El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) encargados de investigar el caso Iguala, donde se desaparecieron a 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, presentará este martes 25 de julio su VI y último informe sobre el crimen que sacudió a México en 2014.
Desde hace casi ocho años, el GIEI ha sido una de las principales fuentes de información oficial de la desaparición de los 43 de Ayotzinapa. Su conformación por expertos internacionales les da un punto de vista crítico e imparcial sobre las investigaciones realizadas desde el Estado mexicano, por lo que resultó un instrumento para poder tirar la llamada “verdad histérica”.
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Sus avances no han sido alentadores para el gobierno, pues además de aportar objetividad a la investigación gubernamental, ha delatado los múltiples casos de presunta corrupción en torno al caso Iguala, donde la obstrucción a su trabajo y múltiples irregularidades fueron denunciadas desde el primer Informe.
En el V Informe, presentado en marzo de 2023, el Grupo proporcionó los 36 puntos acumulados sobre la investigación, donde la reiteración de la obstrucción la investigación, la utilización de métodos poco confiables como la tortura para avanzar en el caso y la colusión entre autoridades con grupos criminales, contrastan con la negligencia presentada por los responsables de dar con la verdad.
Previo a la desaparición de los 43 de Ayotzinapa
Los investigadores sostiene que todas las autoridades involucradas que estaban desplegadas en la región tenían conocimiento de las actividades de los normalistas en la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014.
De acuerdo con los hallazgos, los jóvenes se preparaban para llevar acciones de boteo para conseguir recursos y participar en la marcha conmemorativa de la matanza de Tlatelolco del 2 de octubre. Asimismo, las autoridades estatales y federales, tenían conocimiento de la colusión entre las autoridades municipales con el crimen organizado.
Durante la desaparición
El GIEI documentó que no se trató de un hecho aislado, sino de siete ataques con arma de fuego que iniciaron a las 21:30 horas del 26 de septiembre y que terminaron hasta las 01:30 horas del 27. Éstos fueron perpetrados por las policías municipales de Iguala, Cocula, Huitzuco y Tepecoacuilco de manera coordinada contra los estudiantes.
Asimismo, advierte que hubo una parálisis intencional por parte de las autoridades estatales y federales mientras la desaparición ocurría, esto incluye a la Sedena y el Cisen. Respecto a las declaraciones proporcionadas por el 27 Batallón, tanto mandos como miembros de servicios de inteligencia, han ido cambiando de versión según se han desarrollado las investigaciones.
Otro punto que destacaron fueron las acciones de espionaje a los normalistas, pues el Ejército tenía varios soldados infiltrados en la Escuela de Ayotzinapa; de hecho, uno de ellos es uno de los 43 jóvenes que aún no aparecen.
Aunad a ello, se sabe que el cártel de Guerreros Unidos, radicado en el estado de Guerrero, estuvo involucrado en la desaparición de los normalistas y que entre 17 y 20 normalistas estuvieron privados de su libertad en condiciones inhumanas en la comisaría de Barandillas.
Obstrucción, tortura y opacidad durante la investigación
Desde que comenzó a investigar, el GIEI ha señalado diferentes obstrucciones en sus tareas. Por ejemplo, solicitó acceso, en varias ocasiones, a toda la información relativa a los Centro Regional de Fusión de Inteligencia (CRFI) de Iguala, y, al no conseguirlo, el presidente fue quien solicitó la información.
También trascendió que la Marina, después de la desaparición, realizó investigaciones por su cuenta, pero fue asta la administración actual en la que se transparentaron los resultados de éstas. Como si no bastara, el Grupo observó que algunas locaciones señaladas como presuntas escenas del crimen fueron manipuladas por autoridades estatales y federales.
Esto por hacer referencia al basurero de Cocula, donde supuestamente fueron incinerados los estudiantes y por ello, de acuerdo con la primera investigación, ya no aparecen los restos.
Durante las pesquisas, sobresalen los testimonios conseguidos a través del método de tortura, poniendo en duda los resultados de los señalamientos que tuvieron como finalidad tener la llamada “verdad histórica”, la cual tuvo la finalidad de acallar el problema y su exposición mediática, pero no tiene apego a la verdad.
Otros obstáculos que se han presentado es que la Sedena oculta los documentos relacionados a su investigación interna; no se ha presentado ningún avance sobre la investigación del supuesto tráfico de heroína, armas y/o dinero ni del 5° autobús tomado por los estudiantes; y que muchos testigos y participantes en los hechos, presuntos miembros de Guerreros Unidos, han sido asesinados, algunos de ellos intencionalmente para impedir la investigación.
Avances en la investigación
Hasta el momento, gracias a los trabajos de la Fiscalía General de la República (FGR) y de la División de Asuntos Internos en la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa (UEILCA), se logró la separación del puesto del fiscal Omar Gómez Trejo y gran parte de su equipo, todos integrantes de dicha Unidad.
Asimismo, se identificaron los restos de tres normalistas:Alexander Mora Venancio, Christian Rodríguez Telumbre y Jhosivany Guerrero de la Cruz.
Los pendientes sin resolver
En el Punto 14 del V Informe del Grupo se especifica que “el GIEI solicitó en varias ocasiones, tener acceso a toda la información relativa a los CRFI de Iguala. Al no haber contado con ella, el propio Presidente ha pedido la información”. Y es que la existencia de eta información referida ha sido negada, pero existen indicios que señalan lo contrario. Por lo que en el VI informe se podría confirmar si la información fue proporcionada o negada definitivamente por las autoridades.
Finalmente, en el Punto 24 del V Informe, el GIEI señala que no tuvo acceso a las investigaciones internas de la Sedena, por lo que la inclusión de dicha documentación, en caso de obtenerla, podría ampliar el testimonio vertido en el VI Informe, pues la actuación del 27 Batallón resultaría trascendental para tener una mejor idea de lo que ocurrió en la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014.
La presentación pública del último Informe se llevará a cabo el martes 25 a las 9:40 horas en el Auditorio Alfonso García Robles del Centro Cultural Tlatelolco, ubicado en Av. Ricardo Flores Magón 1, Tlatelolco, alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México. Cabe destacar que la presentación a los padres de los normalistas se hará en Palacio Nacional este lunes.