Integrantes de la comunidad LGBT+ -alrededor de 5 millones de personas- y empleadas domésticas -aproximadamente 2.5 millones- son de los sectores de la población que más sufren discriminación en México; del primer grupo de población 37.4% manifestó sentirse afectado por motivos de su orientación sexual, en tanto que del segundo grupo, 34.6% indicó sentirse rechazada por diversas causas, lo anterior se desprende de la Encuesta Nacional de Discriminación (ENADIS) 2022 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Una de cada tres trabajadoras del hogar reportaron haber vivido al menos una situación asociada a la discriminación en los últimos 5 años: al 24% las han hecho sentir mal o mirado de forma incómoda; 20 % ha recibido insultos y burlas, y también, maltrato o abuso de las personas que las contratan; a casi 11% las han agredido intencionalmente y 5 % las rechazaron o excluyeron de actividades sociales. El 13 % ha sido menospreciada por su forma de vestir o arreglo personal; el 12% por su género, 9% por su clase social, 8% por su manera de hablar y el 4% por su tono de piel.
Y para muestra basta un botón, ya que el mes pasado, empleadas domésticas de exclusivo fraccionamiento en Coahuila, se quejaron porque les prohibieron la entrada por la puerta principal y las obligaron a caminar más de dos kilómetros para poder llegar a las casas donde laboran; asimismo a finales del año pasado una familia en CDMX se volvió viral en redes sociales, porque mientras comían en un centro comercial, su empleada doméstica los estuvo esperando parada todo el tiempo.
Asimismo, del resto de la población, 27.2% afirmó haber sufrido discriminación en algún momento de su vida por su tono de piel, manera de hablar, peso o estatura, forma de vestir o arreglo personal, clase social e incluso por ser una persona indígena o afrodescendiente.
Sobre el tema, la psicóloga, Angélica Ojeda, especialista de la Universidad Iberoamericana, indicó que como sociedad tenemos como tendencia identificarnos con los que nos son iguales y rechazar por naturaleza a quienes son diferentes a nosotros.
“Desafortunadamente somos seres que vivimos en grupo y con sentido de pertenencia, y, hacemos comparaciones sociales, pero esto es una tendencia natural de compararnos: ellos y nosotros y aunque pareciera algo muy inofensivo, estamos siempre marcando diferencias”, explicó.
Resaltó que la discriminación se hace a veces de manera inconsciente o de forma consciente, porque estamos haciendo una apreciación social de una persona hacia la comunidad o hacia la sociedad a la que pertenecemos.
