La ‘pausa’ de las relaciones con las Embajadas de Estados Unidos y Canadá con México imposibilita el contacto diplomático de alto nivel entre naciones, después de los desacuerdos por la reforma al Poder Judicial mostrados por los representantes, según académicos expertos.
“Lo que realmente significa es que el presidente (Andrés Manuel López Obrador) y su equipo evitarán tener contacto o reuniones con los embajadores de estos países, lo cual imposibilita el contacto diplomático al más alto nivel entre dichas Embajadas y el Gobierno de México”, afirmó el Dr. Jorge A. Schiavon, académico de la Universidad Iberoamericana.
“Es una expresión de la ignorancia en estos temas del presidente López, ya que no estuvo de acuerdo con los comentarios emitidos la semana pasada por los embajadores de Estados Unidos y Canadá acreditados en México”, aseguró el Mtro. Alejandro Martínez, profesor en la Universidad La Salle.
Después de anunciar este martes que habría una “pausa” en las relaciones con las Embajadas, este miércoles 28 de agosto, durante su conferencia de prensa mañanera, el mandatario nacional reiteró que no sería con los países, sino con las representaciones diplomáticas.
“La relación con los gobiernos continúa, con Canadá y con Estados Unidos, es nada más con las Embajadas y en especial con los embajadores, porque no les corresponde opinar sobre asuntos que sólo competen a los mexicanos, es un asunto de respeto a nuestro país. Además, imagínense que dice ‘si se eligen a los jueces, se afecta la democracia’. ¿Cómo es eso? ¿Cómo se afecta a la democracia?”, cuestionó el presidente.
“Esta pausa en las relaciones genera desconfianza y falta de predictibilidad en las relaciones con estos países, pudiendo generar ‘pausas’ en las inversiones de dichos países en México o en programas de cooperación que tengan con México”, indicó Schiavon.
“Decir que se va a pausar la relación es un reflejo del infantilismo donde se mueve el mandatario mexicano, ya que es como si usara el juego infantil de la ley del hielo: ‘no me gustó lo que dijeron y ahora no les hablo’”, reclamó Martínez.
“Lo bueno de las relaciones entre las tres naciones es que se realizan sin que en ello intervenga la opinión del presidente, es decir, hay flujos comerciales, financieros, migrantes, sin que el capricho del presidente mexicano afecte” agregó el experto, también docente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
No existe
Ambos expertos coinciden que este concepto utilizado por López Obrador no existe en el derecho diplomático o internacional, tal como hizo el mandatario previamente cuando el rey Felipe VI de España no quiso ofrecer una disculpa al pueblo mexicano por la Conquista.
“No existe el concepto en el derecho internacional o diplomático sobre una “pausa” en las relaciones con otro país o con una Embajada”, comentó el experto de la Ibero CDMX. “En el derecho diplomático no existe el concepto de pausar una relación. Tampoco está presente esa disposición en la Convención de Viena de Relaciones Diplomáticas”, añadió el académico de La Salle.
Diferencia
Los especialistas también señalan que la ruptura de las relaciones diplomáticas implica cortar toda relación con otro país, una vez que se retire al embajador y demás personal diplomático, hecho que no ocurrió en esta ocasión, así como el cierre de las representaciones diplomáticas entre ambos países.
“Generalmente, previo a la ruptura se ‘llama a consulta’ a los embajadores, como señal de que el siguiente paso podría ser la ruptura de relaciones”, comenta el experto de la Universidad Iberoamericana.
Para Jorge A. Schiavon, sorprende la sensibilidad de AMLO ante los posicionamientos de los embajadores sobre la reforma al Poder Judicial, cuando él, en las conferencias mañaneras, constantemente opina sobre temas de política interna de estos países y de América Latina, con quienes se han generado crisis diplomáticas, como Ecuador, Perú y Bolivia, donde fue declarado persona non grata.
Consecuencias
“Es importante señalar que una decisión como la que tomó el presidente tiene consecuencias graves ya que la relación de México con ambas naciones no sólo está en el ámbito diplomático, sino en los comercial, y las tres naciones son socias en un bloque económico (T-MEC) y existe un importante flujo de migrantes y turistas que visitan las tres naciones”
“La consecuencia es la reducción del nivel de diálogo entre el gobierno mexicano y las representaciones diplomáticas de EE. UU. y Canadá, particularmente sus embajadores, quitándoles la capacidad de interlocución diplomática con las instituciones gubernamentales en México”, explica Schiavon.
“Donde si hay afectación es en el diálogo entre México y los gobiernos estadounidense y canadiense”, sentencia Martínez Serrano. “El reto del gobierno de Sheinbaum será recomponer estas relaciones maltratadas por la ineptitud de López”, agregó el experto.