Decenas de manifestantes, principalmente trabajadores del Poder Judicial, ingresaron al Senado de la República este miércoles, interrumpiendo la discusión en curso sobre la Reforma Judicial.
Con pancartas y cánticos como “¡El poder judicial no va a caer!” y “¡Traidores, traidores!”, los manifestantes desataron un crítico momento de la discusión legislativa.
Los manifestantes lograron acceder a la entrada principal del Senado rompiendo los accesos de seguridad del recinto ubicado en Paseo de la Reforma. A pesar de que el personal de resguardo de la Cámara Alta hizo esfuerzos para contener la situación, los protestantes avanzaron por el recinto, alcanzando el patio del Federalismo y posteriormente el pleno donde se llevaba a cabo la discusión sobre la Reforma Judicial.
En respuesta a la irrupción, el presidente del Senado decidió declarar un receso en la sesión para gestionar la situación. Durante este receso, el personal de seguridad del Senado se encuentra trabajando para controlar el acceso de los manifestantes y garantizar la seguridad dentro del recinto.
Los manifestantes, identificados en su mayoría como empleados del Poder Judicial, expresaron su rechazo a la reforma con gritos y pancartas que denunciaban lo que consideran un ataque a su independencia y condiciones laborales.
¿En qué consiste la Reforma Judicial de AMLO?
Uno de los cambios más destacados es la reducción del número de ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que pasará de 11 a 9. Además, se propone eliminar las dos Salas existentes para que el Pleno de la Corte se encargue de todos los asuntos que lleguen al máximo tribunal. Esta modificación busca simplificar el proceso de deliberación y garantizar que las sesiones del pleno sean públicas, conforme a los términos que establezca la ley.
El periodo de los ministros también será ajustado, reduciéndose a 12 años improrrogables, en lugar de los 15 años actuales. Esta medida pretende alinear la duración del mandato con el periodo máximo de otros cargos de elección popular, como los diputados federales y senadores.
De igual forma, el periodo de los magistrados del Tribunal Electoral, tanto de la Sala Superior como de las salas regionales, será reducido a seis años improrrogables. Además, la presidencia del Tribunal Electoral, al igual que la de la Suprema Corte, será determinada por la mayoría de votos, en lugar de ser elegida por sus integrantes.
Otro de los puntos polémicos de la reforma es la elección directa y secreta de ministros, magistrados, jueces y miembros del Tribunal de Disciplina Judicial por parte de la ciudadanía. Es así que se propondrá una lista de 30 aspirantes a ministros, con 10 candidatos propuestos por el presidente, otros 10 por el Congreso y 10 más por la Suprema Corte.
Por otro lado, una elección extraordinaria se llevará a cabo el primer domingo de junio de 2025 para renovar la totalidad de los ministros, así como los cargos vacantes de jueces y magistrados. Los candidatos podrán acceder igualitariamente a medios de comunicación para sus campañas, las cuales durarán 90 días sin financiamiento de partidos ni precampañas.
La reforma también prohíbe la creación y funcionamiento de fideicomisos en el Poder Judicial, y restringe la suspensión de normas a través de controversias y amparos. Los sueldos de todos los funcionarios del Poder Judicial, tanto federales como estatales, no podrán exceder el salario del presidente de la República.
Finalmente, se establece que los ministros y ministras actuales que deseen recibir su pensión vitalicia deberán presentar su renuncia a finales de octubre, aunque permanecerán en sus cargos hasta el 31 de agosto de 2025.