El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que en septiembre de 2024 -un mes antes de que concluya su mandato- presentará una reforma judicial constitucional para que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sean electos por el voto popular, como era su plan original de Reforma Electoral. Esto ocurre después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación echara para abajo la primera parte de reformas del denominado “Plan B” de Reforma Electoral.
Para Santiago Creel, presidente de la Cámara de Diputados y vicepresidente de la Comisión Permanente, el fallo del máximo tribunal fue “para defender la libertad democrática de los legisladores, porque no se puede deliberar ni votar lo que no se conoce, como ocurrió con la aprobación de dichas leyes. ¿Cómo un legislador puede ejercer su libertad de votar si no conoce lo que se está votando?”, preguntó.
Cuestionado sobre una posible reforma judicial, como lo propuso López Obrador, Creel Miranda consideró que “todo es perfectible y nada puede quedarse estático”, pero “no una reforma como la que quiere López Obrador, que quiere ahora elegir, partidizando la elección de las ministras y los ministros”, algo que consideró “un verdadero absurdo, es un disparate”.
Para Juan Carlos Montero, profesor de Transformación pública en el Tecnológico de Monterrey, López Obrador estaba preparado para esta derrota. “A mí me parece que está construyendo un discurso para polarizar y creo que ese discurso se va a ver reforzado con el resultado de las elecciones de este año. No sé si esté preparando una derrota en los dos estados o simplemente como respuesta para el estado de Coahuila, pero parece que estas derrotas las está buscando para construir un contraataque”.
Montero explicó que esta situación tendrá gran peso en las elecciones de 2024. “Veo a López Obrador echado para atrás, pero como Mohamed Alí, recibiendo y recibiendo golpes que pareciera que va perdiendo la batalla, pero ¡cuidado! Yo creo que hay que tener cuidado en cómo López Obrador está construyendo para dar un golpe fuerte, probablemente en 2024″.
4 preguntas con
Juan Carlos Montero Bagatella, profesor de Transformación pública en el Tecnológico de Monterrey
P: ¿Cuál es su lectura de la propuesta de AMLO de presentar una reforma a la SCJN en 2024?
Es un enfrentamiento totalmente abierto, muy lamentable. Y estas declaraciones son un claro berrinche por parte del presidente, que sufrió un revés muy importante. Declarar la invalidez de la primera parte del “Plan B” abre la puerta para que eso mismo suceda con la segunda parte. Algo que es muy probable que suceda con las otras 20 leyes que aprobaron hace semanas los senadores.
El principal argumento que utilizaron los ministros fue el tema del proceso legislativo, entonces creo que fue un duro revés, un muy fuerte golpe por parte de la Corte y el presidente está reaccionando literalmente como un berrinche, el señalar que va por un “Plan C”, y que va a presentar una iniciativa en septiembre, a días de irse. Realmente no tiene mucho sentido.
Es probable que lo haga. Probablemente presente la iniciativa, pero va a ser una iniciativa que va a nacer muerta. En septiembre de 2024 nadie va a aprobar nada. En ese mes vamos a estar a punto de cambiar de presidente, entonces no tiene ningún sentido. Probablemente lo haga, pero no va a tener ningún sentido. No tiene ningún futuro ese “Plan C” y ya está prácticamente muerto.
P: Suman dos ocasiones en las que el Presidente ha mencionado que presentará iniciativas en 2024 y para ambas ha pedido abiertamente el voto para Morena, ¿Qué opina al respecto?
El llamado al voto sería si la presentara meses antes de la elección y llamar al voto para lograr las tres cuartas partes de las cuales está hablando y poder pasar esas iniciativas bajo el mando, o bajo el liderazgo, de un nuevo presidente, pero decir que las va a presentar en septiembre, no tiene ningún sentido.
Me parece que es únicamente ahondar este enfrentamiento, al señalar que la Corte es parte de este “Supremo Poder Conservador”. Creo que lo que López Obrador está construyendo es un escenario polarizado donde está hablando de él y Morena en contra de los conservadores, decir que la “Mafia del Poder” no se ha ido, no se ha acabado y eso permite empezar a construir un discurso de campaña para el 2024, sea quien sea el candidato de Morena para continuar la lucha contra el conservadurismo.
Creo que va más por el polarizar y construir un escenario de “Miren a los conservadores, cómo no se han ido, cómo no nos dejan completar la transformación” y “los conservadores están defendiendo al INAI, defendiendo al INE, en la Suprema Corte, en la Cámara de Diputados, en la Cámara de Senadores”
Creo que López Obrador está construyendo, poco a poco, este discurso en contra de los conservadores, que va a permear sobre todo el 2024.
P: ¿Qué reacción se puede esperar de las denominadas “corcholatas” a las propuestas de AMLO?
Me parece un tema muy interesante, porque creo que,dependiendo de la respuesta es que también veremos el servilismo de las corcholatas o la moderación que ellos van a tener.
Por ejemplo, ya vimos a Ricardo Monreal diciendo que él no traicionaría a López Obrador, que él se cuadra y bueno apoyó a López Obrador.
Vamos a ver a Claudia Sheinbaum diciendo “sí vamos contra los conservadores” y subiéndose a esa polarización, lo cual nos hablaría de de qué tan dispuestos están a ceder con tal de agradar al presidente. Sin embargo, creo que ninguno de los cuatro -en caso de llegar a la presidencia- van a tener un congreso tan favorable como el que tuvo López Obrador. Creo que cualquiera de los cuatro que llegara a ser presidente tendrían que negociar, y en ese sentido creo que tienen que tienen que ser más moderados en su discurso.
Creo que el más servil en sus declaraciones ha sido Adan Augusto, sobre todo ahora que el presidente estuvo enfermo, él fue el que digamos se subió en la misma ola. Ahí veremos qué tan dispuestos están las corcholatas a alejarse un poco del discurso del presidente.
Veo, por ejemplo, a un Marcelo Ebrard un poco más moderado en las entrevistas que ha dado. Se ha mostrado dispuesto a estudiar, no se lanza directo como Claudia Sheinbaum.
P: ¿Y del lado de la oposición, qué respuesta se espera?
Es una lástima que no haya un liderazgo claro de la oposición porque, sin duda, es un triunfo para la oposición, pero ¿cuál oposición?, ¿quién es la oposición?, ¿Santiago Creel?, ¿Alito?, ¿quién es la oposición?
Realmente, este triunfo desafortunadamente nadie de la oposición lo ha canalizado. Está muy debilitada, de tal manera que esto no se lo ha podido adjudicar nadie. Ahí creo que incluso la derrota ha crecido más a López Obrador por esta polarización.
Es cierto que legislativamente perdió pero, discursivamente, esto a López Obrador le está sirviendo para polarizar. Frente a él, la posición está muy debilitada. No hay un liderazgo, no hay nadie que pueda decir “Nosotros fuimos, nosotros ganamos”.