En defensa de la seguridad nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que se protegerá la información militar de México, además de que acusó al Departamento de Defensa de Estados Unidos (conocido como El Pentágono) de espiar a su gobierno, algo que atenta contra la soberanía de México.
“Tenemos que cuidar nuestra información por seguridad nacional. Y vamos a cuidar la información de la Secretaría de Marina y de la Secretaría de la Defensa, porque estamos siendo objeto de espionaje del Pentágono y muchos medios de información en México están filtrando información que les entrega la DEA”, afirmó el mandatario.
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“Tenemos nuestra consciencia tranquila para decir que no se van a violar derechos humanos, ni se va a espiar a nadie. Nunca lo hemos hecho”, añadió el mandatario.
López Obrador añadió: “Somos libres y qué bueno que salió el tema, porque Proceso, por ejemplo, maneja mucha información de la DEA. No sé qué estaría pensando Don Julio Scherer. No sé si aplicaría aquí la ética periodística. Lo de Guacamaya fue un hackeo que se hizo en México, pero también a otros países. Es un ataque del exterior, entonces, tenemos que cuidar nuestra información”.
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“Tenemos que protegernos porque la DEA está informándoles al Proceso y a otros. Ahora resulta que el Pentágono le informa al Washington Post. Hackean. Está Claudio X. González recibiendo dinero del gobierno de Estados Unidos, su asociación. Y como quieren meterse como era antes (estoy hablando de las agencias) quieren mandar, violar nuestra soberanía, entonces empiezan a filtrar supuestamente para debilitarnos políticamente. Pero no. La gente nos apoya y apoya a la Secretaría de la Defensa y apoya a la Secretaría de Marina y apoya a la Guardia Nacional”, señaló el mandatario.
“Estamos sintiendo que están queriendo violar nuestra soberanía en un plan injerencista, utilizando como instrumento a la prensa vendida o alquilada del país y a los grupos de intereses creados, al bloque conservador y a los corruptos que quieren volver por sus fueros para seguir robando. No vamos a quedarnos con los brazos cruzados”, concluyó.
Las declaraciones del presidente se dan en el contexto de un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) contra intervenciones del Ejército y de un reportaje del periódico The New York Times sobre el persistente uso del software Pegasus, que reveló este martes que el gobierno de México se convirtió en sexenios anteriores en el primero y mayor usuario del programa de espionaje.
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3 preguntas con
Eduardo González Velázquez, profesor de Relaciones Internacionales del Tec de Monterrey
¿Cómo está la cooperación entre México y Estados Unidos en materia de seguridad?
Me parece que sí hay un trabajo de cooperación entre los dos países, con sus relaciones ríspidas en algún momento, con tensiones en otro, pero yo no diría que no hay cooperación e incluso entendimiento en la lucha contra el crimen por parte de los dos países.
Ahora, en otro sentido, también hay que tomar en cuenta que ninguno de los dos países le pone énfasis al mismo fenómeno. Es decir, mientras para Estados Unidos es muy importante que México detenga el paso de fentanilo, para México es muy importante que Estados Unidos detenga el tráfico de armas hacia nuestro país. Me parece que en ese tipo de situaciones es donde las dos naciones no terminan de ponerse de acuerdo. Pareciera que a cada uno le interesan cosas diferentes, aunque en el discurso los dos gobiernos reconocen estar luchando contra el crimen organizado.
También, en esa misma línea, es importante mencionar que -muchas veces- lo que la Casa Blanca dice y lo que Palacio Nacional dice es para consumo interno. No es necesariamente para el consumo del país vecino. Es decir, les hablan o a sus bases electorales o a su comunidad en general y no necesariamente son mensajes que van directamente al gobierno de enfrente.
Creo que nosotros, como ciudadanía, leemos que hay un enfrentamiento y que no hay mucha cooperación, que no hay entendimiento y me parece que -tomando en cuenta las diferencias que mencionaba sobre el interés que cada uno tiene sobre las armas o la droga- al final del día, hay mucho más acercamiento y entendimiento que alejamiento.
¿Cuáles tendrían que ser los puntos que se necesita reforzar para tener una mejor relación en materia de seguridad entre México y Estados Unidos?
Me parece que es importante que las dos naciones asuman la responsabilidad que les toca en este proceso. No podemos pensar en detener el tráfico de droga desde nuestro país hacia Estados Unidos únicamente con acciones policíacas de este lado de la frontera.
También me parece que es importante que en Estados Unidos haya acciones policiacas para perseguir a los cárteles que están allá, desmantelar todas las redes de distribución de droga que hay y también, por supuesto, desde una política de salud enfrentar la severa crisis que tienen por el consumo de drogas.
También de allá para acá me parece que es importante el esfuerzo que realizan por detener el tráfico de armas, que sea mucho más potente más robusto y con esto no quiero decir que el gobierno mexicano se meta en cuestiones legislativas de Estados Unidos y sugiera presión para que cambie su política de venta y posesión de armas.
Me parece que eso es una cosa y otra muy diferente es el tráfico de armas que se genera desde Estados Unidos con contubernio de autoridades, lo mismo en Estados Unidos como de México porque suponer que los traficantes de armas o de drogas llevan a cabo ese negocio sin la colaboración de algunos miembros de las policías de ambos países, pues me parece que es pecar de inocencia.
Estas declaraciones se dan después de semanas en las que hemos escuchado discursos, por ejemplo, del Partido Republicano sobre nombrar a los narcos como grupos terroristas y también la intervención de fuerzas militares en México para combatirlos. ¿Puede ser una tensión que esté creciendo entre ambos países?
Aquí habría que tomar en cuenta varias cosas. La primera, muy importante, los tiempos electorales que vienen para los dos países. En ese sentido, desde Estados Unidos hay que tener en cuenta que una posibilidad para llevar a la arena electoral es justamente buscar a estos enemigos de fuera, en este caso sería México y el tráfico de drogas.
Por otro lado, hay que recordar que la semana pasada hubo una reunión de alto nivel en Estados Unidos y después de esa reunión, desde Estados Unidos, se dictaron medidas para buscar la detención de los llamados “Chapitos” y por otro lado, creo que desde que empezó el gobierno de la 4T -todavía con Trump y después bajo la presidencia de Biden-, a mí me parece que hay más ruido, más alharaca, de un posible enfrentamiento, de un distanciamiento, de enfriamiento de las relaciones.
Yo creo que nunca ha sido tersa la relación entre el gobierno de Estados Unidos y México, a lo largo de la historia. Y creo que, en este momento, no es la excepción. Pero, de ahí a hablar de un enfrentamiento creo que hay distancia.
Me parece que los dos gobiernos están jugando sus fichas, sobre todo para consumo interno y no tanto para enfrentar al vecino.
