En un intento para frenar la violencia que se vive en Zacatecas, Guanajuato y Culiacán, la Secretaría de Marina (Semar) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) incrementaron los despliegues de fuerza militar para tratar de contener los narcobloqueos, trasiego de drogas y asesinatos que se dispararon en estas zonas del país.
Te puede interesar: Nuevo “Culiacanazo”, Sinaloa registra otro jueves negro; así fue capturado Ovidio Guzmán
Y es que solo en 2022, las tres entidades se pintaron de rojo debido al incremento de delitos de alto impacto como asesinatos, secuestros y masacres que se registraron por grupos del crimen organizado que se disputan la plaza y que han dejado un saldo negativo para dichos estados del país.
Datos oficiales arrojan que el año pasado se registraron tan solo 433 masacres en el territorio nacional. Por si fuera poco, los asesinatos de dos sacerdotes jesuitas y más de 40 niños conmocionaron al país; en paralelo se contabilizaron 12 mil personas que desaparecieron en la República mexicana.
Solo en Zacatecas, la organización Causa en Común, dio a conocer que en la entidad se registraron 220 atrocidades o actos de extrema violencia entre enero y octubre del 2022, lo que representa un aumento del 22.9% con relación al mismo periodo del año pasado, cuando se contabilizaron 179 eventos.
Mientras que En Guanajuato durante 2022 se cometieron alrededor de 12 masacres a manos de cárteles de la droga. Culiacán por su parte, se contabilizaron 495 asesinatos en Sinaloa, donde 32 de las víctimas eran mujeres.
Por ello, en un intento para frenar la escalada de violencia, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, confirmó la militarización de la seguridad pública tras aprobarse un proyecto en el Congreso de la Unión que entrega a la Secretaría de la Defensa Nacional la facultad de la seguridad pública hasta 2028.
Fentanilo, el botín que buscan cárteles de la droga
Además de la violencia que azota estas entidades se suma la producción del fentanilo, droga que se ha convertido en la principal sustancia de comercio y distribución por grupos del narco. Y es que Culiacán se convirtió en epicentro de la producción de drogas sintéticas, como metanfetamina y fentanilo.
Te puede interesar: Tras enfrentamientos y narcobloqueos, confirman detención de Ovidio Guzmán en Culiacán
Además, el crimen organizado ubicó sus laboratorios más cerca de cascos urbanos y no en zonas serranas aisladas, como operaba hasta hace algunos años.
La Organización Editorial Mexicana de los comunicados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), detectó que de los 107 narcolaboratorios desmantelados, 18% fueron encontrados entre 10 y 40 minutos de un centro urbano, como Culiacán, Ensenada y Chilpancingo.
Anteriormente los laboratorios clandestinos que operaba el Cártel de Sinaloa en aquella entidad se caracterizaron por establecerse en zonas de difícil acceso de la Sierra Madre Occidental, en el llamado “Triángulo Dorado” (entre Durango, Sinaloa y Chihuahua).
A considerar:
- En Sinaloa, previo a la temporada decembrina la Fiscalía General de la República (FGR) ‘reventó’ una narco bodega en el poblado Las Flores de Culiacán.
- En el lugar se aseguró un inmueble, once armas de fuego, un rifle, 86 cartuchos y 12 cargadores de diferentes calibres; además, 191 kilos 681 gramos de 9-Tetrahidrocannabinol y mil 511 litros 98 mililitros de 1-fenil-2-propanona.
Dato:
- La oenegé “Causa en Común” documentó 462 masacres cometidas en México hasta noviembre de 2022. El saldo fue de mil 796 personas fallecidas de manera violenta