El presidente Andrés Manuel López Obrador habló sobre Luis Donaldo Colosio Murrieta, derivado del atentado contra el expresidente Donald Trump, que provocó tristeza e incertidumbre en México después de que se revelaran los hechos sobre asesinato del candidato presidencial del PRI.
“Es un expediente abierto, pero va a corresponder a la próxima administración (con Claudia Shienbaum), dejar sin sospecha lo sucedido, aclarar lo que realmente pasó”, comentó AMLO durante su conferencia mañanera de este lunes 15 de julio, después de opinar sobre la violencia en Estados Unidos, tras el intento de asesinado de Trump.
“Creo que ayudaría mucho el que el Poder Judicial resolviera sobre la apelación que hizo la Fiscalía acerca de la orden de aprehensión del segundo tirador en el asesinado de Colosio, sin que esto signifique que ya sea culpable, si la Fiscalía hizo una investigación y aparece que hubo un segundo tirador y trabajaba en el Cisen, y que según la acusación fue a rescatar a este segundo tirador (Genaro) García Luna”, agregó.
El mandatario nacional narró los inicios de García Luna, cuando entró como agente en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en 1989 y después tuvo un cargo como subjefe operativo en el gobierno del expresidente Carlos Salinas de Gortari en 1994, al mismo tiempo que aprovechó para criticar de nuevo al Poder Judicial, en medio de los debates sobre la reforma en el Congreso.
“Por eso solicita al juez una orden de aprehensión y el juez se atreve a decir: no voy a otorgar porque es un asunto del presidente, que quiere utilizar este caso con propósitos políticos, pero esa fue la excusa. Que nunca más se tolere y mucho menos si son crímenes de Estado”, sentenció López Obrador sobre el caso.
Asesinato de Colosio
El asesinato de Colosio Murrieta, el 23 de marzo de 1994 durante un mitin en Lomas Taurinas, barrio de Tijuana, Baja California, es considerado el primer magnicidio cometido en México desde el asesinato de Álvaro Obregón, del cual aún han sido revelados errores y omisiones que ocurrieron durante su investigación, además, el caso generó grandes sospechas e incredulidad entre la población.
En 2000, el último fiscal del caso, Luis Raúl González Pérez, estableció que no existían evidencias sólidas para señalar a nadie más que Mario Aburto Martínez como único autor intelectual y ejecutor del crimen, pero la Fiscalía General de la República (FGR) reabrió la investigación en 2022.
