dijo que tendrán que “aplicarse”.
“Ahora tenemos que aplicarnos porque hay un repunte que se nos ha venido expresando de tres meses a la fecha. Claro, nada que ver con lo que había”, comentó el presidente, hablando de que hasta el 7 abril de 2022, se registró el robo de 6 mil 800 barriles al día.
“Para los que dicen que la corrupción no es nada, es el principal problema del país y hay que acabarlo, desterrarlo. En diciembre del 2018, se robaban 72 mil barriles. Cuando tomamos la decisión, empezamos a bajar. Se nos presentó una crisis fuertísima de desabasto y empezó de nuevo”, explicó el presidente.
López Obrador explicó que esto ha significado un ahorro de 202 mil millones de pesos y afirmó que “este es el financiamiento del año pasado de la pensión de adultos mayores”.
¿Por qué hay desabasto de gasolina?
Empresarios del sector gasero consultados por Publimetro, así como especialistas en seguridad, afirman que retenes y bloqueos en varias entidades de la República mexicana por organizaciones del crimen organizado han provocado que varias gasolinerías del país presenten escasez del combustible en los últimos días. Esto encendió las alarmas de automovilistas y chóferes del transporte público, quienes reportan dificultades para abastecer los tanques de sus vehículos
Adicionalmente, en fechas recientes, el gobierno federal ha detectado un alza de incidentes de grupos de huachicoleros que interceptan pipas que trasladan el combustible en zonas como el Estado de México, la zona sur de la Ciudad de México, Nuevo León y Jalisco. Esta situación ha complicado el abasto de las estaciones de gas.
a situación se ha repetido en varias ciudades del país; por ejemplo, en la zona metropolitana de Monterrey, donde incluso el litro de gasolina magna rebasó los 25 pesos, de acuerdo con Milenio.
3 PREGUNTAS CON
Luis Serra, director de la Iniciativa de Energía del Tec de Monterrey.
Existe una tendencia a la alza en cuanto al robo de hidrocarburos, ¿por qué ocurre esta situación? Justo en días donde hay denuncias ciudadanas sobre escasez de combustibles en varias gasolineras.
Son dos fenómenos un poco separados. No necesariamente es la única causa de estas apariciones de desabasto, o de escasez de combustible, en ciertas zonas del país. De hecho, hasta en ciertas estaciones de servicio específicas. Ahí es donde justo te das cuenta que no tenemos un problema generalizado, porque, si fuera una situación en la que tienes a toda una entidad o tienes a toda una región que está sufriendo de esa escasez, pues entonces sí estaría ocasionada por un un fenómeno de disponibilidad del producto.
En este caso, en el del huachicol, desde que se tomaron las riendas de esta administración en 2018 y que se dijo que se iba a combatir este problema, pues en realidad la estrategia simplemente se limitó a decir que se acabó, es decir, no hay ningún tipo de acciones específicas para atender la problemática.
La política que se organizó alrededor de 11 instituciones, en enero de 2019, para combatir el huachicol no fue más que un ardid publicitario de la administración para resolver un problema que ellos mismos habían ocasionado en el último trimestre del año, al empezar a frenar las importaciones de combustible de Estados Unidos.
Una vez que ocurre eso -y se dan cuenta que ocasionan un desabasto más generalizado- fue cuando deciden lanzar esta supuesta política contra el robo de hidrocarburos, así que mágicamente, sin ningún tipo de evidencia que la respaldara, pues supuestamente pasó a eliminar hasta el 95% del problema. La realidad, y lo que siempre se le cuestionó a la administración, fue el tema de decir “si resolviste el problema al 95% pues deberíamos estar viendo que Pemex incrementa sus ventas en ese 95%” y la verdad es que eso no ocurrió.
Entonces, eso es un indicio más claro de que nunca se atendió el problema, estuvo ahí presente. Las cifras que menciona la misma administración para mí ya carecen de todo tipo de validez y de transparencia respecto a cómo se están levantando.
¿Por qué existe el robo de hidrocarburos? Ha existido, no solo en esta administración, sino que es claramente una problemática que arrastramos desde que se empieza a medir el fenómeno en el año 2000 y que tiene un incremento importante con la administración de Calderón y luego un incremento brutal a partir de 2013, con el presidente Peña Nieto. Tiene que ver precisamente con la oportunidad y con el vacío institucional que hay también en términos del otro frente que tiene el país: el combate a las organizaciones criminales.
En esa lucha aparece la ‘oportunidad histórica’ para estos grupos criminales de poder hacer negocio y el robo de hidrocarburos genera mucha liquidez para estas organizaciones y esa liquidez les permite a ellos, pues estar financiando otro tipo de actividades. Se vuelve además una actividad sumamente lucrativa para reclutar a personas en puntos del país que están tendidos a lo largo de las redes de hidrocarburos, principalmente el corredor más importante que es el que viene desde desde Tuxpan, Veracruz, y que cruza la Ciudad de México y llega básicamente hasta la refinería de Salamanca, Guanajuato.
¿Qué papel tiene el problema del robo de hidrocarburos en el contexto actual que estamos viendo económicamente, como el alza de los precios del petróleo y que los combustibles sean cada vez más caros?
Por supuesto que el escenario persistente que hay de inflación -que se va a extender bien entrado el año siguiente- no ayuda. Como bien mencionas, pues está el fenómeno geopolítico ocurriendo en Rusia y Ucrania de un conflicto bélico que pone presión al precio internacional de petróleo y eso por supuesto pone también presión al precio de las gasolinas. Eso vuelve más atractivo la posibilidad de crear un mercado negro donde pueden obtener altas ganancias y que además ha sido bastante lucrativo ya por mucho tiempo para estas organizaciones criminales.
¿Qué hacer al respecto?
Lo que han comentado varios colegas y que es importante siempre es mantener calma. Lo peor que puede ocurrir en un proceso así es empezar con el pánico, empezar con elementos que puedan verdaderamente introducir dinámicas que hagan más compleja aún la situación.
Hay que tener una toma de decisiones adecuada y eso sí, le toca a Hacienda y al Ejecutivo decidir cuál es el nivel adecuado de estímulos fiscal que se quiere entregar para no tener un problema generalizado. Hay que recordar que ese estímulo no está ayudando a las personas que verdaderamente necesitan que se les ayude. El estímulo a las gasolinas es generalizado, pero lo recibe más una persona con alto consumo de combustible -la persona que va en su camioneta de 3 millones de pesos con un motor sumamente potente- que la persona que verdaderamente va a pie, o en un microbús, en el transporte público y que verdaderamente necesita el apoyo para que los precios no suban.
