Este martes se reunieron en la Casa Blanca el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en un encuentro en el que destacaron la importancia de atender la migración de manera global, a lo que México propuso establecer un programa con las características del programa Bracero, con el que cerca de 130 mil mexicanos trabajaron legalmente en Estados Unidos entre 1943 y 1946. Al respecto, especialistas consultados por Publimetro consideran que es un aspecto positivo y el planteamiento es oportuno, aunque difícil de concretar en el tiempo restante de los mandatos Biden y AMLO, que terminan en 2024.
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“Cuando Estados Unidos entró a la guerra, miles de estadounidenses fueron reclutados por las Fuerzas Armadas, y esto causó que la agricultura se quedara sin fuerza de trabajo. A los granjeros les urgía mano de obra, como ocurre ahora en restaurantes, fábricas, construcciones y en el campo”, expresó el presidente López Obrador frente a su homólogo estadounidense en el Salón Oval, de la Casa Blanca. “En 1943, el presidente Roosevelt reconoció la realidad y tomó la decisión de apoyar el programa Bracero, por el cual miles de jornaleros agrícolas mexicanos ingresaron a Estados Unidos de manera legal para ayudar en la producción de alimentos [...] algo parecido a este programa es lo que proponemos ahora”, añadió el mandatario.
La propuesta de un similar al programa bracero de la Segunda Guerra Mundial, “parece que es acertada”, explica a Publimetro Iliana Rodríguez Santibáñez, profesora de Derecho Internacional del Tec de Monterrey, Campus Ciudad de México.
“Ante las circunstancias que estamos viendo de una guerra en Ucrania (que ha desacelerado la economía del mundo, y así lo podemos constatar con la grave caída que no se había visto en 20 años del Euro), me parece que es importante, porque es la oportunidad también de generar una mejor economía y para ser atractivos a la mano de obra calificada. Por supuesto, también para presentar un programa de visados temporales. México siempre ha contado con algún tipo de visado temporal para determinados segmentos en la economía de los Estados Unidos, pero no como un programa formal y sistemático”, añade Rodríguez.
La especialista considera oportuna esta propuesta del gobierno mexicano por dos motivos: “Uno por el entorno de guerra que se está viviendo en este momento y los impactos que está teniendo de carácter universal, pero por otra parte, también considerando el paquete financiero que el propio presidente Biden señaló respecto a infraestructura en los Estados Unidos y que requerirá, por supuesto, de mano de obra. Me parece que sí puede haber un diálogo fértil que en los hechos se traduzca en acciones”.
Sin embargo, un tema clave será el tiempo para la ejecución, algo que podría no verse en marcha antes de 2024. “Es complicado si consideramos que se requiere la aceptación del Congreso de Estados Unidos para lograr una reforma migratoria que permita, incluso, la entrega de visados temporales bajo un programa de estas características. Me parece que es complejo porque se tiene que negociar al interior de los Estados Unidos y cambiar mucho más para tratar de lograr una recepción positiva a esta idea. Sin embargo, en esta reunión ya comienza a darse el incentivo. La idea llega oportunamente, en tiempos de guerra”, añade.
Sorpresas en el diálogo Biden - AMLO
Para la especialista, fue una sorpresa escuchar por parte del presidente mexicano propuestas de las que no ha hecho hincapié en su discurso. “Por ejemplo, en el tema económico, la propuesta de participar con petróleo, pero además, la posibilidad de abrir termoeléctricas para producir energías en el mercado interno y exportar, también haciendo alusión a parques solares -que habla de energías limpias-. Pues esto me parece que es una muy buena noticia, que se preserve la explotación de combustibles fósiles, pero que haya la intención con nuestro socio comercial, Estados Unidos, de también tratar de generar para incentivar y producir ese tipo de energías y tratar de exportarlas”, comenta Rodríguez.
Creo que en tiempos de guerra siempre es importante que subsistan los diálogos y que se busque dentro de la crisis, la oportunidad. México está en la posición privilegiada con salida a dos océanos y pegado al país económicamente más fuerte del mundo. Entonces, creo que tenemos que ser positivos y optimistas para buscar nichos de negocio y oportunidad que permitan mucho mayor desarrollo a México.
— Iliana Rodríguez Santibáñez, Tec de Monterrey
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3 PREGUNTAS CON
Iliana Rodríguez Santibáñez, profesora de Derecho Internacional del Tec de Monterrey, Campus Ciudad de México.
¿Cuáles consideraría que fueron los principales logros de esta reunión y los puntos que quedaron por tratar?
Para mí, el presidente mexicano -en el tiempo que le corresponde- logra centrar los cinco puntos que eran de interés para él.
Creo que en la parte de cortesía rememorando la historia y en señalar a China como agente que se fue posicionando y llegó a dominar en exportaciones al mundo (que coincide con una apreciación que hicieron los miembros de la OTAN al considerar a China como un competidor dentro de lo que es su concepto estratégico de seguridad), me parece que allí perdió tiempo el mandatario mexicano y que pudo haber planteado todavía muchas más ideas al respecto.
Por ejemplo, acelerar la flexibilización de ciertas medidas regulatorias preexistentes en uno y otro lado de la frontera, la disminución de aranceles, y para hacerlo todavía mucho más competitivo me parece que es acertado.
Sin embargo, hay temas importantes que nos confrontan, por ejemplo: el mecanismo rápido de respuesta en materia laboral, en donde todavía tenemos aquí el tema de los inspectores viendo la implementación de la Reforma Laboral, que no termina de implementarse al 100%. Se requiere todo un cambio económico y cultural para poder llegar a hacerla y me parece que es un tema crucial que no se tocó.
Otro tema que también creo que es importante es el tema del sector eléctrico, donde también estamos observando como Estados Unidos está amenazando prácticamente para poder dar estímulos para comprar automóviles eléctricos en Estados Unidos y que genera competencias frente a lo que se ha pactado en el propio tema.
Creo que hay temas en los que seguramente los equipos derivados de la reunión de diálogo de alto nivel económico podrán sentar bases para seguir caminando juntos, pero creo que el tema económico es crucial. El presidente López Obrador lo centró más al tema de mano de obra, tratando de vincularlo con temas migratorios -que no está mal, pero sí creo que son temas que se van a tocar de manera separada-, porque hablar de una reforma migratoria es un tema pendiente que no es tan realista.
En tan poco tiempo es difícil que los mandatarios logren generar puntos de acuerdo. Sin embargo, si logran fijar una agenda que coincide en tanto los postulados de Biden como en la respuesta también por parte de México.
México juega bien el tema de volverse un exportador clave, como lo somos en la actualidad, y que podemos todavía rebasar el índice que tuvimos los primeros cuatro meses de este año en la agenda de comercio exterior con Estados Unidos. Fomentar las exportaciones no solo hacia Estados Unidos sino hacia Europa, por supuesto, pero en este momento hacia Estados Unidos considerando el tema de la guerra nuevamente.
Creo que dentro de las crisis hay oportunidades y lo que presentó hoy el mandatario mexicano me parece acorde a las circunstancias.
¿Cuáles son los pasos a seguir y en qué tiempo se esperan resultados de esta reunión?
El mandatario mexicano, y esto es importante, se hizo acompañar fundamentalmente por la secretaria de Economía, el secretario de Agricultura y quien preside el Instituto Nacional de Migración, que son las tres figuras claves. Yo esperaría que los comunicados de Presidencia establecieran, no solamente lo que se dijo en este diálogo entre presidentes, sino lo que pasó entre estos operadores con sus homólogos, porque son finalmente los que operarán todas las buenas intenciones que puedan tener los gobiernos.
Esas reuniones, por naturaleza, son totalmente políticas y protocolarias pero no es una cosa menor. Hay que reconocer el hecho de que nuestro vecino se siente con nosotros para escuchar qué es lo que deseamos de esta relación. Me parece que es muy significativo, en tiempos de guerra, que Biden reciba a un presidente. Es muy complicado, tan complicado que a las pocas horas Biden se tuvo que ir a tomar un vuelo precisamente a Medio Oriente.
La reunión se enmarca tras los lamentables hechos de este tráiler con 53 migrantes fallecidos en San Antonio, Texas, por lo que es importante -en el marco de esa trágica situación- tocar el tema migratorio. Ya los dos presidentes lo han expuesto y esperaremos a ver la reacción de Congreso, y en todo caso, ver de qué manera se van a paliar este tipo de efectos hacia, particularmente, los migrantes.
Este miércoles el presidente tiene una reunión con empresarios mexicanos y de EU. ¿Cuál es la importancia de este encuentro?
Bueno, cualquier reunión con representantes del sector empresarial va a ser importante. La propia Coparmex, del lado mexicano, celebraba esta reunión y aquí la oportunidad sería de generar -lo que llamamos en Relaciones Internacionales- un poder blando, que es generar percepciones de un estado sólido con un Estado de derecho y con relativa calma para que puedan llegar capitales al territorio mexicano.
Lo que en tiempos de crisis se requiere son inversionistas, pero los inversionistas llegan si se les dan las condiciones para proteger sus inversiones. Entonces, parece que el diálogo que pueda provenir de la voz del mandatario será muy escuchado por quienes tienen intenciones de seguir o de invertir en territorio mexicano. Que venga del máximo mandatario es una muy buena señal, así es que es una gran oportunidad para fomentar el comercio bilateral y por supuesto también una gran oportunidad para quienes acompañen al Presidente para generar también el incentivo a las cadenas de valor.