A los 96 años de edad, y después de estar al frente del Reino Unido durante 70 años, este jueves falleció la reina Isabel II, quien fue descrita como “la roca sobre la que se construyó la Gran Bretaña moderna”, por Liz Truss, recién nombrada primera ministra del país. Especialistas consultadas por Publimetro consideran que el legado de Isabel II se puede resumir en palabras como poder, elegancia e inteligencia, actitudes que conquistaron al público mundial, entre los que los mexicanos no fueron excepción en las visitas de la monarca a nuestro país.
Isabel II será recordada como una mujer poderosa y elegante, responsable de llevar a Inglaterra al importante lugar que tiene ahora, considera en entrevista Norma Soto Castañeda, especialista en Relaciones Internacionales de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.
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“Inglaterra siempre se ha caracterizado por ser una nación muy prominente económicamente, y es parte del grupo del G7. El papel que tuvo la reina durante muchísimo tiempo fue colocar a la propia Gran Bretaña en una posición especial y preponderante a nivel internacional y va a continuar bajo ese mismo parámetro ahora que la tiene que suceder su hijo Carlos”, explicó Soto Castañeda en entrevista con Publimetro.
“Siempre sabía lo que tenía que hacer pero no porque se lo indicaran, sino porque ella misma lo estudiaba y tenía un comportamiento intachable”, añade la especialista. “Otra forma de recordarla es que fue una mujer con carácter para tomar decisiones, lo que llevó a Inglaterra a ubicarla en una posición similar”, explica Soto.
Para la recién ungida primera ministra, Reino Unido es el gran país que es hoy gracias a Isabel II. “Subió al trono justo después de la Segunda Guerra Mundial y fue la defensora del desarrollo de la Commonwealth, que pasó de ser un pequeño grupo de siete países a una familia de 56 naciones que abarcan todos los continentes del mundo. Ahora somos una nación moderna, próspera y dinámica”, dijo en su discurso tras el anuncio del fallecimiento de la monarca.
El estilo de vida de Isabel II definió a toda una nación
Norma Soto destaca también que el carácter de Isabel II se mostraba en las decisiones que la acompañaron durante siete décadas al frente del gobierno. “Imponía respeto y su imagen reflejaba poder. Las decisiones que tomaba siempre fueron muy bien planeadas, analizadas y ejecutadas. Pocas personas pueden ser recordadas con esas características y siendo una soberana de un país muy importante”.
“A la Reina Isabel se le va a recordar como una persona sumamente elegante. Siempre cuidó su vestimenta de acuerdo a su cargo. Inclusive, cuando ella usaba falda se le ponía una especie de ‘peso’ para que cuando hubiera aire nunca se levantara su falda. Había respeto y decoro, lo cual habla de la elegancia y del buen gusto que tenía. Además, era una persona exageradamente culta, muy educada y sabía varios idiomas. Podría hablar de muchísimos temas y no solamente en cuestión de Inglaterra, de materia política y económica, sino de cuestiones históricas, de filosofía, de arte e inclusive de cocina”.
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Reino Unido después de Isabel II
Para la especialista en Relaciones Internacionales de La Salle, la muerte de la reina Isabel II abre una nueva etapa, en la que su hijo, el rey Carlos III tendrá como principal reto mantener el legado que su madre dejó, en un panorama en el que la división política seguirá siendo importante.
“El rey Carlos III tiene un gran compromiso y la gran responsabilidad de mantener el legado de la reina para continuar con toda esta trayectoria de suma importancia. Y las divisiones son lo que le ha dado fuerza a la propia Inglaterra. Es decir, la Cámara de los Lores y la Cámara de los Comunes han llegado a balancear el poder y eso es bueno, porque no se ha inclinado hacia uno y hacia otro lado y una cámara presiona a la otra para que se mantenga el equilibrio. De esa forma, Inglaterra saldrá adelante”.
El reciente nombramiento de Liz Truss como primera ministra, apenas unos días antes del fallecimiento, también podría consolidarse en señal de respeto a la extinta reina. “Podríamos ver una serie de cambios pero, por el momento, se tiene que respetar todo este proceso de sus últimas decisiones. ¿Quién puede llegar a hacer algún cambio? Su sucesor, el ahora rey Carlos III. Sin embargo, siento que va a respetar la decisión ya que había dejado la reina. Es una nación que se ha mantenido durante muchísimo tiempo con honor y que ha trascendido por los siglos y en la que la Monarquía le gusta a los propios ciudadanos, hasta en detalles como los desfiles, la forma de los carros, los caballos, la vestimenta, etcétera..
4 PREGUNTAS CON
Veka Duncan, historiadora del arte, divulgadora cultural y curadora de la exposición “United by Friendship. Las Relaciones México – Reino Unido” (2021).
¿Cuál considera que será el legado de la Reina Isabel y cómo será recordada?
Es un tema muy complejo. Creo que parte de su legado es que fue una monarca que supo adaptarse a sus tiempos, incluso desde antes de llegar al trono. Por ejemplo, no hay que olvidar que se enlista para la Segunda Guerra Mundial y de hecho trabajó como mecánica, cosa que poca gente sabe. La reina Isabel sabía de mecánica y arreglaba camionetas y vehículos militares.
Fue una mujer que supo que tenía que servir a su país y que tenía que adaptarse a las circunstancias y eso va a ser algo que va a marcar su reinado. Por ejemplo, es la monarca que más territorios ha perdido y, aunque para muchos eso podría ser una derrota, a mí me parece que demuestra que es una mujer que entiende el pulso de su tiempo, que entiende que no puede negarse a la independencia de los territorios que ya no quieren formar parte del reino británico. Creo que lo ha sabido entender, tanto -por un lado- lo que significa el Imperio Británico pero también que ese imperio no puede mantenerse a la fuerza.
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La reina Isabel II visitó México en dos ocasiones. ¿Cuál es la importancia que tuvo nuestro país para ella?
Precisamente, algo que nos ayuda a entender el contacto con México son las visitas que hace al país. La primera fue en 1975 y la segunda en 1983, pero la del 75 es muy importante porque se ve a una reina relajada, muy en contacto con la gente, muy sonriente.
Ella fue un personaje que siempre tuvo mucho control de sus emociones y a veces era difícil verla tan alegre. Lo que mostró en México fue esa cara y creo que eso nos dice que se sintió muy bien recibida en nuestro país y que el “calor mexicano” estuvo muy presente en esa visita.
Incluso hubo momentos hasta chuscos o simpáticos. Por ejemplo, cuando estaba en el Zócalo se le acercó un perrito callejero y (como ella fue una gran amante de los perros), existen fotografías de ese momento en que se ve muy sonriente. Lo mismo en sus visitas a Monte Albán o a Guanajuato.
Algo muy interesante, es que ella vio un vínculo entre México y el Reino Unido, dos naciones que pensaríamos a primera vista que son muy lejanas o muy distintas.
Cuando ella habló de México y de cómo veía la relación, decía que eran dos naciones hermanadas por cuestiones culturales y es muy interesante que lo haya planteado así, porque veía dos naciones que eran profundamente respetuosas de sus tradiciones, con una convicción por conservarlas, pero a la vez naciones que veían hacia el futuro.
Pensemos en los momentos en los que ella viene a México, sobre todo en esta visita de 1975. Unos años antes, en 1964, el Príncipe Felipe había venido en representación de la Corona y ve las grandes obras que había en el México moderno. Lo llevan a los multifamiliares y las unidades habitacionales eran la forma más moderna de vivir. Lo llevan también al Museo de Antropología y, a través de él, la reina Isabell II ya tiene ese bagaje de este nuevo México moderno que está en construcción.
Cuando llegan en 1975 ese proyecto sigue todavía muy vigente. Ya es el gobierno de Echeverría, pero esa idea de mostrar un rostro moderno de México sigue. A ella también le va a llamar la atención que México es un país que está mirando al futuro, como lo es también el Reino Unido en ese momento, pero sin dejar de lado ni sus raíces ni su historia.
Además de la Ciudad de México, las visitas de la reina Isabel II hacen recorridos por varias zonas del país, algo poco común en encuentros de este tipo. ¿Por qué ocurrió esto?
Precisamente porque la reina fue una persona que respetó las tradiciones, que respetó la cultura y que respetó la historia. Se ve que hubo esa intención de mostrarle ese lado de México.
También es una parte importante de la cultura británica esa idea de valorar el pasado y encontrar las raíces del presente en ese pasado. Eso definitivamente fue algo que se toma en cuenta en la agenda, además de los temas bilaterales.
Hay que entender que la relación con el Reino Unido históricamente ha sido, ante todo, comercial. Es decir, el Reino Unido –y esto es muy importante– fue la primera potencia europea en reconocer la Independencia de México.
A partir de ese momento, la relación se va a enfocar en el comercio y va a tomar mucha fuerza posteriormente, por ejemplo, hay mucha inversión británica en el Porfiriato. Pero además, en la relación del Reino Unido y México, la educación y cultura van a estar siempre muy presentes.
Esa es una muy buena impresión que se queda la reina de México y a partir de ahí vemos que se estrecharon los vínculos entre la familia real (la corona como institución) y nuestro país. Es por eso que, a partir de ahí, las visitas del príncipe Carlos (ahora rey) también van a ser muy significativas, especialmente en temas de medio ambiente.
¿Por qué a los mexicanos les interesó - y les interesa- tanto la figura de la Reina Isabel II?
Las multitudes que la fueron a recibir en sus visitas fueron un elemento que le conmovió mucho y le marcó. Aunque no volvió a venir después de 1983, ella recibió a muchos presidentes mexicanos en los años posteriores.
¿Por qué los mexicanos la recibieron de esa manera? Es un tema muy interesante porque México tiene una historia antimonárquica, pero creo que habla de ella como personaje de la historia, que tiene una enorme importancia no sólo para su país, sino para para el ámbito internacional en general.
Fue una mujer que también generaba mucha empatía y es una figura de la cultura pop. Había un entendimiento de la clase de personaje que había llegado a México, de su importancia y de lo significativo que era que visitara México porque fue la primera vez que un monarca británico llegaba a nuestro país en casi 200 años de relaciones.
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