La noticia del secuestro, desaparición y rescate de 31 migrantes en Tamaulipas fue una de las principales al inicio de año, a tal punto que fue uno de los tópicos que se trató durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) este miércoles 3 de enero; sin embargo, poco se habló sobre los motivos por los cuales el crimen organizado perpetra este crimen.
El secuestro de migrantes guarda diferentes intereses económicos para los principales generadores de violencia de México, señaló Max Morales, asesor en temas de seguridad, motivo por el cual los narcotraficantes, poco a poco, están desplazando a los ‘polleros’ como el referente en el tráfico de personas.
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En entrevista para Publimetro, el analista especificó que las personas usualmente conocidas como ‘polleros’ ya no son las personas que, a cambio de dinero, llevan a migrantes nacionales y extranjeros hasta Estados Unidos (EE. UU.), sino que ahora se limitan a llevarlos hasta los límites de la frontera del lado de México, de ahí en adelante, las personas en situación de tránsito están por su propio pie.
¿Por qué los narcotraficantes secuestran migrantes?
Este abandono es aprovechado por los cárteles para secuestrarlos, abundó Morales. Cuando los narcotraficantes raptan a grupos de migrantes lo hacen para lucrar, es decir, debe existir un beneficio económico, de lo contrario, los asesinan. Los principales sometimientos que hacen para lucrar a partir de este crimen involucran otros tres crímenes:
I. Extorsión. Cuando privan de la libertad a un migrante, los generadores de violencia entran en contacto con la familia de la víctima para pedir dinero por la vida del secuestrado. En este caso, los cárteles manejan dos cifras, una para dejarlo en libertad y otra, más cara, para dejarlo en EE. UU.
II. Esclavitud. Las víctimas son obligadas a realizar trabajos forzados, normalmente relacionados a la siembra de drogas o la obtención de sus precursores para después integrarlos a la cadena de suministros del tráfico de drogas internacional.
III. Tráfico. Otra forma de chantajear a la víctima es que, si ésta viaja con su familia, lo separan del grupo y la obligan a llevar droga a Estados Unidos, mientras que otro grupo amaga a sus seres queridos, los cuales son liberados sólo si la ‘mula’ entrega la mercancía en donde tiene que hacerlo.
El contrabando de personas o migrantes es definido por el cuerpo diplomático de Estados Unidos como la acción voluntaria de una persona para establecer un acuerdo con un contrabandista para entrar a un país extranjero traspasando sus fronteras. Mientras, el gobierno mexicano cuenta con el Artículo 159 de la Ley de Migración, donde se imponen hasta 16 años de prisión a quien:
I. Con propósito de tráfico lleve a una o más personas a internarse en otro país sin la documentación correspondiente, con objeto de obtener directa o indirectamente un lucro;
II. Introduzca, sin la documentación correspondiente, a uno o varios extranjeros a territorio mexicano, con objeto de obtener directa o indirectamente un lucro, o
III. Albergue o transporte por el territorio nacional, con el objeto de obtener directa o indirectamente un lucro, a uno o varios extranjeros con el fin de evadir la revisión migratoria.
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Sin embargo, en la base de datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNS) no se especifica este delito, pero sí hay uno que dice “Otros delitos que atentan contra la libertad personal” (ODACLP), el cual se ejerce con mayor frecuencia en estados fronterizos: 2 mil 678 en Baja California, 2 mil 119 en Nuevo León, 629 en Tamaulipas y 759 en Chihuahua.
