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Depresión, ansiedad y pobreza atentan contra la Nueva Escuela Mexicana

Además de ser un problema de salud, el Covid impactó en la estabilidad emocional y económica de los alumnos, quienes retrocedieron en su aprendizaje

La salud emocional y el nivel económico, que se vieron afectados durante el confinamiento por Covid-19, afectaron seriamente el rendimiento escolar de los jóvenes, advirtió Mexicanos Primero al detectar que pueden incidir entre un 20% y un 60% en el aprovechamiento de conocimientos.

En días recientes se publicaron los resultados de la prueba PISA (Programme for International Student Assessment) 2022, realizada por los países suscritos a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), donde se pudo apreciar un retroceso de casi 20 años en la educación en México, particularmente en matemáticas.

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Por ello, Mexicanos Primero AC. decidió estudiar a detalle el contexto en el que ocurrió este descenso y encontró que, además de la parálisis en la escuela presencial, factores emocionales como la ansiedad y la tristeza se incrementaron entre los alumnos y dificultó su aprendizaje.

Durante su ponencia, realizada este lunes 11 de diciembre, Antonio Villalpando, investigador de Mexicanos Primero, precisó que la prueba PISA no mide conocimientos específicos, sino la absorción de éstos y el desarrollo de capacidades en la vida diaria en relación a las matemáticas, lectura y ciencias.

Dicho reporte puso a México en el lugar 51 de 73 países y registró un retroceso a nivel global en todas las disciplinas. Al analizar esta información en México, la AC concluyó que la salud emocional y signos de tristeza son determinantes para que los jóvenes aprendan.


Impacto emocional en el aprendizaje

De acuerdo con las estimaciones de la Asociación Civil, el sentimiento de tristeza impactó negativamente en el aprovechamiento del conocimiento, pues los estudiantes que manifestaron sentirse tristes todo el tiempo obtuvieron peores niveles de aprendizaje.

En lectura, por ejemplo, las personas que manifestaron estar tristes siempre obtuvieron un aprovechamiento del 57.75%, mientras que los que dijeron estar tristes de vez en cuando sacaron un 77.95%, es decir asimilaron un 20.2% mejor los conocimientos. Para matemáticas ocurrió algo similar, donde los más tristes calificaron con 35.91%, mientras que los menos tristes llegaron al 47.99%, o sea una diferencia de 12.08 por ciento.

Impacto económico en el aprendizaje

Respecto a la capacidad adquisitiva en el hogar, también se encontró una brecha proporcional con la absorción de conocimientos. Para Matemáticas, en el estrato más bajo, se encontró una relación negativa, donde el 80% de los jóvenes tenía un nivel insuficiente de esta disciplina, mientras que únicamente el 20% tenía las cualidades suficientes. Mientras que en el estrato más alto, la medición fue 50/50.


Para Lectura, el 62% del estrato más bajo tenía una calificación insuficiente, mientras que el 38% llegó al nivel suficiente; pero en el nivel estrato más alto, la relación fue 29% insuficiente y 71% suficiente. Asimismo, en Ciencias la relación de los más pobres fue 66% insuficiente y 34% suficiente; y del estrato más alto fue 33% insuficiente y 67% suficiente.

Los nuevos libros de la SEP prometen ayudar

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De acuerdo con lo observado por Mexicanos Primero, existen cuatro factores determinantes en la educación de los menores. El primero que midieron fueron los recursos de los que disponen los menores para aprender; los hogares con buenas condiciones materiales duplican la probabilidad de tener el nivel suficiente en las competencias medidas por la prueba PISA.

La medición en razón de género también se hizo presente, pues es 69% más probable tener mejores competencias en matemáticas si se es hombre o 66% más en ciencias. También la estabilidad juega un papel fundamental; pues cosas como estar inscrito en la misma escuela por más tiempo aumenta la probabilidad de incrementar las competencias (46% en Matemáticas, 25% en Lectura y 44% en Ciencias).

Asimismo, se tomó en cuenta el sentido de pertenencia a la escuela, una medición donde México obtuvo buena calificación (por arriba del promedio de la OCDE). Esto quiere decir que los alumnos mexicanos se sienten cómodos yendo a clases y, dicha condición, se asocia a un 30% mejor desempeño en las tres competencias.

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Finalmente, con estos elementos en cuenta, se le preguntó a Villalpando sobre la eficacia de los nuevos Libros de Texto Gratuitos (LTG) de la Secretaría de Educación Pública (SEP), pues los siete ejes articuladores que promueven (Inclusión, Pensamiento crítico, Interculturalidad crítica, Igualdad de género, Vida saludable, Apropiación de las culturas por medio de la lectura y la escritura y Artes y experiencias estéticas), atienden la mayoría de las carencias en la educación en México.

Al respecto, reconoció que sí se aprecia un interés particular en la Nueva Escuela Mexicana (NEM) por resolver estas problemáticas en los mecanismos de enseñanza-aprendizaje al cambiar sus paradigmas, pero, para poder dar una afirmativa al hecho en cuestión, apuntó que tienen que pasar por lo menos seis años para notar resultados concretos.

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