Durante la conferencia de prensa matutina de este miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que ya se analiza la manera de “apuntalar” o “construir de nuevo” la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), para evitar “derrumbes y que haya una desgracia”.
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El presidente López Obrador reprochó que se haya planeado construir el Nuevo Aeropuerto sobre el lago de Texcoco, lo que calificó como “la zona de más hundimientos en el Valle de México” y afirmó que sucedería lo mismo que ocurre ahora en la terminal 2 del AICM.
“Iba a suceder algo parecido a lo que sucede en la terminal 2 (del AICM), donde además de la mala calidad del suelo, no hicieron el trabajo de cimentación adecuado”, explicó el mandatario, quien añadió. “Hubo fallas. Es hasta para ordenar una auditoría técnica y administrativa. Lo que tenemos que resolver es cómo evitamos que se derrumbe y que haya desgracias”, agregó.
López Obrador afirmó que existen dos opciones en su gobierno para atender el problema: “hacer de nuevo la terminal 2 del AICM, porque sí es una falla estructural grave”, y “apuntalarlo”.
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“Hay hundimientos diferenciales. Hay partes donde se levantaron por completo los pilotes”, sentenció.
El presidente afirmó que solicitará a un grupo de técnicos que se revisen las opciones y que en un futuro, otra administración, tome una decisión.
Finalmente, el presidente dijo que hay toda una campaña en contra del gobierno, de los que no pudieron “atracar” con el aeropuerto de Texcoco y negó que su gobierno esté forzando a las aerolíneas a irse al AIFA.
La Terminal 2 del AICM entró en operaciones el 15 de noviembre de 2007, durante el gobierno de Felipe Calderón. Este edificio tiene una extensión de 242 mil metros cuadrados. En julio de 2020, el presidente López Obrador inauguró una extensión de dicha terminal, que tiene 23 posiciones de contacto y 17 posiciones remotas, 23 pasarelas de acceso a aeronaves, dos salas lado aire y tres salas de documentación y es donde Grupo Aeroméxico centra la mayor parte de sus operaciones, de acuerdo con información de Forbes.
3 PREGUNTAS CON
Roberto Durán Fernández, profesor de Economía de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey
¿Es viable volver a construir desde cero la terminal 2 del AICM como lo plantea el presidente?
En primera instancia, no es una noticia. La terminal 2 fue concebida, desde su inicio, como una estructura temporal, para aliviar temporalmente el exceso de tráfico de la Ciudad de México mientras avanzaba un proyecto aeroportuario integral.
Ha sufrido daños importantes por los temblores, como ocurrió en septiembre de 2017, y se hicieron reparaciones y demás. El hecho de que requiera medidas, es algo que ya sabíamos que tenía que suceder.
Si debe de ser reconstruida o no, será un tema técnico que deberán decidir ingenieros si es imposible recuperar la terminal o qué tipo de proyecto requiera. Más allá del tema técnico, está la realidad de que la Ciudad de México sigue necesitando un proyecto prioritario y reconocer sus necesidades.
Pensando en el peor escenario, ¿Qué implicaría el cierre de la Terminal 2 del AICM?
Yo creo que la situación del aeropuerto es bastante complicada, tiene un tema de bastante estrés. Esa situación se aligeró con la reducción del tráfico por Covid, pero ahora con la reanudación de vuelos, tenemos el estrés que ya teníamos y el tráfico adicional de cuando la pandemia paró todo.
Reducir el espacio sería posible si tuviéramos un sistema aeroportuario estable, funcionando y completo, tanto en con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles como con el Aeropuerto de Toluca, que son sitios que tienen retos que todos sabemos.
¿Cómo se inserta en esta discusión el AIFA y el Aeropuerto de Toluca? ¿Es posible apoyarse en ellos?
El gran problema del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México es que tenemos que empezar a repensarlo. Al final del día, el aeropuerto de Texcoco era algo que iba más allá de solucionar los problemas de tráfico aéreo de la Ciudad de México. El aeropuerto de Texcoco era un proyecto de desarrollo regional que planteaba ubicar a la Ciudad de México como un hub de transporte aéreo, que hubiera podido traer tráfico de todo el continente.
Tenemos que pensar en un aeropuerto mucho más modesto, menos ambicioso que el que había, y en resolver los problemas de tráfico y atender la demanda de la Ciudad de México.
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