Planeado para inaugurarse en diciembre de 2023, sí o sí, el Tren Maya ha sido uno de los megaproyectos del presidente Andrés Manuel López Obrador que más polémicas han causado.
La misión propuesta por AMLO de construir mil 500 kilómetros de ruta para el Tren Maya antes del segundo semestre del 2023 no ha estado alejada de la controversia, debido a su edificación, tanto por parte de empresas como de militares; lo cual se ha sumado a la velocidad de su producción sin los estudios de materia ambiental.
Durante la conferencia de prensa matutina de este martes, López Obrador confirmó lo expresado por Javier May, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo y responsable del Tren Maya, de que se continuará su construcción bajo la categoría de seguridad nacional.
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“No por los intereses de un grupo de corruptos y de seudoambientalistas vamos a detener una obra que es en beneficio del pueblo y que, además, ya el tiempo que llevaba parada nos estaba significando un alto costo al presupuesto, que es dinero del pueblo, nada más por intereses políticos de estos conservadores corruptos”, dijo AMLO este martes.
El presidente afirmó que existen intereses de grupos que actúan “por encima del interés general”, por lo que se ordenó continuar con su construcción.
Cuestionado sobre la posibilidad de que se acuse desacato por iniciar las obras del Tramo 5 del Tren Maya y violar la suspensión, el presidente descartó afectaciones. Además, explicó que es un procedimiento legal establecido.
“Ante los jueces se lleva a cabo el procedimiento para terminar de demostrar que no hay ningún daño, eso se continúa. Pero, además, por ser un asunto de seguridad nacional, se tomó un acuerdo y es el que se está aplicando. Tenemos facultad para hacerlo”, comentó AMLO, destacando que las obras reiniciaron la semana pasada.
Sin embargo, los cambios de ruta, sobrecostos y giros en la administración de Fonatur amenazan la culminación del proyecto antes de 2024.
El Tren Maya se anunció -y se ha defendido- como una obra que promete atender el rezago económico del sureste del país. Sin embargo, el pasado 30 de mayo, en medio de una escalada de polémicas, un juez federal entregó la suspensión definitiva para detener las obras del Tramo 5 (entre Playa del Carmen y Tulum), esto después de una serie de lluvias de amparos y suspensiones provisionales que habían acontecido desde hacía semanas.
El juez del juzgado primero de Yucatán dio marcha atrás al Tramo 5, al reconocer que la construcción no contó con una Evaluación de Impacto Ambiental, misma que tenía que estar lista antes de haber iniciado la obra. Fue hasta este lunes que se consideró de seguridad nacional y se reiniciaron los trabajos en dicho tramo. El resto del proyecto jamás ha parado.
Esta obra recorrerá una distancia de mil 525 kilómetros y pasará por los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, conectando el sureste de México con las principales regiones de la península de Yucatán, desde sus grandes centros turísticos hasta sus comunidades rurales, una zona que contaba con la visita de 17 millones de turistas al año.
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5 grandes polémicas que el Tren Maya ha tenido
Impacto ambiental y amparos
La ruta del Tren Maya se desarrolla en una de las zonas más ricas en reservas naturales del país, por lo que desde su planteamiento ha sido cuestionada por organizaciones de defensores del medio ambiente. Sin embargo, el Gobierno Federal y el presidente han defendido contar con el apoyo de los pobladores, demostrado a través de consultas populares.
Hasta octubre de 2021 se habían interpuesto 25 amparos respaldados por 327 personas, según dio a conocer Fonatur.
Sélvame del Tren
La organización #SélvameDelTren -y la campaña respectiva- acaparó el foco público debido a un video en el que participaron celebridades como Eugenio Derbez y Rubén Albarrán, en el que se exponían supuestos daños ambientales por las obras en el Tramo 5.
Esto desencadenó un enfrentamiento entre el presidente y sus protagonistas, quienes piden escuchar a los especialistas al respecto.
Hallazgos arqueológicos
El pasado 11 de julio, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, (INAH) admitió que se han encontrado diversos vestigios arqueológicos a lo largo de toda la construcción del Tren Maya. Sin embargo, su titular, Diego Prieto, ha descartado que esto represente un problema y afirmó que se está trabajando por conservar todo lo que se ha hallado.
De acuerdo con el antropólogo, respecto a antiguas estructuras mayas (bienes inmuebles), hasta el pasado 20 de junio, se contabilizó el hallazgo de 23 mil 778 elementos constructivos, cifra que –en solo 20 días de trabajo– aumentó a 24 mil 67.
En cuanto a objetos arqueológicos (bienes muebles), que van de metates a piezas cerámicas y esculturas en piedra, se tenían mil 334 objetos descubiertos al 20 de junio, cantidad que para el 10 de julio se incrementó a mil 345. Asimismo, se han detectado entierros humanos prehispánicos, la mayoría en superficie, pero también en cavernas, pasando en el periodo citado, de 373 a 384 inhumaciones registradas; en cuanto a rasgos naturales asociados a contextos arqueológicos, como cuevas, pozos y cenotes, el inventario se ha mantenido en 775.
Cambios de ruta
El proyecto del Tren Maya está en constante movimiento y ha tenido una serie de cambios de ruta, tanto por temas arqueológicos, como por temas ambientales y de conflictos con los habitantes.
Los cambios responden, principalmente, a facilitar las obras y reducir los tiempos y costos de construcción, así como a evitar conflictos jurídicos y sociales con comunidades que solicitan que se suspenda la edificación.
Hasta el momento han habido tres grandes variaciones. La primera, sacar al Tren Maya de ciudad Campeche. “Es una pena, porque con la anterior ruta se podía llegar caminando a la ciudad amurallada. Ahora se tendrá que pensar en otro transporte interno”, dijo Rogelio Jiménez Pons en agosto, cuando era director de Fonatur.
Además, en la zona, grupos de personas ganaron un amparo para detener las actividades del proyecto y evitar que las personas que habitaban sobre el derecho de vía fueran movilizadas.
La última modificación se realizó en la Riviera Maya. Se detuvo la construcción en Playa del Carmen para evitar tráfico en la zona y evitar la construcción de viaductos elevados que implican mayor tiempo de edificación.
Las licitaciones
Uno de los primeros pasos para poner en marcha el Tren Maya fue decidir quién lo construiría, por lo que la obra se dividió en ocho tramos con licitaciones en cada uno, además del material rodante.
Ésta última fue una de las más comentadas debido al monto. El consorcio ganador (formado por Alstom, Bombardier, Gami y Construcciones Urales) ganó el concurso por 36 mil 600 millones de pesos.
La segunda licitación del Tren Maya que robó la atención de la opinión pública, fue la del Tramo 5, que correría de Cancún a Tulum. La zona es la de mayor consolidación turística de la ruta, pero al mismo tiempo era la que contemplaba más complejidades técnicas y constructivas (por la inestabilidad del suelo y llevarse a cabo en una zona urbana).
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El fallo del concurso se pospuso dos veces, a pesar de haber tenido propuestas de 10 consorcios, luego de haber dividido el tramo en dos partes, la sur y la norte, y hacer más sencilla la construcción.
Finalmente, México Compañía Constructora se hizo acreedora del contrato para realizar la parte de Playa del Carmen a Tulum, mientras que se decidió que el de Cancún a Playa del Carmen fuera edificado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
