La Fiscalía General de la República (FGR) espió durante varios meses el entorno cercano del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, para negociar su extradición desde España, en dicha trama están involucrados el titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero; Juan Ramos López, subprocurador especializado en Investigación de Delitos Federales, así como Emilio Lozoya Thalmann, padre del exfuncionario.
De acuerdo con El País, la estrategia que siguió la FGR tras los meses de escucha de llamadas telefónicas, fue estrechar el cerco sobre Lozoya Austin, para lo que se valieron de liberar órdenes de aprehensión contra su madre, Gilda Austin y Solís, de su hermana, Gilda Lozoya Austin y de su esposa, Marielle Eckes.
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Fue en octubre de 2019 cuando la FGR se sentó a negociar con la familia Lozoya, momento en que los hermanos Emilio y Susana aún estaban prófugos y su madre estaba detenida en Alemania, aunque no hay mayores detalles de la negociación, la familia habría recibido asesoría de Gertz Manero y Ramos López para evitar que los procesos legales se llevaran a cabo con los acusados en prisión.
“Esa asesoría, calificada como un delito por algunos expertos, quedó plasmada en las escuchas, algunas difundidas en junio pasado. Además consiguieron paralizar otras siete denuncias contra el exdirectivo de la paraestatal que había realizado la Unidad de Inteligencia Financiera, según han confirmado fuentes de este organismo”, expone el medio de comunicación.
Fue hasta febrero de 2020 cuando Lozoya Austin terminó en las manos de la policía española, aunque la aprobación para su extradición se prolongó por varias semanas, ya que la pandemia detuvo dichos trámites, pero en ese tiempo, Gilda Austin y Solís y su hijo aceptaron su retorno a México y convertirse en colaboradores de la FGR.
Luego de la detención de Gilda Austin, las autoridades se dedicaron vigilar las llamadas de Lozoya Thalmann, aunque no está claro si de forma legal o ilegal, ya que en ese momento sus días los pasaba entre México y Alemania, en donde estaba detenida su esposa.
En esos días, Emilio Lozoya padre sospechaba que sus llamadas estaban intervenidas, por lo que incluso en una conversación pide que consigan equipos telefónicos que impidan ser escuchados, además de ordenar a su secretaria para que desarrolle un sitio seguro para que sus abogados en Estados Unidos, Múnich, Alemania y México compartan documentación oficial.
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“El acecho a la familia alcanzó tal punto que el 30 de agosto las autoridades realizaron un cateo en la casa del esposo de Gilda Lozoya Austin. Buscaban ejecutar la orden de aprehensión contra la hermana del exdirectivo de Pemex. Pero lo hicieron después de haber escuchado en las comunicaciones de julio, un mes antes, acerca del plan para sacarla del país, pero no la encontraron”, añade el periódico.
Esta trama fue denunciada por Julio Scherer Ibarra cuando dejó la Consejería Jurídica de la Presidencia, cuando afirmó que Emilio Lozoya tuvo un trato privilegiado de la FGR, además de que esa institución no debía asesorar a la familia, ya que se comete el delito de ejercicio ilícito de la función pública.
Esta revelación se suma a la filtración reciente de llamadas entre Alejandro Gertz y Emilio Lozoya Thalmann sobe la participación de su abogado Javier Coello, quien se retiró del caso.