El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) fue sometido a una “privatización silenciosa” durante 12 años, reveló este martes Rosa Icela Rodríguez, como parte del informe sobre el rescate de la institución presentado durante la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“En julio de 2022, el presidente nos encargó a un equipo de trabajo la misión de rescatar al ISSSTE y limpiarlo de la corrupción que arrastraba desde los gobiernos neoliberales. El Instituto estaba devastado. Las anteriores administraciones lo dejaron como un cascarón, y con una enorme afectación a los servicios de salud”, detalló Rodríguez.
La secretaria afirmó que la privatización silenciosa que emprendieron por años “fue dejando al Instituto sin capacidad, ni autonomía, para brindar una correcta atención a los derechohabientes y redujo su operatividad al mínimo”.
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Principales afectaciones al ISSSTE
Entre las problemáticas que se detectaron en el proceso de “nacionalización” se encuentran: la privatización de los servicios médicos, desabasto de medicamentos, abandono de las unidades médicas, desmantelamiento de la plantilla de médicos y enfermeras y la falta de inversión para la construcción de hospitales.
“Fue en 2007 cuando los propios directivos del ISSSTE comenzaron a aplicar la privatización de los servicios de salud para favorecer a empresas que, mediante actos de corrupción, se beneficiaron con contratos por aproximadamente 254 mil millones de pesos en todo el sector salud; de esa cantidad más de 88 mil millones de pesos correspondieron a contratos celebrados con el ISSSTE”, añadió Rosa Icela Rodríguez.
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Robo hormiga de medicamentos
La secretaria también hizo énfasis en que, como consecuencia de la corrupción generalizada que existía en el Instituto –además del negocio redondo que tenían las empresas privadas– había una mala administración del inventario de las farmacias y robo hormiga de medicamentos.
“Las unidades médicas sufrían un deterioro profundo porque hacía más de 20 años que no se les daba el mantenimiento mínimo, indispensable para funcionar y brindar un servicio de calidad a los derechohabientes; faltaban aires acondicionados, impermeabilización, y una red sanitaria adecuada, lo que representaba un riesgo para la seguridad, para la salud de los pacientes”, añadió, destacando que también “llevaban 12 años sin comprar equipo básico como Rayos X portátiles, ecocardiógrafos; tampoco equipo especializado como tomógrafos o electroencefalógrafos, lo que impidió que se atendieran las necesidades de diagnóstico y tratamiento de la población”.
Finalmente, la secretaria afirmó que el Gobierno de México está trabajando “para que el ISSSTE vuelva a ser la gran institución que era en antaño”.