Este 2 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador inaugurará la refinería Olmeca en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, una de sus principales promesas de campaña y con la que se ha comprometido a lograr la autosuficiencia energética del país, un hecho que no será sencillo de cumplir, señalan especialistas.
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Recientemente, el medio estadounidense Bloomberg reveló que la refinería Dos Bocas, uno de los proyectos prioritarios del presidente Andrés Manuel López Obrador, costará en total entre 16 mil millones de dólares y 18 mil millones de dólares, monto que duplica al presupuesto inicial del proyecto que era de 8 mil millones cuando se propuso en 2019. En el artículo citan información aportada por personas con conocimiento del tema, quienes pidieron no ser identificados porque no están autorizados a hablar públicamente sobre el proyecto de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Aunque la promesa inicial era que el 2 de julio estaría funcionando, el pasado 13 de junio el presidente afirmó que lo que se inaugurará será una “etapa”; es decir, un proceso de prueba de la refinería, el cual se espera que dure entre seis y ocho meses. Al concluir el mismo, se espera que Dos Bocas tenga capacidad para procesar 340 mil barriles diarios.
“Va a iniciar un proceso de prueba en la refinería de Dos Bocas, como inició un periodo de pruebas cuando hicieron la última refinería que fue en Salina Cruz hace un poco más de 40 años”, dijo AMLO el 13 de mayo. “La iniciaron y llevó como seis meses, ocho meses que ya empezara a producir de manera óptima, pero nosotros vamos a iniciar un proceso el día 1º de julio, que va a llevar posiblemente seis meses, para que ya tengamos capacidad para procesar 340 mil barriles diarios”, añadió.
López Obrador explicó que “el propósito es no comprar las gasolinas en el extranjero. La lección, esto para los jóvenes, es que se logre la autosuficiencia energética y la autosuficiencia alimentaria, producir en México lo que consumimos, eso nos protege”, sin embargo, esto será complicado porque aún con la rehabilitación de las refinerías existentes, la adquisición de la refinería de Deer Park, en Texas, y la refinería Olmeca, no se logrará más del 30% de la producción nacional, explica a Publimetro Carlos Alberto Bautista Pérez especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.
“Es decir, el 70% restante tendremos que adquirirlo de manera tradicional, como lo estamos haciendo ahora. En México extraemos el petróleo, pero como no hay suficientes refinerías, tenemos que mandarlo hasta India, donde se procesa y regresa como gasolina. Este proceso es lo que nos cuesta tan caro”, añade Bautista.
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“Antes se refinaba directamente en China, pero había mucha contaminación porque la gasolina era de pésima calidad. Una pequeña parte se refina en Estados Unidos: la gasolina Premium, que es la más cara. El problema es que los costos son muy altos, a pesar de que son nuestros vecinos. En India sale más barato, aunque está hasta el otro lado del mundo”, añadió.
Con ese objetivo de lograr la autosuficiencia energética, además de las refinerías, existen otros planes: “Vamos a terminar la coquizadora de Tula para finales del año próximo y resolveremos el inicio de la construcción de otra coquizadora en Salina Cruz para procesar combustóleo y producir gasolinas, porque la gasolina tiene más precio que el combustóleo. Pero no sólo eso, se deja de contaminar con el combustóleo y se exprime más el crudo y se obtienen más gasolinas, para lograr el objetivo de la autosuficiencia, que ese es el propósito principal”, comentó AMLO el 13 de junio.
De hecho, el proyecto para construir otra refinería en Hidalgo durante el sexenio de Felipe Calderón no se concretó y quedó limitado a una barda perimetral. Ahora en ese terreno se construirá un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
¿La refinería de Dos Bocas llegó tarde?
Una de las principales críticas acerca de la refinería de Dos Bocas es que es una obra que llega en la parte final del uso de petróleo como combustible y en plena transición hacia las energías verdes. Al respecto, el especialista de La Salle, explica: “El gobierno actual ha apostado a las energías contaminantes. El más claro ejemplo es el caso de la CFE que tiene a cargo varias carboeléctricas es decir, compra carbón, para quemar carbón y generar energía eléctrica. En el caso de las termoeléctricas, queman gas natural o gas LP para generar energía eléctrica y esto es completamente contaminante”.
En cuanto al combustible, existe una tendencia global de no utilizar automóviles de combustión interna, ni híbridos. “En el caso de la Unión Europea, para el año 2035, todos los coches tendrán que ser eléctricos o bien de celdas de hidrógeno, o en su caso hasta solares. Pero ya no van a haber motores de combustión interna. Los coches anteriores van a seguir circulando, pero esa tecnología poco a poco va a ir siendo obsoleta”, añade Bautista.
Pero, ¿qué pasa con el caso mexicano? El especialista considera que es el momento para invertir en cómo generar más energía eléctrica y energía verde, con el objetivo de poder tener coches eléctricos en un futuro. “Por ejemplo, si ahorita una persona compra un coche eléctrico 100% eléctrico, casi no hay electrolineras, es decir, no hay lugares donde recargar. Ahora es el tiempo exacto para comenzar a hacer esta infraestructura para que, de aquí a 10 años (cuando se dé el cambio al propio auto eléctrico) ya exista todo eso”.
El pasado 17 de junio, el presidente López Obrador participó en Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima, organizado por Joe Biden, su homólogo estadounidense. Ahí presentó un decálogo de las acciones “que estamos implementando en la lucha contra el cambio climático” y en el que señaló: “Nos sumamos al compromiso colectivo de las principales economías del mundo para alcanzar en 2030 el objetivo de producir el 50 por ciento de vehículos de cero emisiones contaminantes. En ello, en nuestro caso, será fundamental el hecho de que hace apenas tres meses nacionalizamos el litio, mineral estratégico en la elaboración de baterías”.
Finalmente, “si insistimos en energía de hace 100 años -como el caso del petróleo y del carbón- pues prácticamente estamos apostando en el pasado y tarde que temprano eso nos va a costar bastante”, concluyó.
3 PREGUNTAS CON
Carlos Alberto Bautista, especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle
¿Por qué se dice que aumentó el costo de la refinería de Dos Bocas?
Cuando se hace la planeación para la construcción de todo, se hace el presupuesto en pesos. Pero en realidad, cuando se tiene que pagar, hay que pagar en dólares y esa diferencia del tipo de cambio es lo que nos fue afectando.
Cabe aclarar que, en lo que va de este año, hemos visto que el peso ha estado más fuerte. Vamos a encontrar que el tipo de cambio ha sido benéfico para el peso mexicano, pero cuando se tuvo que comprar la mayor parte del equipo y todo esto, resultó que el dólar estaba caro. Es decir, hubo sobrecosto.
Por otro lado, debido a la guerra de Ucrania contra Rusia, el acero se encareció muchísimo, hasta un 30% a nivel mundial. Rusia y Ucrania están entre los principales exportadores de acero y con todo el problema no están surtiendo de acero al mundo. Por lo tanto, al haber escasez, también suben los costos.
¿Cuándo funcionará al 100% la refinería?
Cuando tenemos una refinería nueva hay que ver cuántas líneas va a tener y si son solamente para combustibles, como es en este caso. El petróleo va llegar y van a convertirlo ya sea en gasolina regular, en gasolina premium, en diésel, en turbosina, y en otros derivados del petróleo incluyendo también los plásticos. Esto puede tardar desde meses hasta años en que prácticamente pueda operar al 100%.
¿Considera que se ha avanzado en la reactivación del sistema de refinación en México? Especialmente tras la compra de Deer Park, en Texas
Tenemos únicamente seis refinerías en el país. La de Dos Bocas va a ser la refinería número siete. Cuando empezó el sexenio únicamente funcionaban al 100% tres refinerías y las otras tres funcionaban con un 50% o a un 25% de su capacidad.
En lo que va de este sexenio se ha tratado de modernizar todas las refinerías para que puedan producir más, pero la propia modernización ha sido muy lenta.
México creó la mayoría de sus refinerías en los años 60 y 70. Cuando el petróleo aumentó de precio en 1973 -y empezó a ser un buen negocio-, el gobierno mexicano decidió invertir en la refinerías y así, durante el gobierno de José López Portillo (al final de los 70), México se endeudó para comprar la maquinaria para las refinerías; pero eso fue hace aproximadamente 45 años y muchas de estas refinerías tuvieron equipos con más de 40 años de antigüedad por esa razón. Se trató de modernizar, pero el proceso ha sido igual muy lento porque tiene que ser compatible con la tecnología anterior, pero resulta que la tecnología anterior ya era completamente obsoleta.
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Para modernizar se han tenido que cambiar equipos enteros, lo cual ha hecho que todo sea más lento. ¿Lo peor? Hasta sale más caro reacondicionar una refinería que hacer una nueva.
Pemex a cada rato tiene problemas y ya ha tenido incendios y explosiones. La propia Secretaría de Energía le ha dado asignaciones -en este caso, áreas donde pueda extraer el petróleo- pero, como no hay dinero para poder trabajar en esas asignaciones, todo se ha quedado en planes. Sí, se ha avanzado, pero no como quisieran. Ha sido muy, muy lento el proceso.
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