Durante la conferencia de prensa matutina de este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó que vaya a reunirse con su homólogo argentino, Javier Milei, pues ya no piensa invitar a líderes extranjeros a México y solamente tendrá un viaje al extranjero en los últimos meses de su mandato.
“Estamos abiertos al diálogo con todos los gobiernos del mundo, siempre se privilegia el diálogo con respeto a nuestras soberanías”, señaló el presidente mexicano. “No tenemos diferencias con los gobiernos del mundo. En algunos casos sí hay discrepancias, por ejemplo, no podemos aceptar quedarnos callados ante la injusticia que se cometió al destituir al presidente legal y legítimo de Perú, Pedro Castillo. Consideramos que fue un golpe de Estado técnico, le llaman blando, ya no es mano dura, es mano blanda. No queremos ni mano dura, ni mano blanda”, añadió.
“Ya no voy a invitar a muchos mandatarios, yo ya no voy a salir”, agregó el presidente, quien dijo que le quedan solamente siete meses en el poder, de los cuales, tres serán de veda electoral.
“Es que ya faltan siete meses y se dividen en dos: estos tres que vienen –que van a estar con altas temperaturas, esta temporada de calor: marzo, abril y mayo– y luego la otra etapa, para la entrega-recepción. Entonces, ya se concluye mi mandato y no voy a invitar a presidentes, a primeros ministros. A lo mejor hay alguna excepción, pero no tengo pensado invitar ni al presidente Milei ni a ningún otro presidente. Siempre con respeto a sus pueblos, porque aunque tengamos posturas distintas, como es obvio, fue electo por los argentinos y nosotros respetamos y queremos mucho al pueblo de Argentina”, afirmó.
Buena relación con Estados Unidos
López Obrador dijo que es probable que visite Canadá en abril, en el marco de la cumbre de Líderes de América del Norte, donde se reúne con el presidente de Estados Unidos y de Canadá.
“Con Estados Unidos tenemos muy buenas relaciones, con el gobierno del presidente Biden. Muy buenas relaciones. Hemos contado con suerte porque fueron buenas las relaciones con el presidente Trump y son muy buenas con el presidente Biden. Desde luego hay diferencias porque en el mundo y en México hay dos proyectos distintos, contrapuestos. El proyecto de las oligarquías -de las minorías- que se sienten dueñas de las naciones del mundo y el proyecto democrático, de los gobiernos que quieren mandar obedeciendo al pueblo, auténticamente democráticos”, afirmó.