El potencial del Programa de Becas para el Bienestar Benito Juárez puede limitarse por falta de sucursales del Banco del Bienestar, asimismo por la falta de internet en comunidades que concentran altos niveles de pobreza. De igual manera, el rezago educativo, una de las finalidades del programa, sólo se puede medir durante el primer ciclo escolar en el que se aplica el apoyo y por ejemplo en secundaria la tasa de abandono bajó unicamente 1.36%.
Lo anterior se desprende de la evaluación del impacto del programa que realizó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval).
En conferencia de prensa, el secretario ejecutivo del Coneval, José Nabor Cruz Marcelo, explicó que los resultados del análisis cuantitativo sugieren que el PBBBJ ha sido exitoso en su meta de promover que niñas, niños y adolescentes permanezcan en la educación básica, pero sólo en el corto plazo.
Los resultados de las estimaciones realizadas indican que las primarias y secundarias tratadas—es decir, aquellas donde la proporción de estudiantes con beca aumentó sobre la media municipal tras la creación del PBBBJ en 2019—experimentaron una reducción en el abandono de 0.48 y 1.89%, respectivamente, en comparación con las del grupo de comparación un ciclo escolar después del tratamiento. Este efecto también fue detectado en escuelas de baja y alta marginación, con magnitud respectiva de 1.05 y 0.78%.
Indicó que una opinión generalizada entre las personas beneficiarias fue que la beca no es suficiente para cubrir los gastos que les permitirían darle una mejor educación y calidad de vida a las y los menores de edad. Esta situación afecta de manera particular a las familias con más de un hijo o hija en educación básica.
Asimismo, las madres y los padres citaron los crecientes costos de los alimentos y otros artículos esenciales, así como las cuotas y las aportaciones que piden las escuelas, para explicar por qué no les alcanza el dinero.
Obstáculos para la educación
La investigación detectó dos obstáculos para la permanencia educativa: la falta de recursos económicos y las distancias que se tienen que recorrer para llegar a las escuelas. Sobre el primero, para algunas de las familias más numerosas y con más carencias, incluso la educación básica era tan costosa que resultaría inaccesible sin becas. Este es especialmente el caso para las localidades alejadas de los centros educativos y la mayoría de las personas expresaron que, para los niveles posteriores, la preparatoria y la universidad, era más frecuente que consideraran imposible cubrir los gastos.
Por lo que se refiere al segundo obstáculo para la permanencia escolar, este tiene que ver con las distancias, que fueron citadas durante las entrevistas y los grupos focales como un problema importante en las localidades donde no hay escuelas o no tienen alguno de los niveles educativos posteriores (secundarias o medio superior y superior). En estos lugares, las y los estudiantes deben trasladarse largas distancias todos los días para ir a clases y así tanto la inseguridad como la falta de transporte económico y adecuado complican esta dinámica.
