Los precios de los alimentos prácticamente se duplicaron en menos de tres años, pasaron de un promedio de 900 pesos en diciembre de 2021 a casi mil 700 a inicios de este mes de agosto, lo que representa un alza aproximada de 80%, según datos revelados por David Romero, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), durante la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, de este lunes 19 de agosto.
De acuerdo con la gráfica presentada por Romero, hace tres años, el INPC se encontraba en 900 pesos, mientras que este mes se enfila a mil 700, y al respecto el procurador destacó que el aumento de precios de los alimentos ya llegó a su tope.
Estos datos contrastan con el reporte oficial de Profeco del precio de la canasta básica, el cual además de mantener un promedio estable, incluso ha bajado respecto a los picos reportados hace algunos meses.
Al presentar el “Quién es quién en los productos de primera necesidad”, del 5 al 9 de agosto, reportada este lunes, que toma como referencia la canasta alimentaria definida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), del cual se toma un listado de productos básicos y de alto consumo, con un criterio adicional que contempla el valor monetaria que una familia de 4 integrantes destina para la adquisición de los alimentos que consumen semanalmente, Romero enfatizó que el monto se sitúa por debajo de los mil 039 pesos, lo cual ha sido un promedio desde que inició esta medición.
A partir del análisis de precios realizado por la dependencia se desprende que S Mart en la ciudad de Chihuahua y Soriana Mercado en Atizapán, Estado de México, presentaron los precios más altos en el país para la canasta básica de mil 018 y mil 003 pesos, de acuerdo con el informe semanal..
En contraste, tiendas Chedraui en Cuernavaca, Morelos, y Solidaridad, Quintana Roo, reportaron los precios más bajos de 760 y 777 pesos, en los cuales solo se contempla el listado de 24 productos entre los que se encuentran frijoles, arroz, aceite, papa, zanahorias y tortillas de maíz de supermercado.
En contraste, la propia gráfica de Profeco reconoce un alza de aproximadamente 80% en el aumento general de precios de los alimentos, que en el mismo lapso mantiene una tendencia al alza constante
Informe de la Profeco
“No solamente se sigue manteniendo el Índice Nacional de Precios al Consumidor en el rubro de alimentos, ya encontró un tope, como lo podemos ver en la gráfica, en la línea negra, sino que se mantiene el compromiso de que esta canasta se siga manteniendo por debajo de los mil 39 pesos, inclusive tenemos ya casos por debajo de los mil pesos, de los 900 pesos. Y para esta ocasión reportamos el precio promedio nacional de esta canasta en 810 pesos con 88 centavos”, comentó Romero, durante su presentación, a pesar del aumento considerable en el INPC que se reporta en los últimos tres años.
Romero también compartió los precios promedio de los combustibles a nivel nacional, donde la gasolina regular está en 24.08 pesos por litro, la premium en 25.65, el diésel en 25.59, mientras el gas LP tuvo un costo promedio de 19.63 pesos por kilogramo en el tanque de cilindro y de 10.60 pesos por litro en el tanque estacionario.
De acuerdo con la Profeco, los precios se focalizan por región, donde los precios en los supermercados varían dependiendo la empresa y lugar donde se encuentren, dando precios bajos en el norte del Estado de México o ciudades principales de Morelos, Tlalnepantla, Puebla y León, así como la Central de Abastos en Ciudad de México, donde la canasta básica cuenta con un precio de 848.34 pesos.
En el norte del país, los precios se mantuvieron por debajo de los mil pesos, en estados como Zacatecas, Sinaloa, Durango, Chihuahua, Coahuila, Baja California, Tamaulipas, Sonora, entre otros. En el sur, los precios son menores a los 900 pesos, en entidades como Yucatán, Guerrero, Chiapas, Quintana Roo y Veracruz, según el informe de Profeco.
Violencia incrementa precios
A la par, empresarios manifestaron en las últimas semanas su preocupación por los numerosos productos de alto consumo incluidos en la canasta básica mexicana están siendo vendidos a precios inflados debido a las cuotas impuestas por el crimen organizado, donde los productos más afectados se encuentran el limón, el aguacate, el chile y el jitomate.
Tanto productores como comerciantes también expresaron indignación por los cobros de piso, extorsiones y cuotas que se ven obligados a pagar a estos grupos delictivos.
Se trata de productos de la canasta básica, de alto volumen de ventas, que en muchos casos, los productores deben pagar una cantidad específica por cada kilo que producen y envían para su venta, lo que se refleja inevitablemente en el precio final de los productos, que terminan afectando a los consumidores.
De acuerdo con empresarios y medios nacionales, el aumento por estas prácticas criminales oscila entre un 5% y un 10% en promedio, dependiendo del producto, pero, en algunos casos excepcionales, la inflación derivada de estas cuotas puede alcanzar hasta un 20%.
