Únicamente ocho de los 32 estados de la República mexicana concentran el 50.5% de los delitos contra el ambiente y la gestión ambiental denunciados durante el último lustro, los cuales corresponden al fuero federal, así lo revela información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Entre 2017 y 2021 se abrieron cinco mil 829 carpetas de investigación por dichos tipos de ilícitos, de estos dos mil 947 se registraron en Campeche (299), Chiapas (464), Jalisco (318), Estado de México (409), Michoacán (322), Oaxaca (386), Quintana Roo (469) y Yucatán (280).
Los delitos contra el medioambiente están tipificados en el Código Penal Federal; se dividen en cuatro categorías: actividades tecnológicas y peligrosas, biodiversidad, bioseguridad y contra la gestión ambiental.
En el primer tipo de crímenes se encuentran irregularidades en el manejo de residuos peligrosos y en la emisión de gases, humos, polvos o contaminantes; en el segundo tráfico de flora y fauna silvestre y caza, captura o pesca de animales con medios no permitidos, por ejemplo; en el tercero comercio, transporte o liberación de organismos genéticamente modificados; y en el cuarto violaciones a imposiciones de la autoridad competente en el tema.
Las penas para los delitos ambientales del fuero federal van de seis meses a 10 años de prisión y de 100 a tres mil días de multa, todo dependen de la infracción cometida.
De igual forma, en el mismo lustro las entidades federativas con el menor número de denuncias por ilícitos contra el medioambiente fueron Aguascalientes (36), Coahuila (44), Nayarit (83), Querétaro (76), Tamaulipas (60) y Zacatecas (25).
Delitos ambientales fuera de la estadística
Hay dos ópticas para ver los delitos contra el medioambiente: los crímenes reportados en la estadística oficial y los no denunciados pero más frecuentes, los cuales solo conocen las personas inmersas en la materia, señaló a Publimetro Raziel Villegas Núñez, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) especializado en Derecho Ambiental.
Ilícitos como el destruir vegetación natural y el cambio de uso de suelo en terrenos forestales se observan todos los días en gran parte del territorio nacional –abundó el abogado–, sin embargo, no se denuncian y no se persiguen.
Por el contrario, añadió, en el mundo jurídico y en el de la estadística es común hablar de delitos contra la biodiversidad como tráfico de vida silvestre y pesca de especies en veda.
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Dos razones explican el por qué hay crímenes ambientales sin carpetas de investigación abiertas, precisó Villegas Núñez, la incapacidad de las autoridades para atender tanta incidencia delictiva y la omisión de estas ante las acusaciones realizadas.
“Fui funcionario de la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) 10 años; estábamos obligados a denunciar cuando en tus funciones tenías conocimiento de la probable comisión de un delito. Entonces, presentábamos montones de denuncias ante la hoy la Fiscalía General de la República, pero se nos decía que tenían temas más importantes que atender, como el narcotráfico y los secuestros, y que no tenían tiempo para estar atendiendo si ya cortaron arbolitos”, aseveró el académico de la UNAM.
Más biodiversidad, más denuncias
La alta incidencia de delitos ambientales en los citados estados se debe a que son las entidades federativas con mayor riqueza natural del territorio nacional, indicó Raziel Villegas Núñez. Entre el Estado de México y Michoacán, por ejemplo, hay una zona tremenda de bosques de coníferas, detalló el especialista, como consecuencia la tala es enorme; ello no se da en lugares sin las mismas características.
Otro caso es el de Campeche y Yucatán, agregó, donde la mayoría de los ilícitos contra el medioambiente son por pesca ilegal; también destaca el caso de Chiapas, región con inmensas selvas y gran cantidad de fauna, lo cual propicia el tráfico de especies.
“Hay que decirle a la gente que por favor denuncie. Si no denunciamos, nos quedamos cruzados de brazos y solo vemos cómo pasan las cosas, el día de mañana no vamos a tener un montón de especies, como ya pasa. Desafortunadamente, México se distingue por ser uno de los países en los que más especies de fauna silvestre se extinguen”, advirtió el académico de la UNAM.
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Durante el mencionado lapso, el año con la cifra más alta de carpetas de investigación abiertas por ilícitos ambientales fue 2019 con mil 433; después figuran 2017 con mil 213 y 2020 con mil 186. Mientras, el periodo con el menor número de denuncias fue 2018 con 851.
En 2022 la tendencia de estos crímenes va al alza, pues hasta el 31 de julio el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública enlista 770 denuncias interpuestas en la Fiscalía General de la República.
Quintana Roo (65), Estado de México (62), Michoacán (61), Campeche (59) y Oaxaca (56) son los estados con la incidencia delictiva más alta de delitos contra el ambiente y la gestión ambiental luego de siete meses.
