El pasado 1 de junio se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el Suplemento del Programa Nacional de Infraestructura de la Calidad 2023, “un instrumento de planeación, conducción, coordinación e información de las actividades de normalización, estandarización y metrología”; sin embargo, como promueve modificaciones a las Normas Oficiales Mexicanas (NOMs), críticos del gobierno condenaron la posibilidad de alterar un sistema que ha operado por décadas.
De acuerdo con el Suplemento, se programaron cuatro modificaciones a NOMS relacionadas con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y 43 a la Secretaría de Salud (SSa), donde se destaca 34 solicitudes de cancelación a Normas para la prevención y el control de diferentes enfermedades, padecimientos, intoxicaciones y condiciones (picadura de alacrán, leptospirosis, obesidad, diabetes, lepra, etc.) y hasta para la promoción de la salud en escuelas o durante el proceso de la lactancia.
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Un cambio tan radical no se va a dar de la noche a la mañana, el propio documento especifica que el proceso de evaluación transcurre de mayo a diciembre de 2023; no obstante, la Red para la Atención Integral de las Enfermedades Crónicas (RAIEC), integrada por 91 organizaciones civiles, manifestó su preocupación por esta decisión y sostuvo que dicho acto debería de ampliamente justificado.
En consecuencia, Publimetro contactó con José Alberto Campos, licenciado en derecho por la UNAM y socio encargado del área de práctica de Ciencias de la Vida del despacho Sánchez Devanny, quien despejó unas dudas sobre las modificaciones que se pueden esperar en materia sanitaria a partir de diciembre de este año.
¿Qué planea el gobierno federal?
De las primeras cosas que especificó Campos Vargas fue queja diferencia de lo que la oposición ha difundido, el Suplemento no es una cancelación a diversas NOMs, sino que plantea una revisión de éstas, ya sea para modificarlas o cancelarlas, siempre, pensando en el bien mayor que es la salud, por lo que tampoco está planeada alguna vulneración al derecho a la salud.
¿Qué son las NOMs?
Para dejar más claro el punto de la modificaciones que podrían sufrir las NOMs, primero las definió, para después explicar que estos cambios no sólo protegerán a los pacientes, sino que también ayudarán a los empleados del sector salud para tener un margen de operación más amplio.
“Las NOMs son, básicamente, manuales o lineamientos que establecen los requisitos de productos y servicios de manera muy puntual, sin que ello pueda en sí mismo considerarse como una disposición legal que establece obligaciones o derechos como lo sería el derecho a la salud”, declaró.
Entonces, respecto a las cancelaciones de las que podrían ser objeto en el sector médico, el especialista apuntó que ello “no implica que se retire o se limite el derecho a la salud, sino simplemente que ya no sea necesario un proceso o metodología específica para algún efecto”.
¿Se promueve la protección a médicos y personal sanitario?
Desde esta óptica, existe la posibilidad de que la eliminación de alguna NOM podría proporcionar un marco técnico más amplio a los profesionales de la salud para poder prestar sus servicios, pudiendo seguir las metodologías generales o profesionales que resulten aplicables conforme a la situación concreta o particular de un paciente determinado.
“De interpretarse de manera tajante la obligatoriedad de esta NOM, cualquier medico o profesional de la salud que no siguiera la misma al pie de la letra pudiera ser considerarse como una violación a la normativa de salud vigente y consecuentemente derivar en posibles responsabilidades para dicho profesional de la salud, aun cuando un procedimiento similar o aplicable conforme a la situación concreta en que se encuentre el paciente tenga el mismo o incluso un mejor efecto en la salud del mismo”, advirtió.
¿Es necesario modificar las NOM?
“Definitivamente es necesario una transformación total del actual sistema de regulación en materia de salud, ya que el mismo debe ser sobre una base holística y que no considere cada posible riesgo o situación de salud de una manera aislada sino la salud y atención medica como un todo correlacionado”.
Finalmente, agregó que se debe poner mayor énfasis en las nuevas tecnologías y en la responsabilidad tanto del personal de salud como de las instituciones que prestan servicios relacionados en la correcta aplicación de las técnicas y conocimiento de la ciencia medica y no así en la creación de manuales o guías para situaciones muy específicas que pueden quedar superadas muy rápidamente por nuevas tecnologías o conocimientos.