El impacto del huracán Otis a la salud pública en Acapulco -y en Guerrero- aún está por empeorar, pues se esperan graves consecuencias a mediano y largo plazo con la detonación de enfermedades, no solo a la población en general, sino también a rescatistas y personas que colaboran en la reconstrucción del emblemático puerto.
Así lo describió en entrevista con Publimetro, Jorge Baruch Díaz, jefe de la Clínica del Viajero de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien afirmó que una de las principales afectaciones a la salud y riesgos sanitarios radica en las enfermedades respiratorias que podrían detonar en las próximas semanas e incluso meses.
“En otras crisis similares de huracanes que han impactado directamente en las poblaciones se ha visto, en un plazo de dos meses, un incremento en las enfermedades respiratorias”, explicó Díaz. “Esto impacta tanto a la población que vive en ese entorno, como a los rescatistas, porque incrementan las esporas del moho, ya que se reproduce durante los siguientes dos meses de una manera muy importante por la humedad en las viviendas, derivada de las inundaciones. Va a haber un incremento importante en las enfermedades provocadas por las esporas del moho”, añadió.
Además, los daños a la infraestructura hospitalaria complican la atención de las demás enfermedades de la población, tanto las ya existentes como las que puedan surgir derivado de las afectaciones que dejó Otis a su paso. Por ejemplo, al no existir electricidad, la exposición a combustibles como carbón o gasolina puede incrementar las intoxicaciones por monóxido de carbono; hecho que en un sistema de salud en emergencia -como el de Guerrero- podría causar la pérdida de vidas humanas.
A largo plazo, se espera que esta situación de emergencia provoque incrementos incluso en otras enfermedades como las Infecciones de Transmisión Sexual. También hay riesgo en los partos prematuros, ya que podrían adelantarse debido al estrés, lo que podría incrementar la posibilidad de muerte neonatal.
2 preguntas con
Jorge Baruch Díaz, jefe de la clínica del viajero de la UNAM
¿Cuáles son los riesgos a la Salud Pública que podría provocar el huracán Otis?
Como se ha visto en varios huracanes a lo largo del tiempo, en todo el mundo, se repiten las afectaciones a la salud, y esto tiene que ver con el deterioro -o el cambio radical-en el entorno físico y social. La población va a tener cambios radicales y estrés en el ambiente, pero también en la parte psicológica y social. Entonces va a haber afectaciones en estas tres esferas de la salud.
Esto está determinado por el incremento en los contaminantes ambientales, tanto del agua, el aire, los aerosoles y también en la infraestructura. El daño en la infraestructura, que es parte del problema que se está viendo, es muy evidente: falta electricidad, transporte, vivienda, y obviamente el acceso a la salud. Esto va a estar impactando directamente en la salud y en el bienestar de la población.
En otras crisis similares de huracanes que han impactado directamente en las poblaciones, en un plazo de dos meses se ha visto un incremento en las enfermedades respiratorias. Esto impacta tanto a la población que está viviendo en ese entorno y también a los rescatistas, porque se incrementan las esporas del moho. El moho se reproduce durante los siguientes dos meses de una manera muy importante, por la humedad en las viviendas, por las inundaciones.
Va a haber un incremento muy importante en las enfermedades respiratorias, detonadas por el exceso de esporas.
Otro ejemplo es en los cortes eléctricos. Generalmente, en este tipo de fenómenos, se incrementa la intoxicación por monóxido de carbono y esto va derivado de que las personas tienden a utilizar otras fuentes de calor o luz para su resguardo. También incrementa la intoxicación química por exposición a gasolinas, y estos dos -tanto la intoxicación por monóxido de carbono y la intoxicación química por exposición a gasolina- ya lo veíamos en algunos reportajes de que la gente está tomando la gasolina de los depósitos, pero es justamente para mantener el calor en las viviendas.
En el acceso a la salud, que se ve interrumpido, pues disminuye -o se ve prácticamente nulificada- la atención a urgencias. Pero no nada más se ven afectadas las urgencias, ya que impacta todavía más en la atención a las enfermedades crónicas. Es decir, las complicaciones de las enfermedades crónicas que pueden llegar a tener las personas, por ejemplo, diabetes, hipertensión, o insuficiencia renal, que son enfermedades comunes en la población general mexicana.
Esto va a derivar en un pobre acceso a la salud para atender estas complicaciones, que pueden derivar en eventos vasculares de todo tipo, desde infartos, enfermedades vasculares crónicas, cerebrales, descompensación de la glucosa.
También se han visto complicaciones en otras poblaciones que sean afectadas por los huracanes al corto plazo en los procedimientos de diálisis peritoneal, de hemodiálisis y esto, en una gran parte de la población que tiene diabetes e insuficiencia renal crónica.
También se ha visto un incremento, derivado del pobre acceso a la salud, en el número de enfermedades gastrointestinales, es decir, básicamente todas las diarreas. Lógicamente estamos esperando que sucedan todo tipo de infecciones gastrointestinales. Van a ir en aumento.
En el caso de acceso a la salud también va a haber una falta de suministro de medicación. Es también una parte importante de lo que estamos esperando que pase en este tipo de fenómenos, que no solamente afecta a México, pero que se ha visto a nivel global.
P: ¿El paso de Otis aumenta el riesgo de enfermedades como dengue, chikungunya o quizás Covid en los próximos meses?
Estamos en una estación una época del año en donde está incrementando hasta 10 veces más la incidencia de casos de dengue, con respecto a otras temporadas. Pero no se espera que sea parte de este pico en el número de casos, ni chikungunya, a corto plazo. Esto sería un poco más a mediano plazo, porque como fue un fenómeno disruptivo que generó un desastre y un desequilibrio ecológico, pues también se ven afectados la población de insectos, incluyendo los mosquitos que sobrevivieron a este tipo de fenómenos. Entonces, en un plazo inmediato no va a haber un impacto importante, pero sí, en el mediano plazo, ya que se vuelvan a recuperar y restablecer las colonias de mosquitos.
Otra cosa importante que se llega a ver en este tipo de eventos, por ejemplo, son los partos pretérmino. Esto está asociado al estrés del entorno ambiental en el cual se está viviendo. Concurre con mayor frecuencia de partos pretérminos e incrementa obviamente la mortalidad Materno Infantil en las áreas afectadas del huracán, incluso la muerte fetal también se ha visto que incrementa.
Esto también va a ser una parte importante que hay que estar al pendiente.
Hay otro tipo de enfermedades en relación con los desastres de huracanes, como puede ser la parte de las enfermedades de transmisión sexual, sobre todo el incremento de incidencia de casos de VIH.
También puede haber, a mediano y largo plazo, un incremento en el número de demanda de servicios de salud mental. Esto también se va a observar y hay que tener mucho cuidado en la atención de la salud mental de las poblaciones afectadas, que por sí es casi escasa prácticamente esta atención de la salud mental. Va a ser mucho más demandante este tipo de servicios y esperemos que haya disponibilidad por lo menos al mediano plazo de programas que atienden la salud mental de la población afectada.
Riesgos a la salud en Guerrero
‘Otis’ dañó todas las infraestructuras, incluso las más básicas, lo que incluye las instalaciones hídricas y las del sector salud, por lo que los guerrerenses se enfrentan a un probable incremento en enfermedades advirtió el diputado Emmanuel Reyes.
Reyes Carmona, diputado federal por Morena, realizó una breve declaración a medios, donde enfatizó que el daño a los servicios es grave y debe resolverse desde todas las posiciones de poder en el gobierno e incluir a la sociedad civil organizada.
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Aunado a ello, el también presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados refirió que se debe considerar la presencia del dengue, pues en días recientes se reconoció un incremento en casos de esta enfermedad.
“Es un problema que estamos viviendo en varios estados de la república. Hay un brote de dengue, hay que reconocerlo. De por sí ya lo había, ahora imagínate con esto. Yo estoy muy preocupado, tenemos que actuar urgentemente”, declaró a los medios que cubren la fuente legislativa.
Esto se debe poner en contraste con el incremento en casos de dengue en 2023 y la estrategia del gobierno para combatir la incidencia de esta enfermedad, ello ante un alza de casos en América Latina y el Caribe, pues se han registrado 3.5 millones.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), Brasil, Perú y Bolivia son los países que concentran la mayoría de los casos de dengue. Al respecto, la Secretaría de Salud confirmó hasta octubre de este año 26 mil casos en México, que se traduce en una tasa de 20.54 casos por cada 100 mil habitantes.
Al respecto, se especifica que Guerrero es el séptimo estado con más casos registrados con mil 165, de los cuales, 432 se trataron como dengue grave; asimismo, en dicha entidad se han registrado seis decesos de las 48 registradas; no obstante, con la escasez de agua potable y el daño a la infraestructura sanitaria, los vecinos de Acapulco, a través de redes sociales, comenzaron a acusar condiciones sanitarias precarias.
El riesgo se extiende a zika, chikungunya, así como a enfermedades gastrointestinales por la falta de agua potable, que los alimentos no están refrigerados por la falta de luz en miles de hogares o los daños a la infraestructura.
¿Qué es el dengue?
De acuerdo con la OMS, el dengue es una enfermedad febril que afecta a lactantes, niños y adultos. La infección puede ser asintomática, o cursar con síntomas que van desde una fiebre moderada a una fiebre alta incapacitante, con dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos, dolor muscular y en las articulaciones, y sarpullidos.
“La enfermedad puede evolucionar a un dengue grave, caracterizado por choque, dificultad para respirar, sangrado grave y/o complicaciones graves de los órganos”, señala la Organización Mundial de la Salud.
Finalmente, cabe destacar que no existen medicamentos específicos para el tratamiento del dengue y la OMS recomienda que, para controlar esta enfermedad, se deben establecer controles intersectoriales que involucren a las autoridades con la comunidad afectada y las familias.