La Ciudad de México (CDMX), Estado de México (Edomex), Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Nuevo León y Veracruz encabezan la lista de entidades con más casos de extorsión y sus efectos dañan a la ciudadanía en diferentes formas; desde la integridad de las víctimas y sus familias, hasta el alza de precios en productos de consumo, los extorsionadores afectan el tejido social nacional.
Recientemente se difundieron las imágenes de un grupo criminal, presuntamente adscrito a la Familia Michoacana, ‘levantando’ a cuatro trabajadores de una pollería en Toluca, Edomex. De acuerdo con lo trascendido a la prensa, se trata de una consecuencia por no cubrir el costo de una extorsión pedida por la delincuencia organizada.
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En consecuencia, familiares de los cuatro polleros secuestrados se manifestaron en las afueras del Palacio de Gobierno en la capital mexiquense para exigir que las víctimas sean localizadas con vida y condenar la situación que se vive en la entidad más poblada de México.
Mientras tanto, la Secretaría de Seguridad del Estado de México informó que ya aprehendió a uno de los presuntos responsables del secuestro; sin embargo, se negó a confirmar la identidad del detenido o confirmar su adscripción a algún grupo criminal en particular.
Extorsión en México
Por su cuenta, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reporta que el Estado de México es el gran foco rojo en relación a los casos de extorsión, pues en los datos abiertos de incidencia delictiva se tienen registrados 3 mil 725 casos en lo que va del año.
Aunado a ello, este crimen también tiene una alta incidencia en la Ciudad de México, con 475 casos de enero a noviembre de 2023, en el mismo periodo, se reportaron 736 casos en Guanajuato, 355 en Hidalgo, 562 en Jalisco, 733 en Nuevo León y 820 en Veracruz.
Impactos de la extorsión
Cabe recordar que las mismas autoridades reconocen que este delito tiene un subregistro considerable, pues las víctimas temen denunciar por las posibles represalias que pueden tener los generadores de violencia, tal como ocurre en Michoacán, que sólo tiene registrados 221 casos de extorsión, pero los costos del limón y aguacate se han incrementado, en parte, por este delito.
En agosto de este año se documentó que los productores de estas frutas tenían que elevar los precios de venta para poder cubrir la cosecha, salarios, transporte y extorsión de la que son objeto. Por ejemplo, en el caso del limón se manejó un preció promedio por kilo desde julio de 2022 hasta fin de ese año por 14 pesos.
Para 2023, el costo del limón a nivel nacional promedió 19 pesos; sin embargo, en Michoacán se promedió a 29 pesos por kilo, con un límite inferior de 23.33 y con un límite superior de 35 pesos.
De manera similar se aprecia un alza en el costo del aguacate en el límite superior. En 2022 se cerró con un promedio nacional de 43 pesos por kilo; para noviembre de 2023 se promedió 48 pesos por kilo, con un valor inferior de 38 pesos y el superior de 57 pesos; mientras que en Michoacán se promedió 45 pesos con un valor inferior de 26 y un superior de hasta 63 pesos.
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Finalmente, de acuerdo con el Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se confirmó que el crimen organizado contribuye en la inflación, pues en septiembre de este año observó que el precio del limón michoacano varió en 37 pesos sólo por el cobro de piso, pues en vez de venderse en 13, llegó a costar hasta 50 pesos.
Junto con esta fruta, la UNAM estima que las bebidas alcohólicas tienen un incremento del 0.29%, el calzado de 0.71%, el transporte sube un 0.6%, mientras que los restaurantes y hoteles cobran un 0.49%; asimismo, apuntó que otros estados donde se ven afectadas las actividades primarias son Tamaulipas, Baja California Sur, Durango y Chihuahua.
