A través de diversas páginas de Internet recientemente se ha viralizado una nueva estafa en la que se promete dinero para los nacidos entre 1959 y 1990; sin embargo, al dar clic en la misma, se anuncia que Andrés Manuel López Obrador renunció a la Presidencia para dedicarse a invertir en criptomonedas.
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El texto, que aparece bajo el dominio traders-news.com, es una presunta entrevista que publica el periódico El Universal, pero en la que se mencionan —y utilizan— los logotipos de los periódicos El Economista, La Jornada, Diario de México y El Financiero. Además, viene una captura de pantalla supuestamente de la televisora Milenio, donde se ve a AMLO desde la conferencia de prensa matutina y en cuyo cintillo se lee: “Que renuncie un presidente es grave. Ebrard lo califica como un retroceso en la vida democrática”.
En el texto “AMLO al Borde del Renuncio” del presunto sitio traders-news.com, se menciona que “Andrés Manuel López Obrador revela nuevo secreto de inversión que ha hecho que cientos de personas en América Latina se vuelvan muy ricas”.
“El Presidente de Mexico [sin tilde] Andrés Manuel López Obrador se ha ganado a pulso la fama de que va directo al grano y no le importa ser sincero al momento de hablar sobre cómo hace su dinero”, detalla el texto de la estafa.
“La semana pasada estuvo en Hoy y anunció una nueva ‘laguna’ que según él puede hacer que cualquier persona sea millonaria en 3-4 meses. Obrador animó a todas las personas en América Latina a que aprovechen esta increíble oportunidad antes de que los grandes bancos acaben con ella para siempre”, explica el sitio, dando datos falsos, pues el presidente jamás ha dado una entrevista al programa “Hoy”.
La estafa sigue mencionando una presunta entrevista con Andrea Legarreta en la que el presidente comparte “sus consejos sobre cómo generar riquezas y así fue como él reveló el gran secreto”, en el que supuestamente invirtió dinero en un “nuevo programa que hace transacciones automáticas con criptomonedas” y falsamente citan a AMLO diciendo: “Le digo a todo el mundo que revise esto antes de que los bancos lo manden a cerrar”.
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CADA AÑO MÁS FRAUDES
México cerró el año 2021 con un incremento del 52% en las denuncias de fraudes bancarios por internet con respecto a 2020 al situarse en 24 mil 215 reclamaciones, según informó este jueves a Efe la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
En total, el organismo recibió más de 76,000 denuncias de usuarios de la banca por posibles fraudes, sin importar si se trataron de estafas electrónicas u otro tipo de estafa.
Lo anterior, en medio de un alza generalizada durante la pandemia en el número de reclamaciones totales ante la Condusef, que llegaron a las 252 mil 170, un 31% superior a las notificadas durante el año anterior.
En el caso de la banca, el grueso de las quejas se concentra en la banca múltiple (95.6%), es decir, aquella que ofrece distintos productos como cuentas de cheque, débito, ahorro y crédito.
Otra forma de comprobar cómo la pandemia ha aumentado las estafas en línea es considerando el porcentaje con respecto al total de denuncias.
En 2019, las reclamaciones por ciberfraudes concentraban el 13% de las quejas, pero este número subió 20 puntos porcentuales en dos años para llegar a representar el 33% en 2021.
La emergencia sanitaria incrementó la actividad de los usuarios de la banca en línea.
“No podemos olvidar que 2020 y 2021 fueron años atípicos por la pandemia y el cierre de oficinas. Sin embargo, notamos que este es un problema constante”, señaló a Efe Jesús Chávez Ugalde, director de Análisis y Estadísticas de Servicios y Productos Financieros de la Condusef.
Si en 2019 la Condusef recibía en torno a 1,000 reclamaciones mensuales por fraudes electrónicos, esta cifra se duplicó en 2021.
La gran mayoría de las estafas se detecta por transferencias no reconocidas.
Este tipo de prácticas alcanzaron las 17 mil 843 en 2021, cuando dos años antes apenas superaron las 9 mil y las 11 mil en 2020.
“Originalmente, no sabíamos el origen de este problema; sabíamos que pasaba, pero desconocíamos de dónde venía”, apuntó Chávez.
El 35% de las transferencias electrónicas no reconocidas se originaron a partir de llamadas telefónicas en donde un criminal se hace pasar por un trabajador del banco.
De acuerdo con las propias instituciones financieras, este modus operandi es cada día más extenso.
Para tratar de paliar el problema, los bancos han intensificado sus campañas para advertir a la gente sobre estas prácticas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el dinero robado no se puede restituir aunque los clientes hagan una denuncia en el banco.
La Condusef indica que solo el 29% de las quejas formales por transferencias electrónicas no reconocidas termina con un fallo a favor del cliente.
En el caso de compras por internet fraudulentas (5 mil 164 en 2021), las resoluciones favorables apenas alcanzan el 47%.
“La institución financiera es corresponsable en esto”, sentenció Chávez.
En la mayoría de los casos, los bancos argumentan que no pueden devolver el dinero a los defraudados porque, a pesar de que fueron engañados, dieron información sensible —como contraseñas de la banca en línea o el NIP para cajeros— a los delincuentes.
3 PREGUNTAS CON
Luis Enrique Vázquez, profesor del Tec de Monterrey y abogado especialista en temas de ciberseguridad.
En el tema de criptomonedas, ‘no todo lo que brilla es oro’; es decir, no por muy atractivo, es que sea cierto. ¿Cuáles son los riesgos que existen?
Sí, totalmente. La recomendación es muy clara: nadie regala nada y si la aplicación oficial no te lo ofrece, pues va a ser extremadamente difícil que otra aplicación le dé la vuelta a las restricciones que la propia aplicación tiene.
Definitivamente, si ‘brilla demasiado’ pudiese ser un tema de un fraude. Pasa también con los sorteos por internet, donde hay un cierto intercambio de información y no sabemos en qué se pueda utilizar.
Desafortunadamente nadie regala nada en esta vida, todo tiene un costo y en este tipo de fraudes puede estar el costo explícito (que te cobren por algo) o puede estar implícito: que se llevan tus datos o alguna otra cosa.
Tenemos que ver las cosas con muchísima precaución y cuidado porque desafortunadamente hay muchísima gente muy maliciosa en redes sociales.
No estamos en tiempos de permitirnos ese tipo de riesgos. Si alguien se te acerca en el banco y te empieza a hacer plática, pues le das la vuelta y te resulta sospechoso. Lo mismo tiene que pasar en las redes sociales e internet.
¿Qué herramientas tenemos para sentirnos más seguros en ese entorno digital?
Hay desde los gestores de contraseñas, que son pocos los que son enteramente confiables, pero podemos recurrir a ellos. Generan contraseñas aleatorias larguísimas, que es imposible que nos aprendamos, pero esa esa es su funcionalidad: definir una única contraseña muy difícil, muy robusta, que jamás se puede hackear y que proteja un número de de contraseñas muy diferentes.
Algo básico y que no es muy común, es implementar -los que tienen iPhone- un llavero de iCloud, que tiende a ser muy útil como herramienta de seguridad.
También es útil tratar de mantener las cosas valiosas con contraseña. Se pueden hacer carpetas o álbumes de fotos, dentro del teléfono o la computadora, y que estén bajo alguna contraseña. Eso también sería recomendable, porque si te roban el teléfono o te lo hackean pues ya queda una capa extra de seguridad.
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¿Cómo podemos darnos cuenta si ya sospechamos haber caído en una estafa o fraude por internet?
Es un tema extremadamente complejo. Por ejemplo, en la suplantación de identidad pueden agarrar tus fotos y crear un perfil falso y ¿Cómo te das cuenta?
Yo recomiendo, no es que lo hagan diario, pero de vez en cuando pueden hacer una búsqueda sobre su persona. Poner en el buscador de Google su nombre entre comillas para ver qué es lo que está saliendo. Lo mismo en las redes: buscar nuestro nombre y ver los posts que aparecen. Con eso podríamos ver algún uso no autorizado de nuestra información.
Hay muchos riesgos en las costumbres que realizamos en redes sociales. Cosas que pueden parecer inocuas. pero que realmente pueden ser un lobo vestido de cordero. Hay que andar con cuidado, así como en la calle cuando vemos que alguien nos puede estar siguiendo, en las redes sucede lo mismo.
