Tras el incendio en el área de alojamiento de la Estancia Provisional de Ciudad Juárez, Chihuahua, en el que murieron -al menos- 39 migrantes, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que se trata de un hecho “muy triste” y que una de las principales líneas de investigación fue una protesta que se salió de control.
“Quiero hablar de algo muy triste, muy lamentable. Anoche, como a las 21:30 horas, se produjo un incendio en un albergue de migrantes, en la frontera, en Ciudad Juárez”, dijo el presidente al iniciar su conferencia de prensa matutina. “Tenemos hasta ahora, como informe, que perdieron la vida 39 migrantes. Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron, a partir, suponemos, de que se enteraron de que iban a ser deportados”, señaló el mandatario.
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López Obrador dijo que, “como protesta”, los migrantes pusieron colchonetas en la puerta del albergue y les prendieron fuego. “No imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia”, comentó.
El presidente dijo que en el lugar se encuentra Francisco Garduño, director del Instituto Nacional de Migración y “todas las autoridades que tienen que ver con estos hechos”, incluyendo a la Fiscalía General de la República, para realizar las respectivas investigaciones.
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“Lo que sabemos, hasta ahora, es que son migrantes de Centroamérica, fundamentalmente, y algunos de Venezuela. Todavía no tenemos los nombres de los que perdieron la vida. Muy triste de que esto suceda”, concluyó el mandatario.
